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Septiembre

Bueno, las vacaciones habían pasado muy rápido para el gusto de ___sentía que los dos meses se fueron volando. Hace varias semanas desde su cumpleaños y se encontraba otra vez desayunando, ahora con quince años, dispuesta a ir a su segundo año en la secundaria.

Lo había pasado fenomenal, con sus amigas y los amigos de Jihyo la habían mantenido distraída todos los días, conversaban hasta tarde con los cuatro vía Skype.

De alguna manera Chaeryeong era una de sus amigas cercanas y más ahora que asistirían juntas a la escuela. Su hermano Taehyung, era un galán y siempre parecía amable con todo el mundo.

Lo único desgraciado en todos esos días fue una persona que no salía de sus pensamientos: Shin Ryujin. La chica, que por cierto, ___odiaba y le estaba haciendo la vida imposible.

Todos los días recordaba sus ojos. Había logrado dejar de escuchar o pensar en su risa pero lo único que su mente no podía olvidar, eran sus malditos ojos.

Ahora, pensar que hoy la volvería a ver, le revolvía el estómago de una forma impensable, se sentía nerviosa y a la vez ridícula por sentir nervios.
Aunque vivieran en la misma ciudad, nunca se la encontró y todo debido a que se enteró de que se fue de viaje fuera del país, pero ya volverían al instituto y sea cómo sea, allí desgraciadamente estarían cara a cara.

—¡Ahg, enserio, que horror!—Dijo hundiendo el rostro entre sus manos y su madre, la miró divertida.

—¿Sigues atormentada por esa niña, cariño?—Claro durante todo el año ___ le había hablado sobre las chicas que la fastidiaban, diciendo que no era tan grave como para acusarlas y restándole importancia.

—¿Por qué se preocupa tanto por una chica?—Preguntó su padre,cómo siempre él no entendía la situación.

—Porque ese niña lleva haciéndome imposible la vida—Dijo dándole un mordisco a su emparedado, sentía la mantequilla de maní en el paladar

—Por eso no quiero verla.

—Parece todo lo contrario, cariño. Has estado muy ansiosa estos días—Le guiño un ojo y ___ se ruborizó.

—¡Mamá!—La regañó, escuchando su risa.

Después de un rato salió directa a la escuela, vestía al igual que toda la vida: camiseta de tiras, una chaqueta de jean y unos vaqueros desgastados, en conjunto con sus zapatillas Converse.

Al llegar, a la primera que encontró hablado fue Jihyo. Conversaba alegremente con sus amigos de la infancia y al acercarse, todos la saludaron con ánimos.

Chaeryeong se echó a los brazos de ___ y se colgó de ella, todos comenzaron a reír.

—¡Chaer, dejame respirar! Si nos vimos ayer—Reclamó, divertida, cuando la pelirroja se separó y le guiño un ojo.

Siguieron conversando hasta que llegó Lía parecía muy feliz y las saludo a todos con la dulzura que la caracterizaba.

Después de un rato escucharon el chirrido de unos neumáticos y apareció un convertible azul cerca de ellos, todo el mundo observaba la escena. Como si fuese una película, de el comenzaron a bajar los que conformaban el grupito.

Yuna conversaba animosamente con otra chica y no lucían igual que el año anterior.

Ya el cumplir quince años era cuando las chicas comenzaban a madurar, claramente lo había hecho ya que vestían unos jeans de mezclilla y una blusas vaporosas que dejaba al descubierto sus abdomen. Incluso se podría decir que tenían maquillaje.

Rivales [Ryujin y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora