Defendiendo a la familia

Final

Jeimi: ¡Ahora!.- Gritó desde el otro pasillo y un grupo de estudiantes salieron de sus aulas con balones en sus manos y de inmediato comenzaron a lanzarle al ex-profesor.

Jeimi desde su lugar tomó un par de uvas y se las lanzó al profesor directo en la cara, una vez terminaron de lanzar las pelotas, el chorro de agua no se hizo esperar empapando por completo al hombre.

Javier: ¡Paren maldita sea!.- Escupía, tratando de esquivar el agua.

Desde dirección el alboroto de los estudiantes se hizo escuchar e inmediatamente salieron a ver qué pasaba y tal fue su sorpresa al ver como el canalla estaba totalmente mojado.

Javier: ¡Estúpidos mocosos!.- Gritaba el hombre enojado una vez se acabó el agua.

¡Ey, Profesor!.- Gritó un chico que jugaba fútbol de octavo grado.- ¡Esto es por lo que me hiciste pasar en cuarto año!.- Soltó lanzándole la pelota que vino a dar justamente en sus partes bajas.

Javier: ¡Rayos!.- Exclamó adolorido mientras se dejaba caer de rodillas.

Cuidadosamente sus hermanos se acercaron a Ethan.

Camila: Si se meten con un Bustamante-Andrade, se meten con todos.- Aseguró pasándole un brazo por los hombros a su hermano, Ethan sonrió agradecido... Pablo, quien había escuchado todo, no pudo evitar sonreír también

Pablo: Estaba pensando en darle su merecido, pero después de esto ¿Tú qué opinas, hijo?.- Preguntó en tono bajo para que solo él y los niños oyeran.

Ethan: Creo que ya tiene lo que se merece Papá.- Contestó riendo con sus hermanos.

Después del alboroto que se armó en la escuela, la directora tuvo que mandar a Javier a la enfermería debido al daño causado por el balón afortunadamente y por suerte para Jeimi, Luna y Camila no preguntaron quién fue el responsable, lo cual fue un respiro para la menor de los Bustamante.

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Mientras tanto en la camioneta en dirección a la casa de la familia Bustamante...

Camila: ¿Vieron la cara del profesor al ver su auto? ¡Fue genial!.- Comentaba extasiada.

Jeimi: Lo más divertido fue cuando lo golpearon con el balón ¡Eso es tener buena puntería!.- Añadió halagando al chico de octavo grado.

Camila: Al menos la directora no supo quién fue el responsable.- Dijo olvidándose que iban con sus padres.

Marizza: Y se puede saber ¿Quién fue el responsable?.- Preguntó volteándolos a ver con expresión seria, seguido de su esposo.

Camila: ¡Ni idea!.- Miró nerviosa a sus padres.

Pablo: Camila.- Habló serio.

Luna: Fue idea de Camila y Jeimi yo no quería ¡Lo juro!.- Soltó de inmediato no pudiendo más con la culpa.

¡Lily!.- Reprocharon sus hermanos al verse descubiertos por culpa de su hermana.

Marizza: ¡Niños basta!

Jeimi: Solo queríamos ayudar a Ethan, Mamá.- Se justificó.

Marizza: A pesar de sus buenas intenciones, eso no estuvo bien...- Dijo como una buena madre aunque por dentro estaba orgullosa de sus hijos.

Camila: Bueno, era eso o que Papá lo golpeara.- Admitió con simpleza.

Pablo: La niña tiene razón...

Marizza: ¡Pablo!.- Lo reprendió.

Pablo: ¡Es que es verdad!.- Se defendió.- El tipo se lo merecía por cretino ¿O me lo vas a negar?

Marizza: Bueno no, pero...

Pablo: ¿Quién fue el quilombero al que se le ocurrió esta brillante idea?.- Preguntó sonriendo ante las travesuras de sus hijos, todos señalaron inmediatamente a su hermana...

Marizza: ¿Tú armaste todo eso?.- Preguntó sorprendida.

Camila: Sola no, pero digamos que fui la cabeza en todo esto.- Reconoció con orgullo.

Pablo: ¡Eso es genial...!.- Soltó sonriendo, pero inmediatamente sintió el golpe de su esposa en desaprobación.- ¡Digo! Eso estuvo muy mal niños muy, muy mal...

Los pequeños no pudieron evitar sonreír junto con Marizza sin poder evitarlo.

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Quince minutos después llegaron a su casa e inmediatamente los pequeños bajaron del auto mientras Marizza iba a cocinar con su esposo.

Pablo: Esa niña de verdad que es influyente.- Decía mientras entraba después de su esposa.- Igual o más que tu.- Dijo divertido.

Marizza: Tienes razón.- Reconoció sonriendo.- Pero deberíamos preocuparnos más en ella, pues te recuerdo que, así como es buena para meterse en problemas es buena para esquivarlos y no sabemos qué problemas nos traerá cuando entre al élite way.

Pablo: Camila es muy inteligente, juraría que a pesar de que haga travesuras jamás la descubrirían.- Aseguró sonriendo, mientras se ponía un delantal para cocinar junto a su esposa.

Marizza: ¿Por qué estás tan seguro?.- Preguntó dejando de picar, su esposo se acercó y la tomó de la cintura.

Pablo: Porque es nuestra hija.- Contestó riendo para después robarle un beso.

Camila: ¡Má! ¿ya está listo el almuerzo?.- Se escuchó una voz desde las escaleras.- ¿De verdad siempre los encontraremos así cuando estén solos?.- Preguntó con una mueca de desagrado en seguida se acercó a la nevera y sacó un jugo de manzana.

Marizza: Por cierto, Hija ¿Cómo se enteraron tus hermanos y tú, de lo que el profesor le estaba haciendo a tu hermano?.

Camila: Los oímos atrás de la puerta.- Contestó con simpleza mientras se subía a una de las sillas y recargaba sus codos en la barra, sus padres se sorprendieron al oírla.

Pablo: Es de muy mala educación oír las conversaciones ajenas, Camila...

Camila: Los Tíos nos contaron que ustedes también lo hacían con las conversaciones en el colegio y más.- Añadió mirándolos con reproche.

Marizza: Eso fue diferente y...

Camila: Debo ir a hacer mi tarea.- Los interrumpió sin darle importancia, incorporándose y saliendo de la cocina, Marizza aún estaba sorprendida de que sus hijos hayan hecho eso, Pablo la volteó a ver en seguida y ambos supieron lo que se vendría.

¡Pobre Dunoff!.- Soltaron preocupados al mismo tiempo.

"Los padres, los hermanos, los tíos, o primos pueden llegar a ser grandes amigos y siempre sin esperar nada a cambio.- Anónimo"

     Fin.