—¿Entonces darás una charla en el centro del pueblo?— me pregunta Camila.
—Era de esperarse eso—suspire— mamá quiere que lo haga y no puedo negarme.
—mira el lado bueno—ella agarró su jugo de fresa—está orgullosa— agregó antes de beberla.
Camila es una castaña de ojos verdes y poseedora de un cuerpo muy bonito además de ser buena persona y mi mejor amiga.
—si orgullosa te refieres a que está presumiendo casi a media población, que su hija dará el discurso del año, olvidándose de mí que es lo más importante, entonces tienes toda la razón, ella está orgullosa.—ironice.
—No seas injusta con tu madre, ella solo está emocionada porque tú eres la elegida. No es algo que suceda todos los años.
—Pero y ¿si algo sale mal?— di otro sorbo al café —Por ejemplo: Ese día me puedo quedar sin voz o talvez me olvide el discurso y en pleno escenario me caiga o pueda que ese día me secuestren o..
—O talvez solo estés paranoica y nada te pasará—me interrumpió.
Suspiré—La apertura de otoño no es algo de otro mundo ¿no?— la vi asentir mientras tomaba su teléfono que reposaba en la mesa cuadricular cubierto por una tela gris.
Solo debo calmarme y todo estará bien, que importa si los recién llegados estén ahí, que importa si mucha gente estará presente, no sucederá nada si me equivoco en un evento tan importante para esta población. Claro todo estará bajo control—me recargue sobre la silla.
Una de las ceremonias más importantes es la llegada del otoño, un evento que conmemora ha la fundación de esta población. Weisver es un pueblo creciente que conmemora su surgimiento con la llegada del otoño, cada año escogen a alguien joven para que aporte sus palabras ala llegada del otoño, recitando palabras que aseguren un futuro claro y creciente para los pobladores y también para que aporten su compromiso con el pueblo dando iniciativa a una celebración por conllevar un año más ala creación de un pueblo ascendente.
Este año me llegó una carta para dar el recibimiento del otoño. Diría que estoy feliz, pero mi miedo de fallar cubrió todo rastro de felicidad . Por otro lado mamá salto de alegría al enterarse y está demás decir que hizo muchas llamadas avisando lo sucedido y ahora me encuentro aquí, dando la noticia ha mi mejor amiga.
Talvez esté exagerando con respecto a todo esto, talvez debería de disfrutar la felicidad de haber sido elegida. Es algo que no sucede cada año, debería de sentirme orgullosa de poder dar la bienvenida al otoño, no sentirme así.–Agarre mi tasa y di la última sorbida acabando con el contenido.
—Mi madre—Camila dejo de mirar su celular y me miró con esos ojos verdes resaltantes llenos de aburrimiento.
—ahora que hizo.
—tengo que regresar a casa porque Ramón ensució su sofá favorito.—guardó el celular en su bolso con una mueca en la cara.
—te dije que no estabas lista para un perro.—reí mientras agarraba mi bolso y salimos de "Good Coffe" una cafetería en el centro del pueblo.
Ramón era un pequeño perro que encontramos en la calle mientras hacíamos una compras. Camila se encariñó con el y lo adoptó sin ver las consecuencias.
—Perla—dejó de caminar y me miro ha los ojos—disfruta de ser la elegida, no es algo que suceda todos los años y aún falta para que llegue ese día.—me dio un abrazo de despedida y yo solo pude asentir.
Tenía razón, aún faltaba mucho para ese evento, no entendía porque estaba siendo una paranoica con el tema.
—Y recuerda no acercarte mucho a esa familia.— añadió antes de doblar la esquina y desaparecer.
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Vida Mentirosa
AcakTodo el mundo esconde algo, oculta secretos bajo tierra y tumba. Las personas suelen ser como los rosales, espléndidas y magníficas apariencias, pero al más mínimo decuido te harán sangrar. Perla busca algo. Algo que oculta los Harres. Familia reci...