El sol brillaba en un cielo azul y despejado al completo, en una mañana veraniega con una brisa fresca que compensaba el calor. La luz aterrizaba sobre un pelirrojo tumbado en una cama.
Chuuya empezó a tomar conciencia de su alrededor lentamente, y se movió ligeramente sobre el lecho, desperezándose como un gato. El joven se volvió hacia su ventana desde donde venía la luz y sintió el calor de la mañana acariciarlo en la cara, como si estuviese besándolo.
Chuuya sabía que el día iba a ir de maravilla así que abrió los ojos lenta y seguramente, listo para abrazar ese gran día.
Y ahí estaba él.
El imbécil vendado estaba meciéndose en la ventana de Chuuya, como si de un columpio se tratase. La luz del sol chocaba detrás de él, haciendo su figura difícil de reconocer. Pero nada ocultaba su sonrisa de niño pícaro, al que habían cazado pero creía que con cara de bueno se salvaba.
Chuuya pestañeo, inspiró hondo y le tiró el ladrillo de emergencia a Dazai.
...
Realmente había empezado el día con le pie izquierdo, eso pensó Chuuya cuando bajó a la cocina a prepararse su usual vino con tostadas de desayuno. Aprovechó que Dazai seguiría inconsciente para hacer un repaso mental de sus planes del día:
Por la mañana saldría a pasear para relajarse un poco después de una semana intensa en el trabajo, igual iría a la cafetería que le habían recomendado otros miembros de la agencia, bastante más soportables que el desperdicio de vendajes.
Por la tarde había decidido visitar una bodega cercana con la esperanza de descubrir algún vino nuevo y de calidad con el que deleitarse. Para Chuuya eso sería lo más importante de su día, de no ser por la noche.
Y es que su jefe le había ordenado encontrarse en un restaurante con un potencial benefactor y llevar a cabo una cena formal para ganarse su apoyo hacia la mafia.
El pelirrojo acabo su desayuno y, ya en buena forma, se vistió y salió hacia la calle. Respiró el aire fresco en el ambiente cálido, y se reconfortó en pensar que su día solo podía mejorar. Chuuya guardó el ladrillo de emergencia en su sitio usando su habilidad y se dirigió hacia la cafetería con una expresión alegre en su rostro.
...
Cuando llegó a la cafetería la atendió una joven de pelo rojizo y cara de querer romperle las piernas a alguien.
"Tu debes de ser Lucy, ¿No?" Preguntó Chuuya con tono de entendimiento.
"Sí, usted pida y se lo traeré enseguida" Respondió ella con visible cansancio.El hombre del pelo de fuego y ojos de tormenta miró la carta y decidió:
"Tomaré la tarta de arándanos, por favor"
"La tendrá en nada, señor" dijo Lucy antes de marcharse a paso rápido.Justo entonces entró otro joven a la cafetería. Su pelo era blanco e irregular, iba vestido con una camisa, tirantes y un cinturón absurdamente largo. Sus ojos parecían contener el brillante sol de afuera. Chuuya no tardó mucho en reconocer a Atsushi, y el tigre también lo reconoció enseguida. El albino se acercó a él con prisa y dijo casi jadeando:
"Chuuya, me dieron esto en la agencia. Me dijeron que es urgente."Chuuya examinó el sobre que Atsushi le había tendido, y su mente empezó a calcular, ignorando al dúo que intercambiaba palabras con más timidez que letras. ¿Acaso algún miembro de la agencia conocía su cena? Debía de ser el tal Ranpo, sin duda. Ese tipo tenía la capacidad de deducir casi sin pruebas.
Mientras Chuuya empezaba con la tarta recién servida, y tanto Atsushi como Lucy alcanzaban tonos de rojo imposibles para cualquier humano, abrió el sobre y leyó el contenido:
<<Me das un poquito?👉👈>>

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Oneshots Bungou de mala calidad
FanficOneshots de Bungou stray dogs, nada mas. Por ahora están: Soukoku Tachigin Atsulucy Ranposano [+18] Atsulucy (+18)