Compañia no deseada.

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Kenai se encuentra en su cama, durmiendo cómodamente al son de la ligera lluvia desatada en la naturaleza, hacía unos meses que no venía a visitar a su familia, a su hermano y a su ciudad natal, el hecho de solo dormir en un lugar que ella llamaba hogar le traía paz, pero no la suficiente como para ignorar cuando escucho que alguien se movía bruscamente en su habitación, con un fuerte pisotón, Kenai se levantó lentamente de su sueño.

Kenai: Alex?

Fue entonces cuando Kenai pudo ver que no solo Alex no estaba en su cama, sino que la ventana de su habitación estaba abierta, donde vio por un segundo como Alex saltaba de ella.

Kenai: ¡¿H-Hey Alex?!
(¿Qué demonios hace a estas horas?)

Kenai se escabulle rápidamente como puede, cogiendo su ropa junto con su arma de confianza: un arco y flechas.

Tarda unos minutos en prepararse, en los que empieza a cuestionarse la extraña actitud de Alex.

Kenai: (¿Por qué Alex saltó por la ventana? Se que es estupido pero hasta él sabe que hay una puerta, y lo que es más importante, ¿qué hace a estas horas de la noche saliendo así?).

Kenai, finalmente lista, comienza a caminar hacia el segundo piso, pero en cuanto está a punto de abrir la puerta de su habitación, su vista capta algo más interesante, se percata de que hay una luz que proviene del exterior de su habitación hacia el pasillo de la casa, al ver esto, rápidamente alista su arco, apuntando desde el centro de la puerta exactamente 40 centímetros hacia abajo y 20 centímetros a su derecha.

???: ARGH-

???: Que demonios-

En cuanto Kenai escucha esto, dispara una de sus flechas a través de la puerta, impactando a quien sea que este detrás de la puerta, se puede ver como la luz se disipa mientras el sonido de algo metálico cae por las escaleras, pero en cuanto Kenai suelta esa flecha, inmediatamente abre la puerta y dispara otra hacia la izquierda, impactando la silueta de un ser humano, es difícil de discernir debido a la oscuridad de la casa, esto provoca que el humano grite una vez más de dolor.

Kenai: ¡Pa! ¿Tienes el otro?

Desde ahí se ve que Rüdiger tiene agarrada a otra persona, que es un poco más visible, lleva ropa de cuero oscura y armas muy afiladas a su lado.

Rüdiger: Quédate quieto o te rompo el cuello.

Debido a la conmoción, Beth se ve rápidamente saliendo de la habitación para encontrarse con la escena frente a ella, su marido sujetando fuertemente a alguien hasta el punto de que apenas puede moverse, y otro inmovilizado contra su pared con flechas agonizando sobre Kenai.

Beth: ¿Q-qué está pasando...?

Bandido 1: S-suéltame ahora mismo maldita rubia de mierda-.

Una flecha se clava en su rodilla, haciéndola gritar una vez más por el dolor actual.

Rüdiger: Tienes 2 segundos para explicar por qué has decidido invadir nuestra casa a estas horas.

Rüdiger afloja un poco más su agarre, permitiendo que el extraño intente respirar.

Bandido 2: Come mierda-

Hijo De La LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora