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No sabía con exactitud cuántos años de diferencia tenían entre ellos, quizá era alguien muy joven para su especie o viceversa. Pero por su apariencia, era menor que él, de eso estaba seguro.

—Quizá le guste las paletas...—observó al súcubo, cuyo nombre extrañamente sonaba como el de un simple mortal.

Aún bajo la atenta mirada de Jungkook, se levantó silenciosamente y se alejó para buscar entre unas cajas.

Taehyung se sentía extraño buscando aquello, no había comido algún dulce durante varios años, y como si no fuera suficiente, solo almorzaba y cenaba comidas muy simples, a pesar de tener dinero solo se limitaba a eso.

—T-toma— le extendió tímidamente la colorida paleta frente suyo. Apenas el súcubo la cogió, el rubio se alejó de él, en una gran zancada hacia el lado opuesto.

Jungkook enarcó la ceja viendo aquella reacción y solo atinó a reírse disimuladamente.

—Oye, no muerdo... aún—dijo eso último casi en un susurro. Pero al parecer el rubio no había prestado atención, estaba ahí observando perdido aquellas cajas delante suyo.—¿Qué es esto?

Nunca había visto algo así en su mundo.

—Ehm... ¿esto que es? ¿sirve para algo? ¿por qué es tan colorido?— le abrumó con muchas preguntas al rubio. Al ver que seguía sin prestarle atención, jaló suavemente su manga.

Taehyung sintió la manita de Jungkook tirar y salió del transe en el que estaba, estaba confundido, no entendía por qué estaba aún con vida, hace un buen rato que todo debió terminar, pero no sabe que le pasaba, estaba muy nervioso.

Quizás por que se encontraba a punto de tener relaciones con un demonio súcubo que poseía aspecto de adolescente, pero que en aquella página de brujería decía que tenía 100 años recién cumplidos.

Y que además era guapo.

¿Qué estaba diciendo? Era hermoso, muy hermoso. Jamás había visto una persona tan perfecta.

Toda esa información ni de broma lo asimilaría en pocos minutos, debió al menos prepararse mentalmente antes de tomar una aquella decisión tan importante de su vida, morir de una vez por todas.

Liberó su mente de todas aquellos pensamientos y prestó atención a lo que sea que le estaba preguntando el súcubo para irse rápidamente al baño.

—¿Qué cosa...?—miró la manito del súcubo y seguidamente a él, definitivamente todo en el era hermoso.

—Pues te había preguntado que para qué servía esta cosa que me acabas de dar.— preguntó mientras agarraba la paleta al revés y lo miraba muy confuso.

—Es una paleta, es un dulce... eso se lame hasta que todo el caramelo se deshaga.

Jungkook agudizó sus oídos al escuchar la palabra 'lamer', miró al rubio y le sonrió pícaro.

—¡Oh, que coincidencia! Es lo mismo que haré con tu pen-

—¡N-no quiero detalles, gracias!—lo detuvo antes de de que diga otra cosa muy vergonzosa. El súcubo abrió la envoltura extraña transparente que lo envolvía y le dio una lamida, quedó maravillado con el sabor.—Bueno... iré un momento al baño. Espérame aquí mientras terminas esa paleta, por favor.

—Bueno, si me diste esta cosa para simular lo que haremos después, entonces sí me lo terminaré rápido... ¿pero podrá ser que esto también simule el sabor de tu pen-

—¡Si me disculpas!—interrumpió Taehyung nuevamente, no puede ser que sea tan pervertido.—Ahg, lo que lo tiene de perfecto de tiene de bocón.—pensó.

El rubio se apresuró en entrar al baño y a cerrar la puerta. Su cara estaba roja de la vergüenza, y le fastidiaba un poco porque sus mejillas parecían que iban a estallar.

Abrió la llave del lavabo y dejó caer el agua en la palma de sus manos para luego echárselo un poco y conseguir bajar el calor de sus mejillas.

Será una larga noche...

Blood Moon | VkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora