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"TÚ ERES GRANDIOSA. ¿POR QUÉ NO LO VEZ COMO YO LO VEO?"

Narradora:

Bueno... como habíamos quedado, la torpe de (Tu nombre) hizo pensar a su compañera de coleta alta de pelo negro, que su casa era una de cuatro pisos con lindas plantas y flores donde sea, cuando en realidad es otra. La madre de (Tu nombre) había estado tratando de sacarle lo que pasaba de la boca de su propia hija pero no pudo. 

El problema fue al día siguiente. (Tu nombre) se alistaba como si nada hubiera pasado, había olvidado la mentirilla que había dicho ayer a su compañera. Se tomó su tiempo para salir con calma de su casa para caminar a la escuela. Como normalmente hacía ella. 

Narra (Tu nombre) :

Alisté mis últimos detalles para llevar a la escuela, tomé mi mochila, mi celular y audífonos y comencé a caminar a la puerta. 

- ¡Me voy mamá! - Grité 

- ¡Cuídate mucho! ¡Hoy tengo una cita un poco más tarde con una paciente aspi que llegaré un poco más tarde!  

- ¡De acuerdo! ¡Nos vemos! 

Salí de mi casa y cuando estaba buscando mis audífonos para ponérmelos y escuchar música, alguien me habló. Alcé mi vista. 

¡La que me parió! ¡No puede ser! ¡NONONONONONONOO! 

Les juro que se me bajó la presión en tan solo un instante. ¡Eran Yaomomo platicando con mi vecina! Las dos me miraban sorprendidas y como si estuvieran asustadas. 

Corrí a ellas y tomé de la mano a la alta, la llevé a su limosina, le ordené con pánico que se metiera y cuando lo hizo, regresé con mi vecina. 

- ¡Ja ja ja! ¡Lo siento mucho Sra! ¡Creo que si se creyó la broma que le hice a mi amiga! 

Hacía mil reverencias rápidas, incluso me estaba mareando. 

¡TRAGAME TIERRAAA! 

Amablemente la señora solo sonrió y se creyó lo que le dije. No me metí en problemas por parte de ella pero... 

Me di la vuelta para ver la cara de tristeza y decepción en la cara de Yaomomo

Caminé de vuelta a la limosina con la cabeza un tanto abajo, ella abrió la puerta para que me subiera. Cuando lo hice, nos quedamos en completo silencio. El chofer arrancó. 

- ¿Por que me mentiste? - Rompió ella con el silencio frío. 

- No lo sé - Respondí indiferente 

De nuevo, un silencio pesado y atormentante. Por fin llegamos a la U.A. y me salí como si me hubieran corrido, sin antes agradecer. 

Entré al salón rápidamente y con el color de mi piel abajo, estaba totalmente pálida del susto. 

Pero tiene razón... ¿Por que le mentí? 

Sacudí los pensamientos negativos para volver a la realidad y poder responder algo. Ambas nos fuimos a nuestros asientos, ella tiene que pasar por un lado mío para llegar al suyo pero se detuvo al lado de mí.

- Apuesto que te sorprendió... 

Solté sin saber que más decir. Ella alzó las cejas un poco, mostrando lo sorprendida que estaba por mi respuesta, luego, frunció el ceño indignada. 

- ¡Por supuesto que sí! ¡Si supieras la pena que me dio con esa señora al no saber de que hablaba! ¡Creí que era tu madre! 

.. Pero ni nos parecemos en nada esa señora y yo.. 

- Mira, sé que no estuvo bien mentirte pero- Me interrumpió. 

- ¡Claro que no estuvo bien mentirme! Creí que ya éramos amigas.. 

Sus palabras me dieron en algo.. entonces quebré y dije lo que tenía en mi mente justo en ese momento. 

- ¿¡Quieres saber por que te mentí?! - Ella asintió seria. Entonces seguí. - ¡Mentí por que creía que al ver mi verdadera casa te burlarías como cualquier ricachona de papi y de mami! ¡Que no ibas a tener piedad de mi y soltarías carcajadas por mi! ¡Por eso mentí! ... Crees que puedes engañarme.. pero estoy lista de que no me lastimes de esa forma.. 

Tomé desesperadamente el aire que había gastado, pero cuando levanté mi vista a Yaoyorozu, me arrepentí de haber alzado la voz, más delante de todos. La chica tenía una cara de impacto, y de sus lindos ojos comenzaban a brotar lágrimas. 

Mierda.. creo que me pasé.. 

El bullicio que había en el salón se esfumó desde que comencé a gritar. Así que era mucho más incómodo y la tensión era más que inmensa. 

- ¿Así que eso crees de verdad sobre mí? - La chica alta rompió el silencio, aunque su voz apenas se escuchaba. 

- Y-yo.. - Me interrumpió 

- ¡Yo no soy una ricachona de mami ni de papi que se burla de los demás! ¡Solo quería ser amigos en la nueva escuela y dejar la competencia! ¡Quería librarme de mamá! ¡No quería pelear con nadie, ni mucho menos contigo! ¡Que te hace pensar eso de mi! ¡¿Acaso alguna vez te hice sentir mal solo por ser hija de unos padres ricos?! ¡Yo no critico a nadie por ser alguien en esta vida! ¡Por que pensaste..eso.. ? ¡Al contrario de reírme de ti, te admiraría aún más! ¡Tu eres grandiosa! ¡¿Por que no lo vez como yo lo veo?!

Tomó aire apresuradamente mientras limpiaba rápido sus mejillas húmedas por lágrimas amargas y dolidas. Entonces se fue corriendo fura del salón mientras que las demás chicas corrían detrás de ella para poder alcanzarla y consolarla supongo. 

Me quedé en shock, plasmada como si me hubieran dado la peor noticia de mi vida. Mi corazón latía a mil, no se si por miedo, nervios, pena ¿adrenalina?, mis manos y pies temblaban. Bajé la cabeza lentamente. 

Me siento observada por todos, incluso por las paredes del salón. Una voz irrumpió. 

- Vaya viejo.. eso fue terriblemente tenso 

Giré mi cabeza lentamente para ver de quien venía la voz y cuando lo hice, vi que todos los chicos estaban reunidos a un lado del salón, sentados todos en bancas juntas. Todos me miraban sin saber que más hacer. 

Uno de ellos se levantó y vino hacia mi. 

- Oye.. ¿estas bien? 

Mis piernas no pudieron más y comencé a caer. El pelirrojo me tomó de los brazos para no caer fuerte, mas sin embargo se agachó conmigo para charlar. 

- Si me pasé ¿cierto? - Él me miró por unos segundos y respondió.

- Si jeje.. tal vez mucho - Tape mi cara de vergüenza. - Pero puedes arreglar las cosas 

- Eso estaría muy bien - Dijo Sero. Alcé la cabeza y vi que ya todos.. o al menos la mayoría ya estaba allí reunida mirándome y opinando sobre la situación. No sabía a quien de todos hacerle caso y las diferentes voces se escuchaban con eco entre mi cabeza. 

Pronto llegaron las chicas y detrás de ellas el Profesor Aizawa, así que iniciaron las clases, pero en todo el día no podía pensar en nada más que no fuera la pelea entre ella y yo, me sentí muy culpable por todo lo que dije.

Lo siento, Yaomomo.. 

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ᴀᴍᴏʀ ᴇɴ sᴇᴄʀᴇᴛᴏ | ʏᴀᴏᴍᴏᴍᴏ x ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀ (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora