Al fin. Hoy era su primer día de trabajo.
El sol brillaba con intensidad aunque eran apenas las ocho de la mañana. Su corazón saltaba como loco dentro de su pecho, en realidad estaba muy emocionado de aquella nueva etapa en su vida.
Aquel que sería su nuevo trabajo consistía en cuidar a los pacientes del sanatorio. Según había oído, cada uno de los pacientes tenía una enfermedad o proceso de recuperación diferente a de cualquier otro. Así que debía tener mucha paciencia con todos. A pesar de que a veces no tuviera tanto de esa virtud.
Llegó justo con dos minutos de anticipación a la puerta de entrada del lugar, que sin duda alguna era precioso.
El jardín delantero estaba lleno de rosas amarillas y tulipanes rojos, habían gardenias blancas y muchas lilas en pequeñas macetas alrededor de las ventanas, colgaban algunas plantas frente a las puertas de la institución, el color de la fachada era un amarillo pastel muy sutil acompañado de varios tonos de blanco y uno que otro tono azul.
-Buenos días —una voz sacó al pelirrosa de la ensoñación en que estaba por admirar el paisaje—, ¿eres Kim SunWoo?
-Oh, sí, lo siento si es que llego tarde...
Quizás nunca fue muy puntual que digamos, pero siempre cuidaba su reputación. Y aún más ahora que estaba en su primer trabajo, uno que con tanto esmero había logrado alcanzar.
-No, adelante. Llegas justo a tiempo —le sonrió—
Ambos hicieron una reverencia.
El muchacho frente a él tenía un aspecto dulce y angelical, aunque sin tener que mirarlos juntos dos veces se notaba que le llevaba una diferencia de altura algo "abismal". Comenzaron a caminar por el pequeño sendero de piedras dentro de la cerca blanca con flores azules que rodeaba el edificio.
-Uhm, antes que lo olvide, soy Choi Soobin.
El pelinegro se quedó observando al más bajito quien no sabía qué decir puesto que el apellido le sonaba más no el nombre y también a que otra vez se había asombrado con las pequeñas ardillas que jugueteaban en los árboles aledaños.
-Ay... —suspiró dramático— Soy el hijo mayor del dueño de la institución, oficialmente sería mi hermano menor quien te mostraría el lugar hoy porque ha estado más inmerso en esto, pero ha pescado un resfriado y aquí me tienes.
-Oh, es un placer conocerlo joven —hizo una reverencia de 90° que al parecer divirtió al muchacho, puesto que comenzó a reír—
-Dime solamente Soobin, y si te pone algo incómodo agregas el hyung, no es problema corazón...
-G-gracias...
-Bien pequeño, ya es hora de entrar, la mayoría debe estar dentro.
Iba a colocar la mano en la perilla cuando de repente se giró nuevamente hacia Kim y le dió una mirada de disculpa y diversión.
-Una cosa más —avisó—, el único día que entrarás a esta hora es hoy ya que el horario será desde las 7:30am ¿ok?
-¡Okey!
Esa sonrisa traviesa que escapaba de sus labios sin antes él permitirlo, volvió a aparecer con la aceptación al aviso dado por "su jefe". Después de todo, cualquier cosa lograría emocionarlo siendo la mejor experiencia que tuvo nunca el trabajar con muchas personas diferentes.
De pronto las puertas francesas fueron completamente abiertas por Choi, sin ninguna interrupción de por medio.
Unos cuantos pacientes que iban con muletas, bastones, sillas o incluso sin ayuda de un aparato o persona transitaban por allí. Todo el personal de enfermería caminaba con algunos de ellos. Los doctores eran sólo dos o tres cuando mucho, probablemente esperando que marque la hora de la visita a cada paciente.
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Seeing you [SunKi]
Fanfiction¿Puede alguien ver con sólo sentir emociones? Es la historia de Kim SunWoo, un dulce enfermero que acaba de iniciar su carrera como residente en un centro de recuperación. Y Nishimura Riki, un chico invidente y frío que en realidad se siente en comp...