Foxica: ¿Depredador? [FNAF] [Foxy x Chica]

Confesión real

Nada más salir del Back Stage, nos esperaba un serio Freddy, cruzado de brazos y dando golpecitos contra el piso con su pie derecho. Ajá, quizá nos pasamos con aquella pequeña charla, el día laboral había dado comienzo, y tal vez solo estaba molesto por no habernos presentado para trabajar temprano.

- Lo siento, teníamos un pequeño asunto que aclarar... - Contesté algo nerviosa. Pues sabía que Fazbear estaba al tanto de aquel falso noviazgo con Foxy. Me daba un poco de miedo que pudiese adivinar el tema de nuestra conversación privada.

Sus celestes orbes se fijaron en mí, después en Bonnie, que solo sonreía sin decir nada.

- Bueno, no importa, no entraré en detalles, pero quiero que comiencen sus trabajos... Ahora mismo. - Dio dos palmadas seguidas. Lo que provocó que Bonnie y yo corriésemos a nuestros puestos lo antes posible.

Otro trabajoso día dio comienzo, un cumpleaños más que debíamos atender, entreteniendo a aquellos infantes con divertidas canciones y actuaciones que les soltaban alguna que otra carcajada a los presentes.

Era una celebración más, como cualquiera de las tantas que realizamos todos los días para los clientes. Sin embargo, estaba muy inquieta, muy nerviosa. No podía mirar directamente a Bonnie después de nuestra pasada conversación. Me sentía en cierto modo culpable, como si todos los acontecimientos fuesen por mi culpa...

Obviamente tampoco podía pasearme cerca de la Pirate's Cove sin ponerme a temblar. No controlaba mis nervios.

¡Solo podía estar más o menos tranquila al lado de Freddy! ¡De Freddy! ¡El tipo que se supone que es mi jefe y superior! No sé hasta que punto voy a llegar...

- Bonnie, ¿tienes un momento?

Escuché la voz del castaño viniendo cerca del escenario, yo estaba ocupada entregando porciones de pizza a los niños pequeños. Pero la curiosidad no evitó que me asomase con disimulo para oír de lo que estaban hablando esos dos.

- Claro, aunque no podemos dejar a Chica mucho tiempo sola con todo el trabajo. - Contestaba el pelimorado.

- Ya, ya. Es solo un segundo. Es sobre la relación que tiene ella con Foxy. - Comenzó a hablar el de orejas de oso.

Me tapé la boca de inmediato. Pues casi un grito de sorpresa se me escapó. No quería ser descubierta, solo observaba...

Pude percibir una risa algo forzada por parte del de cabellos lavanda.

- ¿De nuevo con ese tema? Venga, Freddy. Yo ya he hablado con Chica sobre ello, no necesito saber nada más, están bien las cosas como están. - Por esa respuesta el de cabellos marrones bufó un poco, parecía querer soltar algo muy importante.

- El tema es que ellos no tiene relación. - Bonnie alzó las cejas por ello, pidiendo con la mirada carmesí más información. - Mientras vosotros dos estaban en la parte de atrás conversando, yo me pasé por la Pirate's Cove, yo también estaba confundido por todo esto, por las reacciones tan forzadas de Chica, así que hablé con Foxy personalmente... - Prosiguió.

El más alto de los dos seguía sin comprender demasiado a lo que Freddy quería referirse.

Pero yo desde lejos, ya sabía a donde iba a llegar.

- Deja de mirarme como si estuviese hablando en otro idioma. Bonnie, su relación es de mentira, todo se produjo porque Foxy una de las noches, le gastó una broma a Chica, se aprovechó un poco, y al parecer la cosa a llegado a donde a llegado... - Se encogió de hombros. - Eso es lo que él me ha dicho, pero conociéndole, no sé ya lo que es una broma o lo que no. - Admitió.

No podía interrumpir a Freddy. Pues todo aquello, muy a mi pesar, era cierto. No estábamos juntos en una relación amorosa real, todo era gracias a aquel malentendido. Aunque en el fondo, no quería desmentir aquello, Bonnie merecía saber la verdad.

- Pero... Foxy ama a Chica... Chica ama a Foxy... ¿Cómo que no están juntos? - Bonnie parecía no estar del todo seguro de lo que acababa de oír.

Lo siento tanto, amigo mío. No quería mentirte, yo...

¿Estaré de verdad tomando una conducta malvada por Foxy?

Freddy volvió a insistir encogiéndose de hombros y levantando su ceño.

- No lo sé, ni siquiera sé sí de verdad se aman de esa forma que tú dices. Son tan mentirosos esos dos de vez en cuando... - Bonnie miró hacia abajo, no sabía que decir.

- Total, no es algo que me incumba a mí... - Freddy se acercó a él, y le posó una mano en el hombro. - Pero sí a ti. - Le sonrió.

- ¿Eh?

- No te hagas el tonto. ¿No es esto lo que querías? ¿Poder tener una oportunidad con Foxy? Como te he dicho ellos no están juntos de verdad, puedes preguntarle a Foxy sí...

- ¿Cómo haría eso? No puedo, no debo.

- No sé, pero a Chica no se le ve muy convencida de querer a Foxy mucho. No sería un problema, además, solo estoy intentando ayudarte con lo que deseas. - Quitó la mano de su hombro, y se llevó sus manos a sus propias caderas, dejando sus brazos en jarra.

Suficiente para mí. Tenía que actuar rápido. Si no... Si no lo hago...

Podría perder a Foxy.

Me fui de allí para ir rápidamente a donde siempre Foxy se encontraba. Abriendo esas cortinas de golpe, dejando al pelirrojo que estaba en el interior de aquella cueva boquiabierto. Mi respiración estaba agitada, mi rostro ardía e incluso podía sentir alguna gota de sudor resbalando por mi frente.

Me había olvidado de esos nervios que siento en todo mi ser cuando le veo.

Me costó unos segundos poder arrancar el motor de mi voz, por decirlo de alguna forma.

- Foxy... - Dije su nombre. Más bien fue un jadeo, por el cansancio de aquella carrera al venir. Definitivamente, no sirvo para correr. - Dejemos las mentiras atrás... - Tranquilicé mi respirar. Aunque mis latidos seguían a cien por hora. Ya no se debía por el cansancio... Lo sabía.

- Perdón. - Contestó antes de que pudiese decirle cualquier cosa. - Freddy vino aquí pidiendo respuestas, así que para no incomodarte más tiempo, le solté toda la verdad... ¡Pero no te preocupes! Le expliqué que todo fue culpa mía, que tú no eres ninguna mentirosa. Aquí el único farsante soy yo. - Parecía estar en un momento de sinceridad.

Era el momento.

No era el más romántico.

Pero había obtenido el valor para lo que estaba por venir.

Supongo que el temor a no ser esa persona especial para él, me dio un empujón de valentía.

- Es igual, ya no me importa eso, solo... - Le miré decidida. - Tú dijiste aquella noche, que esperarías el día en que viniese aquí para pedirte ser parte de tu corazón. - Tragué duro. Cerré mis ojos.

- ¡La verdad es que...!

Genial, las cortinas se abrieron otra vez. Quería llorar.

¿Por qué tenían que interrumpir...

mi declaración verdadera, mi confesión real?