Gusto Raro [ UzuGyu ]

XIII

-Lo más divertido fue... ver tu cara de idiota todo el tiempo pilar....

Las palabras que el peli verde decía apenas podían ser articuladas, pequeñas frases sin sentido que iban haciendo sonreir a Uzui, quién a su vez trataba de no mostrar lo mal que se encontraba. Gyutaro quería verlo sonreir por última vez; a pesar de que no fueron muchas las que vio antes.

-Besas bien...

-Ay por favor.

-Eres bueno en la-

-Cállate ya, ¿no ves que estás muriendo? -Rió el pilar incrédulo por cómo el demonio empezaba a bromear a pesar de encontrarse en ese estado.

La escena que estaban haciendo era demasiado fuera de si que por un momento, pudieron olvidarse de lo que realmente estaba pasando, un humano... un demonio... ambos sintiendo algo tan extraño y tan doloroso a la vez...

-Tú también estás muriendo pilar... deberi- Ugh... -Una expresión de dolor se mostró en su rostro al tratar de moverse -. Deberías irte pilar... tienes tiempo... -Cada parte de su cuerpo estaba desintegrándose lenta y dolorosamente, podía sentir su cuerpo arder más y más a cada segundo, y sabía que era parte de su castigo sufrir en todo el proceso.

No quería que Uzui lo viera así.

No quería que apreciara lo débil que se encontraba.

-No sé porqué siento que quiero decirte algo... -habló el pilar algo nervioso. -Yo-

-¿Te me quieres confesar justo ahora?

-¿Qué? ¡No, claro que no!

-Idiota...

-Es tu culpa.

-Claro, después de todo te pasé el efecto de la pastilla mediante mi sangre.

-¿Qué? ¿Otra vez?

-Lo siento...

Uzui suspiró en señal de derrota por eso, por más que quisiera no podía molestarse en ese momento.

Sabía que Obanai había llegado a ayudarlo horas antes, pero la luna superior dos terminó con él en tan sólo segundos y no pudo dar aviso de lo que pasaba a los demás.

Mediante su cuervo, Suma y Makio fueron avisadas de que debían de irse lejos de allí para que no salgan heridas, pero ellas trataron de buscar ayuda pidiendo refuerzos, lo que ocasionó que Douma las encerrara en una de sus técnicas y se encargara de que nadie avisara que dos lunas estaban ahí. No dejó vivo a ningún cazador que se acercó al lugar. Tras el amanecer recién podrían ayudar a Uzui.

Tanjiro, Zenitsu e Inosuke son otro tema.

-Quisiera haberte podido ayudar... -Susurraba el demonio con arrepentimiento mientras sentía varias cosas dentro de sí, una de ellas era el miedo, no quería morir, quería estar con su hermana y hacer el bien, ayudar a las personas a partir de ese momento, pero ya era demasiado tarde. -Lo siento...

-Está bien, para la próxima será....

-Siento que hemos vivido ésta escena antes.... Pero igual... tú nunca me hubieras ayudado.

-Si nos hubieramos conocido en un momento diferente quizá sí... Aunque sólo si tú hubieras sido humano.

-O tal vez tú un demonio...

-No lo creo. -Habló tratando de sonreir pero lo único que pudo hacer es apretar fuertemente sus labios para evitar botar sangre.

-Estás realmente mal, vete ya...

-No.

-Entonces dejame convertirte en demonio y sal de aquí...

-Gyu, no renunciaré a mi humanidad, si me dieran a escoger... entre la muerte y a ser un demonio, me mataría...