Dentro de un apartamento una figura caminaba de un lado al otro hablando en voz baja, tal vez pelando consigo misma. Quería gritar o tal vez llorar, o tan siquiera ambas debido a la situación en la que se encontraba. Era sin duda algo por lo que todos habían pasado en una o varias ocasiones en sus cortas vidas, pero para SeokJin era la primera y rogaba que fuera la última.
"Vamos SeokJin, sólo debes aceptar el trabajo y ya, solución temporal de tu vida" era el pensamiento que se repetía sin parar en su mente.
No era un trabajo como los anteriores, tenía incertidumbre, la enorme suma de recompensa que obtendría si lo realizaba era desorbitante. No había forma de que sea un blanco fácil.
Era tal, que por unos segundos dudó de sus habilidades y encantos que nunca habían fallado ¿y si esta vez sí?
-¿Por qué dudo de mí? Soy el mejor en esto- se preguntó a sí mismo. - He hecho cientos de trabajos así- se animaba mientras tomaba su teléfono.
1 tono, 2 tonos y ¡BEEP!
- ¿Hola?- preguntó un tanto ansioso de decir esas palabras que le quitaron el sueño desde hace varios días
-Seok, esperaba tu llamada con ansias, dime ¿aceptarás el trabajo?- preguntó la voz del otro lado y el miedo se apoderó de su cuerpo..
-Acepto- fue lo único que puedo contestar.
- Te enviaré el nombre de la persona dentro de unos días, el dinero es entregado al instante en el que lo cumplas. - escuchó un suspiro que no supo descifrar- Espero que pienses en un muy buen plan, estamos confiando plenamente en ti, todo esto es por el bien de todos. Hasta luego - y cortó.
Lo único que pudo hacer es ver por su ventana y empezar a maquinar diversos planes de ataque y formas efectivas de salir vivo de aquel trabajo.
3 días pasaron hasta que le fue entregado un sobre con información del objetivo de la operación y una pequeña reservación en un lujoso restaurante local.
Restaurante "Le Ciel de Paris" Reserva a nombre de: AlRashid
Hora: 21H00pm
Y para Jin, el suicidio hubiera sido la primer plan a efectuar al leer el nombre del sujeto al reverso de la tarjeta de reservación.
El híbrido original Min, o como lo dices en tu idioma natal, Min Yoongi
Si hace medio siglo le hubieran dicho que volvería a verlo, sin duda alguna estaría con el corazón en desmedida emoción de reencontrarse con él. Pero ahora la persona que en sus momentos más íntimos le juraba mover mar y tierra por su cariño, sólo vivía en un amargo recuerdo de traición.
- ¿Qué tal es este trabajo? - preguntó la otra Kim al verlo plasmado con aquel sobre en las manos en el living del departamento
- Creo que será mejor que encontremos una linda cueva en el Himalaya para pasar el tiempo que nos queda - la miró con aquellos estragos del pasado reflejados en sus ojos
- No puede ser tan malo - comentó escéptica Jisoo
- Créeme, será mejor que encontremos las mejores camas por al menos los próximos 5 siglos.
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