Only

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—¡Hey tú! Alfita—susurró Louis.

Tenía el torso cubierto sólo con las sábanas blancas que abrigaban a ambos. En su pecho, tenía la mejilla algo regordeta de su pequeño alfa, quién estaba empezando a despertar y gimotear.

—Mhm...¿L-lou?— saludó Harry frotando sus ojos con su puño.

Las mangas de su pijama de algodón con estampado de ositos cubrían casi toda su mano, haciendo que él se viera más pequeño y ante los ojos de Louis adorable.

Ambos se incorporaron, el rizado entre las piernas de Louis, y éste haciéndole mimos a la cabellera rizada del menor. Sus piernas entrelazadas y sus latidos sincronizados.

—Al fin despiertas, bonito.—.

—No es justo alfa. Yo quería seguir durmiendo.— el menor hizo un puchero.

—Aww, te ves tan lindo y tierno cuando haces ese puchero—el ojiazul besó el gesto formado por Harry—hazlo seguido ¿Sí?

—Si me dejas dormir más.—.

—Precioso, sabes que hoy es domingo 17, acordamos ir a cenar con mis padres ¿Recuerdas?.—.

—No me gusta. Quiero seguir durmiendo.—insistió.

—¿Estás seguro de que sólo es eso?.—.

—Muy, bastante, mucho muchito—juró, mientras que debajo de las sábanas cruzó dos dedos, señal de que estaba mintiendo.

El alfa de Harry empezó a soltar ferormonas de tristeza y angustia, acción la cuál tuvo un regaño de parte del ojiverde.

—Tu olor. ¿Me estás mintiendo?—preguntó Louis.

Harry no podía mentirle a Louis, al menos no más de una vez. Simplemente no podía, no era capaz de mentirle a su alfa, si lo hacía se sentía regañado y solo, aún así el ojiazul no le haya reprochado nada.

Los ojos de Harry empezaron a humedecerse y la habitación estaba inunada en tristeza y preocupación, hasta que no pudo evitarlo más y rompió en llanto.

—Sh...Sh... ya pasó alfita. Dime qué sucede.—consoló el castaño.

Lo abrazó aún más fuerte, dándole besitos en sus mejillas y cabeza, mientras le daba palmaditas en la espalda.

—M-me da miedo alfa. Yo no soy un alfa normal, ni un omega. Soy raro y-

—Hey, no. No digas eso pequeño alfa, tú eres perfecto.—.

—Pero es verdad, un alfa debe ser el que protege y domina, no ser protegido y dominado.—miró a su esposo haciéndole ojitos tristes.

—No amor, no es así. Tú, alfa, debes ser como tú quieres. Ahora dime ¿Te gusta sentirte protegido?—Harry asintió—¿Te gusta ser pasivo?—asintió otra vez—¿Te gustan las flores? ¿Que te abracen? ¿Te gusta que te haga sentir como un pequeño cachorro mimado?

A todas esas preguntas Harry asintió.

—Eso es lo que importa.—el mayor besó los labios del rizado dulcemente.

Este tipo de momentos eran muy comunes para la feliz pareja. A penas tuvieron la confianza suficiente, Louis trataba de hacer entender a Harry que su forma de ser no era algo malo, y lo consigue, pero el alfa menor es muy inseguro.

Harry, desde que era un pequeño y dócil cachorro, había sido denominado 'omega', antes de su primer celo, debido a que siempre mostró interés y características que muestran los omegas.

Incluso cuando tuvo su primer celo, su familia y amigos que fueron a visitarlo, asumieron gracias a su aroma de frutas silvestres, que era un omega sin necesidad de consultar a un especialista. Cuando el momento del consultorio llegó, todos quedaron boquiabiertos, hasta el mismo especialista.

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