Quien puede darte lo que mereces

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Como si el resultado hubiera podido ser otro, te levantaste de tu cama como una muerta en vida. Sentias que tus ojos pesaban como plomo y se hundian en tus cuencas, tus pelos eran una mata sin forma y tu aliento despertaría a diez comatosos. No pegaste ojo en toda la noche. Eran las ocho pasadas y querías llorar. Si tan solo no fuera lunes...

Te quitaste tu colcha con furia y llegaste a rastras al baño. Estabas desesperada por usar el inodoro, muerta de hambre por que te saltaste la cena y helada hasta los huesos por el fresco de la hora del día. Pensaste muy seriamente si te podías inventar algo para no ir a la escuela. No se te ocurrió nada.

Te resignaste y partiste como mejor se te dio arreglarte. Comiste sin muchas ganas un pan del día anterior en el auto de tu papá y llegaste a la escuela.

-¿Y esa cara de "no me hablen o me los rajó"? ¿Pasó algo con Dilan?

Te encogiste de hombros. Suspiraste.

-Todo pasó con Dilan. Pero nada bueno.

Vanesa te miró con compasión y te puso una mano sobre el hombro. Te dio palmadas en la espalda con la otra mientras te envolvia a modo de medio abrazo.

-Cuentame lo que quieras.

Agradeciste su consuelo apoyando tu cabeza en su mano. Siempre fue la chica más dulce que conociste desde que tuviste memoria. Llegaste a estar totalmente segura de que si su relación tuviera que ser como una de twist, sería la de Deuce y Ace, pero más tierna. Amigas de una sola neurona desde el minuto uno.

Caminaron juntas por el pasillo que conectaba la entrada con tu salón. No te guardaste ningún detalle sobre como te estabas divirtiendo y pasandola bien hasta el insidente con tu juego. Tenías la mirada perdida, sin despegarla del suelo por el que pasaban sin prisa alguna.

Pasaste todos los minutos que duraron desde llegar a la puerta hasta esperar para hacer tiempo a iniciar las clases desahogandote. Cuando lo sacaste todo pediste la opinión de tu amiga.

Ella siempre fue una mujer franca, a veces por mucho, así que casi de inmediato comentó como todo lo que hizo ese chico en tu cita le parecieron comportamientos tipicos de un narcisista y que probablemente sea un manipulador. Cuando lo pensaste un poco llegaste a la conclusión de que tenía un punto. Al parecer no la pasaste tan bien como recuerdas, ya que caiste en cuenta de varias veces en las que Dilan se comportó y dijo cosas que viendo en perspectiva si eran toxicas, pero estabas tan empeñada en agradarle que ni las detectaste.

La campana para empezar las interrumpió, atordiendolas. Nunca entendiste por que esas cosas tenían que estar tan alto.

Vanesa se despidió de ti con un fuerte abrazo y un beso no sin antes recordarte que te quieras como lo mereces y salió disparada a su salón, en el pasillo contrario. Estabas muy felíz por tener al tipo de amiga que te acompañaría aún que se le complique con tal de consolarte.

Las clases fueron las mismas de todos los días. Llegó el receso y escaparon como ganado al patio todos tus compañeros y tu.

Ese recreo no lo compartias con Vanesa así que encontraste un hueco cerca de la pared que daba a la biblioteca desde donde llegaba el wifi y te conectaste.

Llevaban unos días preocupandote las cosas raras en twisted, pero quisiste creer que fue solo una serie de sucesos desafortunados. Una ola de hackeos rusos a servidores estadounidences que apareció en las noticias de esa mañana también ayudó a que bajaras la guardia. Querias creer que no pasó nada, ya que la cantidad de tiempo y corazón que le dedicaste a tu juego por dos años era mucha para solo dejarlo así como así.

Realmente amabas tu cuenta en el juego. Habías trabajado mucho por conseguir el fondo de Diasomnia y podías contar casi quinientos dolares invertidos en gemas en total.

Desde el otro lado del EspejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora