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( a partir de acá no van a haber intros: chanmin)

BangChan estaba muy entretenido jugando con su teléfono una "interesante" partida de free fire en una silla que se situaba en una punta de la pequeña habitación, teniendo sus pies elevados y cruzados sobre la esquina de la cama.

Muy al contrario de Seungmin.

El menor lo miraba con odio, sentado con las piernas semi separadas en el centro de la cama y con solo un bóxer puesto.

— Casi me dejas parapléjico y ahora solo miras esa basura.

Su tono de voz no era para nada amigable, cabe aclarar.

— Pero no era yo quién gritaba por más. -
Contra atacó Bang, sin despegar la vista de su celular y intentando volver a concentrarse bien en su juego. Solo quedaban 2 personas además de él y quería un booyah.

— Por lo menos ayúdame a cambiarme bien, idiota.

Lo siguiente que se escuchó en la habitación fue un pequeño grito y festejo de emoción, luego un golpe y una queja. BangChan había ganado y Seungmin le arrojó una almohada en medio de su danza de la victoria al ser ignorado.

— Vamos, bebé, no puedes enojarte por eso. Además, hoy era domingo que abrían las demás arenas, obviamente no podía no jugar un torneo ahora.

El rubio se acercó al castaño y si no fuera que a este último le dolía toda su parte inferior y un poco de la superior, seguramente ya se hubiera tirado contra él a golpearlo.

— Eres un imbécil, Bang.

— Soy tú imbécil, Kim.

El australiano separó un poco más las piernas de Seungmin -las cuáles tenían varios hematomas y marcas, principalmente en el muslo interno- y se acostó entre estas, dejándolas sobre sus hombros y restándole importancia a las quejas de Kim, recostó con cuidado su cabeza sobre el vientre de Seungmin y dejó varios besos por la zona.

— Deja de molestar, Christopher.

— ¿Te dije cuánto me enciende que me llames así? –
Habló con un tono burlón y recibiendo una pequeña risa junto a un suave golpe en la cabeza, que realmente casi ni había sentido.

— Cállate tonto. – respondió tajeante Min, fingiendo que seguía enojado aunque dudaba que Chan aún piense que sí.

— Yo también te amo, cariño.

Se frotó tal y como un gatito con los ojos cerrados sobre el vientre de su pequeño bebé, ignorando sus protestas de dolor en las piernas y gran parte de su cuerpo.

Pero pronto esas quejas solo eran pequeños suspiros tranquilos mientras acariciaba la cabellera rubia, creyendo que su novio estaba durmiendo, pero no, este escuchaba a la perfección la dulce voz de Seungmin tararear una canción que no supo reconocer, pero que lo hizo dormir realmente en muy poco tiempo.

Seungmin era tal dulce.

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⏰ Última actualización: Jun 24, 2023 ⏰

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