𝐆𝐨𝐝 𝐢𝐬 𝐚 𝐰𝐨𝐦𝐚𝐧 // ᵗᵒᵇⁱᵃˢ ᵉᵃᵗᵒⁿ (ᶜᵘᵃᵗʳᵒ)

𝗰𝗵𝗮𝗽𝘁𝗲𝗿 𝟬𝟮 - 𝗲𝗹𝗲𝗰𝗰𝗶𝗼𝗻

Lenora

Jeanine y yo estábamos cenando en su casa.

Ella sonreía, y bromeaba con el día de mañana, hablaba sobre el trabajo en el consejo, y el dolor de culo que era trabajar con May de jefa.

May era la mujer pelinegra que era encargada de laboratorio, después de la muerte de mi padre por alguna razón ella quedó como líder interina.

Si yo escogía quedarme en erudición, por derecho y herencia me volvería líder desde el día uno.

Pero yo no quería eso para mi vida, ¿o si?

May y mi madre solían llevarse bien, al menos hasta que mamá murió de un infarto por la noche.

No grito, no sufrió, se fue tranquila, y estoy feliz de ello aunque, no se despidió.

Recuerdo cuanto sufrió papá, todas las noches que no durmió, las veces que lloraba y le rogaba a mi madre para que volviera, las veces que lloramos juntos su partida.

Hasta que un día papá lo superó, y siguió su vida, y con él, yo hice lo mismo, preferí quedarme solo con lo bueno, las veces que mamá cocino para todos, cuando regañaba a mi padre por su terquedad.

—Te perdí.

Mire a Jeanine intentando recordar todo lo que me había dicho mientras yo estaba en mi subespacio.

—Perdón, estaba pensando en mañana —mentí.

—¿Estas nerviosa?.

—Un poco, no se que decisión tomar y eso me hace querer tirarme de un tren —sonreí levemente para darle tranquilidad a Jeanine.

Tranquilidad que claramente ella no necesitaba, ella estaba segura que yo me quedaría en erudición.

—Tu sabes bien lo que quieres Lenora, lo supiste en la prueba.

La mire con confusión.

—¿Viste mi prueba? — deje de comer y la mire.

—Tu sabes que yo lo veo todo, en fin, ¿supiste del embarazo de Naima? — me cambio el tema.

—Se supone que la prueba es secreta.

—Si bueno, no hice nada malo, solo tenía curiosidad, tú no me quisiste decir nada y yo...

—Bueno porque es algo privado tia, no me jodas — me levante de la mesa con mi plato en mano.

— ¿Porque te molesta tanto Lenora?, es una estúpida prueba.

—Es que siempre quieres controlar mi vida Jeanine, no puedo hacer algo sin que tú lo averigües antes, ¡siempre me estás vigilando! mierda — por discutir no había sentí el cuchillo en la mesa, había sido un corte leve pero no quito que doliera.

—¿Estas bien? — la rubia se paró y caminó  hacia mi.

—Si, solo me voy a poner un curita, hasta mañana.

Salí de la casa y fui hacia la mía para descansar, mañana sería un día pesado.

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