ᴀᴍᴏʀ ᴇɴ sᴇᴄʀᴇᴛᴏ | ʏᴀᴏᴍᴏᴍᴏ x ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀ (+18)

15.

(+18)

Narradora: 

Las dos chicas estaban tan dolidas, que solo tenían sus mentes inundadas de tanta tristeza de no poder estar juntas. Aunque son solo adolescentes, su amor es fuerte como el de dos niños inocentes y puros.

El profesor Aizawa, al ver a sus dos alumnas enamoradas y dolidas, rogó al director Nezu que les diera un par de días hasta que se recuperaran solo un poco, y al regresar cumplirían con sus tareas, proyectos y entrenamientos.

Por otro lado, la mejor amiga de Yaomomo, Jirou, también lloraba por que su amor no la veía con ojos de amor a ella también, y que aparte de eso, iba a casarse con quien no es feliz ni está enamorada. Estaba enojada con todos, de por que la vida y las personas son así de groseras e injustas con una simple chica. 

Los chicos, en un acto desesperado por ver a sus amigas ser libres y felices como si fuera una cosa fácil, trataron de hacer cambiar de opinión a los padres de la chica Yao, más sin embargo, era evidente que no podría ser así. Shoto también estaba molesto con su padre, un hombre egoísta y grosero, egocéntrico y necio. 

Y si por menos fuera, los adultos sirvientes de la mansión de Yaomomo, fueron despedidos todos al darse cuenta que fueron cómplices de la niña por algún tiempo, cosa que iba en contra de las reglas de los dueños. No dejarían sola a su pequeña, esa misma niña a la que le encantan las fresas con chocolate y el té, pero fueron despedidos y alejados por demandas.

Una tarde, los padres de Yao, quedaron en encontrarse con el padre de Shoto, junto con algunas otras personas que se encargarían de organizar los últimos detalles de aquella boda, dentro de dos días. La rebeldía que había aprendido Yaomomo de (Tu Nombre), hizo que saliera corriendo de la mansión con lágrimas en los ojos, seguía teniendo miedo. 

Corrió hasta llegar a aquella casa, donde le hizo creer a ella que era su casa, solo por que no le tenía confianza suficiente.

— Debe ser cerca. ¡(Tu Nombre)! — Gritó con fuerza. En el cielo se estaban acumulando nubes negras, relampagueando y con los árboles juntos hacían aire. —¡(Tu Nombre)! 

(Alerta +18 #1)

—¡Yaomomo! —Se escuchó desde otra casa, y al voltear, sus miradas se cruzaron después de tres largos días. — ¡AQUÍ ESTOY! — Aquella chica alzó sus brazos moviéndolos con fuerza. 

Yaomomo corrió de nuevo mientras la otra bajaba las escaleras corriendo, estaban contentas, reencontrarse de nuevo era mejor de lo que contaban las películas de romance.

(Tu Nombre) abrió la puerta de su casa sin parar de correr, y abrió sus brazos al ver a su amor frente a ella, faltándole el aire de correr pero con su sonrisa que la había cautivado desde el principio. 

Ambas se envolvieron en un abrazo fuerte y sincero, mostrándose mutuamente lo mucho que se habían extrañado, y la falta que se harán después de cualquier cosa que sucediera. 

—Te extraño — Dijo Yaomomo con voz entrecortada. 

— Y yo a ti, cariño. — Se separaron un poco para verse a la cara. El viento y el relámpago se estaba haciendo cada vez más fuerte. 

Han dicho que del amor nace un deseo. (Alerta +18 #2)

(Tu Nombre) tomó el rostro de su chica y lo atrajo hasta si, juntando sus labios en un beso apasionado, mientras caminaban con cuidado hasta entrar en la casa. Sus labios se sincronizaban tan hermoso y placentero. 

— Vamos. — Pidió Yaomomo entre jadeos después de terminar el beso. Las dos sonrieron pícaras, tan pequeñas y con tanto deseo. 

Subieron hasta la habitación de (Tu Nombre) mientras reían en adrenalina.