Esclavo Abusado

un baño y uso público

Desperté después de una noche de reflexión, dos guardias entraron a mi habitación y me llevaron a la sala del trono, al fondo había una puerta que llevaba a una regadera, ahí me metieron a bañar, de pronto entró Dana y una mujer hermosa completamente desnuda, de piel blanca y delgada, con una esponja y jabón

-te quiero bien limpio-  dijo Dana

Fui amarrado de la regadera con las manos arriba y rociado con agua fría, la chica desnuda me estaba lavando todo el cuerpo, al verla no tarde en excitarme y tener una erección que notó rápidamente Dana con cara de desprecio, sentía los dedos de la chica junto a la esponja por todo mi ser y al terminar fui enjuagado con agua fría y secado por la misma chica.

Al terminar fui desamarrado, atado con las manos a la espalda, amordazado y con una bolsa en la  cabeza me llevaron caminando con rumbo desconocido y me pusieron en una especie de agujero en la pared solo de la cintura para arriba , mi trasero estaba presentado por fuera, mis pies amarrados al suelo y mi espalda amarrada a la pared por dentro, me quitaron la bolsa , había un agujero frente a mi cara  y no alcanzaba a ver el resto de mi cuerpo.

De un momento a otro siento que alguien me manosea el trasero y mete los dedos con lubricante me estaba excitando demasiado sobre todo cuando metió su pene y me dio nalgadas, el ritmo de quién me estaba cogiendo era diferente a los hombres, rápidamente apareció una verga frente a mi cara, sabía que debía mamarla entonces lo hice.

Pasando el tiempo ambas eyacularon, decidí comer todo el semen que me entregaran, de pronto aparecieron más penes completamente diferentes en tamaño, forma y ritmo, en ese momento me di cuenta de que seguramente era un "gloryhole" dónde los hombres pagan por meter el pene donde quieran.

Sabiendo que no podía evitar mi destino, decidí chupar los penes y mover las caderas lo más delicioso posibles, pensando que si era bien portado Dana me recompensaria, cada hombre que me penetraba eyaculaba en mi trasero, y cada miembro que chupaba terminaba chorreando en mi boca, no conté todos los pitos pero sabía que si fueron más de 20, mi ano dolía y mi boca también, al salir no podía caminar debido a que el último en follarme tenía un miembro de más de diecinueve centímetros y me penetró hasta el fondo.

Fui arrojado en mi habitación, vi a los cinco  hombres a mi alrededor, pensé lo peor y suplique -no, apiadense de mi, mis agujeros fueron violados muchas veces, no más, lo imploro-

Empezaron a estimular sus penes y me puse de rodillas, besé de sus pies a sus miembros ya duros mientras seguía diciendo -no me cojan por favor, por el culo no, se las chupo pero no por atrás-

Uno me tomo del cuello, me acostó en el suelo boca arriba y todos eyacularon sobre mi cuerpo, la cantidad de semen en la que me bañaron era enorme dado que el día anterior habían vaciado sus bolas en mi boca y trasero.

Me quedé tirado en el piso bañado en semen.