Prófugo

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15/01/2011: Me encontraba en carretera a punto de llegar de Madrid, estaba en un taxi con mi madre, ella estaba preocupada, me estaba tomando muy fuerte de la mano como si algo malo fuera a pasar, le hice un par de preguntas al respecto, pero simplemente las evadió simulando que no me había escuchado.

-Sol, busca cosas que te parezcan lindas en el camino, tengo que hacer una llamada muy importante, necesito que guardes silencio. - podía sentir aquella tensión de siempre, no tuve más opción que hacerle caso, me concentré totalmente en el camino, tanto que no presté mucha atención a la llamada, solo escuché algunas cosas como "allá te veo", "solo dos semanas", "que se diviertan", "nos vemos", supuse que estaba hablando con algunos de mis hermanastros, de todas maneras ya estaba acostumbrada.

Llegamos a Madrid después de un rato, mi madre estaba muy seria, pagó el taxi, recogimos las maletas y ahí estaba mi madre, esperando algo, tomando mi mano con fuerza y viendo el teléfono.

Unos minutos después apareció un señor alto de traje y corbata, tenía su mano izquierda sobre el hombro de un chico no muy alto, se veía un poco mayor que yo, no demasiado.

-Zafiro, ¿estás segura que quieres entregarme a la niña? - dijo aquel señor mirándola penetrantemente.

Mi madre estaba nerviosa, madre siempre ha sido una persona súper autoritaria, pero comparada con la actitud de aquel hombre parecía hecha polvo, yo no podía entender que estaba pasando.

-Sí Dante, ya habíamos hablado sobre esto y puesto a como quedamos, de vas a devolver a la niña en una semana, no más, no menos.

-Claro, así será. - aquel hombre me extendió la mano, yo estaba confundida, pero le tomé la mano.

-Sol, nos vemos en una semana, vas a estar bien, te amo pequeña. - pude ver como aquel chico parecía molesto, sinceramente no me importó.

-También te amo mamá.

Después de despedirme de mamá, los tres nos dirigimos a un carro moderno, viajamos durante media hora, hasta que por fin llegamos a una casa bastante grande.

-Hemos llegado señorita Sol, es bienvenida a nuestro humilde hogar. - me abrió la puerta y el chico que venía conmigo atrás me empujó para que bajara. Entré a esa casa, estaba llena de gente, mujeres con mandiles y hombres con smoking.

- Sábado, muéstrale a Sol la casa, por favor.

-Sí señor. - me costó un segundo para entender que aquel chico con el que estaba era mi hermanastro, lo que me sorprendió ya que nunca lo había visto en álbumes familiares que tenía mi madre debajo de su cama. - Ven Sol, te muestro mi casa. - caminamos por esas escaleras de caracol y caminamos hacia su cuarto.

-Que linda es tu casa... ¿Sábado? - lo miré puesto que no sabía su sobrenombre.

-Sí, así me llamo.

-¿No has pensado en cambiártelo? Digo, yo me llamo Sakeki, aunque mi verdadero nombre es Sol.

-¿Y para qué? Mi nombre siempre seguirá siendo el mismo.

-Si te gusta está bien.

-¿Y si me lo cambio, qué nombre me pongo?

-No lo sé, no tengo idea.

-Candy.

-¿Candy? - solté una gran risa al escuchar ese nombre, ¿no se supone que así se le llama a los dulces en inglés? Me pareció un poco ridículo pero después de todo, nosotros decidimos nuestros nombres falsos.

-Sí, me gusta.

-De acuerdo si así te parece bien, Candy. - le dí un abrazo y después de media hora bajamos a la piscina, recuerdo que ese día fue muy lindo, me gustaría mucho volver a verlo, por lo menos una última vez. Candy hasta el día de hoy se encuentra prófugo y nadie sabe dónde está.

El tiempo que estuve con Candy se pasó volando, mi mente se pone borrosa cada vez que hablo de estas vacaciones, pero les puedo decir que mi hermano siempre ha sido muy elocuente, apasionado por el arte y educado.

Sábado - Candy

Nació un 10 de Noviembre de 1994 (Haechan)

Actualmente tiene 28 y no se sabe en donde se encuentra.

Yo soy un enigma envuelto en

Un misterio caótico. - Candy

Words under your door.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora