𝗖𝗲𝗹𝗼𝘀 °• 𝗌𝖺𝗇𝖾𝗄𝖺𝗇𝖺

𝗨́𝗻i𝗰𝗼

"Shinazugawa sensei anda algo raro no?..."

"¿Estará bien? Nunca se abrocha los botones de su camisa..."

"Acaso es... brillo labial lo qué hay en su camisa?"

"Jaja!! Se parece al de la señorita Kanae..."

Rumores y especulaciones volaban como abejas en panal dentro del instituto kimetsu y es que, nadie nunca esperó ver al gélido y temible profesor de matemáticas, Shinazugawa Sanemi en ese estado: nervioso y sonrojado...

Por otro lado, la profesora Kanae estaba más sonriente y feliz que nunca, tanto que parecía enojada...

Finalmente, tras una larga y agotadora jornada de trabajo dentro de la kimetsu high, la campana sonó, anunciando el fin de clases e inicio del fin de semana.

La mayoría de los profesores e instructores ya se habían retirado, excepto claro, Kocho y Shinazugawa, pues estos tenían el horario de últimas horas y ahora se encontraban en el salón de maestros guardando sus pertenencias...

Nadie decía nada, todo era plenitud y de vez en cuando se podía escuchar el sonido emitido por las hojas de los exámenes arrugados.

No fue hasta que Sanemi decidió hablar:

—Estas marcas no se quitarán fácilmente- refunfuñó el docente mientras desabotonaba los primeros botones de su camisa permitiéndole por fin respirar adecuadamente.

-Lo sé, ese era el punto— Kanae respondió indiferente.

El maestro de matemáticas volteó a ver a la de biología, su compañera de trabajo y pareja, sabía que su enojo no se quitaría pronto a menos que actuara pero ya.

Lamentablemente, ya le había comprado flores la semana pasada por el inicio de la primavera.

Shinazugawa se acercó sigilosamente y aprovechando que estaba desprevenida la abrazó por la espalda, rodeando su fina cintura y aspirando su fragancia...

"Miss Dior", de los perfumes más finos y florales que ha olido, sin duda lo tenía embriagado de ella.

Kanae no dijo ni hizo el más mínimo movimiento, y es que, a pesar de estar enojada, amaba que su Nemi la abrazara de esa forma.

—¿Sigues molesta por lo de Touko?- le dijo suavemente

-No se— ella seguía acomodando sus cosas

—Ya te dije que solo me pidió ayuda, pronto hará su examen de admisión a la prepa y honestamente... me recuerda bastante a mi pequeña hermana Sumi...-

🍓🥤

Unas horas atrás...

Hoy era su aniversario.
Sanemi y Kanae suelen comer juntos en el almuerzo cada viernes, en el patio del colegio, detrás del edificio de laboratorios y el día de hoy Kanae, para celebrar la ocasión se había levantado desde temprano para prepararle pastelitos de arroz con frijol dulce a su amado y galletas que había hecho con su hermana menor Kanao.

Estaba emocionada por almorzar con él ya que había armado una especie de picnic improvisado, consiguió unas fresas, una manta del club de tejidos y nunca pueden faltar las flores del club de jardinería.

Había sido una semana difícil, por lo que sin duda les caería muy bien a ambos.

Y cuando llegó la hora del recreo, salió algo apresurada, al lugar de siempre, decoró tan rápido como pudo y esperó...

Los minutos pasaban pero...
Aún no llegaba...

Tal vez está borrando el pizarrón...

O tal vez está castigando de nuevo al pobre Hashibira...