Capítulo 4 - Visitando a papá

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27 de septiembre del 1992

Ali y yo bajamos del avión con la guía de la azafata. Dejándonos donde deberíamos encontrar a mi padre. Buscando alrededor, lo veo y sonrió.

—Vamos Ali— tomamos nuestras cosas y ella me siguió.

Rápidamente corro, salto hacia él y lo abrazo

—Hola cariño— me dice, correspondiendo al abrazo y luego me deja en el suelo lentamente

—Hola papá, déjame presentarte a mi amiga Alice— le dije señalando a mi amiga, luego miro a ella—Este es mi papá, Ali—

—Mucho gusto señor— dijo con esa mirada soñadora que la caracteriza

—Hola pequeña, espero que disfrutes tu tiempo en Forks— dijo con una pequeña sonrisa

—Sé que me divertiré mucho—

Luego tomó nuestras cosas y los puso en su auto que es la patrulla de policía.

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Cuando llegamos a la casa, mi padre dejó nuestras cosas en mi cuarto. Lo seguimos y comenzamos a desempacar. Una vez listo, nos bañamos, nos pusimos nuestras pijamas y nos tiramos en la cama porque ya estábamos cansadas por todo el viaje.

—Sabes Ali, acá en Forks podremos entrenar nuestros poderes con más libertad. Tenemos el bosque. —

—Es una buena idea, pero tampoco entrenemos todo el tiempo. Quiero divertirme, conocer a tu amiga Leah y salir de compras—

—Si sabes que sólo tenemos 5 años, ¿verdad? Mi papá no nos dejará salir solas de compras—

—¡Ah! Cierto, lo olvidé. Como subimos solas al avión, pensé que no habría problema— dijo con un puchero y se comenzó a reír —Supongo que podemos pedirle a la madre de Leah que nos saque—

—Claro, la tía Sue es muy simpática y amable. Además, sabes que solo pudimos viajar solas porque teníamos permisos de nuestros padres, pero aun así las azafatas nos cuidaban—

—No veo la hora de ser mayores, tener que pedir permiso para todo es molesto. —

—En eso te doy la razón— dije con un bostezo

Poco a poco nos fuimos quedando dormidas.

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—Levántate Ali, mira por la ventana ha salido el sol. Podemos ir a la Push, te presentaré a Leah y podemos jugar con los demás niños—

—Si sabes que no somos niñas, ¿verdad?... bueno al menos no mentalmente — dijo soñolienta

—Lo sé, pero esto no es solo un juego. También es entrenamiento. Ayer, en el avión lo estuve pensando y podemos jugar con globos de agua. Mientras nos lo tiramos unos a otros, tenemos que esquivar, eso nos ayudará a tener mejores reflejos e instintos. Empezaremos con globos de agua porque aún somos niñas, luego ya iremos subiéndole el nivel. —

—Eso suena duro... zZzZ— dijo con voz cansada mientras se volvía a dormir

—Al menos no te estoy tirando rocas como lo hicieron conmigo. Solo recordarlo me empieza a doler el cuerpo— dije entre susurros mientras jalaba a Alice de la pierna

—Yayayaya me voy a levantar, deja de jalarme que me voy a caer— dijo mientras yo la solté y de igual modo se cayó, ambas nos quedamos mirando con los ojos abiertos y de la nada soltamos una carcajada.

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