Flechas sin dirección.

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Sientes una leve brisa atravesar tu cuerpo al abrir los ojos por primera vez, sientes en tus ojos el eterno asombro de la oscuridad, a pesar de esto, tu cuerpo intuitivamente se levanta en contra de tu voluntad, y así, comienzas a caminar en el eterno abismo, donde tus pasos suenan en el largo pasillo que se ha formado frente a ti.

Y sigues caminando sin conocer el concepto del tiempo, ni siquiera se te había ocurrido la idea de que, por lo poco que sabías, que por mucho que caminaras, no encontrarías lo que tu corta memoria pide a gritos encontrar, eso fue hasta que un hombre vestido formalmente, con un elegante sombrero que cubría sus ojos junto con su estrafalaria sonrisa aparece frente a ti, no puedes sentir su aura ni sus intenciones, hasta que el hombre comienza a hablar, su inocente y ligera voz habla directamente a tu ser, traspasando tu cuerpo....

Por fin... después de tanto esperar, apareces frente a mi....

No respondes a su verborrea, en cambio examinas su lenguaje, el movimiento de su boca, los sonidos creados, aunque no tengas mucho conocimiento, sabes donde estas y sabes de que habla este ser, y con eso, guardas silencio.

¿Cuál es tu nombre?

No entiendes su pregunta, no entiendes a que se refiere con "Nombre", aun así, intentas responder a su llamada, aunque cuando lo haces?

Interesante respuesta, veo que has retenido la información que te dieron, ahora....
¿Cuál es tu misión?

Después de escuchar su pregunta, inmediatamente se te ocurre una respuesta, y ahí, te quedas callado ante el hombre.
El hombre tiene tu respuesta, lentamente mueve sus manos hacia arriba desde su cabeza, haciéndote retroceder con la guardia en alto por temor a ser atacado.

Es hora de la prueba, con esto determinaré si estás listo para pasar al nuevo mundo, o....

Un vórtice de luz brillante aparece detrás de ti, es una luz radiante.
Pierdes temporalmente la visión, sientes un dolor hilarante e intenso que quema más que las estrellas.
Cierras los ojos, intentas gritar, pero no sabes cómo hacerlo.

...si debes volver para recibir tu entrenamiento y el castigo adecuado.

Y con eso, sus palmadas remodelan el espacio a tu alrededor, causando una distorsión de sonido y movimiento, creando objetos que se forman entre tú y el hombre; dos sillas y una mesa con lo que parecen piezas descansando sobre ella.

Vamos a jugar a un pequeño juego, mi favorito en realidad.
Aún debes recordar las reglas, ¿verdad?

Sin divagar, te asomas a la silla y te sientas, raramente, aunque el aura de este ser difunde incertidumbre, sientes una familiaridad única con él.

Mientras participemos, tendrás que prestar atención a los detalles de tu misión, si al final no consigues derrotarme, o no recuerdas tu objetivo, no habrá una segunda oportunidad, ¿entendido?

El hombre lanza dos de las piezas al aire, tras unos segundos en el aire, las atrapa y te las muestra.

Un verdadero maestro sabrá qué elegir para lograr su victoria...
¿Tomaras accion antes que yo, o seguiras tras mi iniciativa?

Tu visión comienza a oscurecerse de la escena mientras el hombre espera tu decisión...

Hijo De La LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora