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Sin secarse el rostro, dejó descender aquellas pequeñas gotas, al igual que su espalda apoyada en la pared, hasta quedar en el suelo.

Pensó que una decisión así iba a ser fácil de asimilar.

Y el problema no era aquel encantador súcubo, sino él mismo.

Taehyung nunca estuvo acostumbrado a tener contacto físico con alguien que no había visto nunca, además que le incomodaba y le abrumaba que el chico sea muy hablador y le haga muchas preguntas.

Por más perfecto que sea aquel pelirrojo, simplemente no podía con su propio lado tímido y antisocial.

Aquel súcubo de allí afuera tenía una personalidad totalmente opuesta a la de él, y el rubio de tan solo pensarlo, lo abrumaba aún más.

Se levantó con desgana y se acercó al lavabo.

-Taehyung, un poco más, y ya no tendrás que aguantar las crueles palabras de los demás. Sólo un poco más...-se repetía a sí mismo mientras miraba su reflejo al espejo, directo a los ojos.

Aquellos ojos que tantos problemas le trajo a sus cortos veintidós años, inexpresivos y sin vida, al igual que en su interior.

Cansado ya mentalmente, sujetó sus manos en los extremos del lavabo y dejó caer su cabeza hasta que su mentón casi toque su propio pecho.

"-Nunca había visto una persona que oculte una parte atractiva de su cuerpo...¿por qué ocultas tus ojos?"

Recordó fugazmente el rubio.

Dejó de respirar por unos segundos y analizó aquellas palabras. Taehyung intentó recordar el semblante con el que Jungkook dijo eso, llegando a la conclusión de que aquellas palabras no tenían otras malas intenciones.

Con sus delgadas manos, jaló las hebras doradas de su cerquillo hacia atrás y se acercó al espejo, dubitativo. Pronto observó sus ojos más a detalle, no entendía porque ese chico dijo, desde la perspectiva del rubio, algo tan poco creíble.

Nadie le había dicho algo como eso en toda su vida, y ocurre justo el día en que él decide acabar con su vida.

Taehyung consideraba eso totalmente irónico.

—¿Es que acaso nada sale como yo quiero? ¡Maldita sea!– susurró arisco, mientras apretaba con furia el borde del lavabo.

Pronto, recordó que Jungkook estaba afuera, así que para despejar su mente de sus frustraciones, da una profunda bocanada de aire y camina un poco en el angonsto espacio del baño.

Al cabo de unos minutos, consigue calmarse un poco. Se acerca a la puerta y gira la perilla para abrirla, no sin antes ocultar nuevamente sus ojos con las hebras de su rubia cabellera.

Ignoraría esas bonitas palabras a como dé lugar, ya no quería salir más lastimado.

Por ahora solo se concentraría en acabar lo que había comenzado.

—Ya no puedo retrasar más esto. Será hoy o me dejo de llamar Kim Taehyung.

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⏰ Última actualización: Feb 23 ⏰

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Blood Moon | VkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora