Febrero 2008
Abigail
Es un día demasiado lluvioso, casi deprimente.
No tengo ganas de salir. Pero se lo prometí a mi mejor amiga, Ana Zúñiga.
La invitó a una fiesta Erick, el chico que le gusta, y como buena amiga que soy acepté acompañarla.
Además no es tan mala idea que valla, se que estará Mateo Russo, un chico que es 7 años mayor que yo. Me gusta desde que lo conocí, la primera vez que fui a comer al restaurante de su familia. Pero el ni siquiera me presta atención. Supongo que cree que soy muy pequeña para él.
Jamás me atreví a hablarle. Lo sé necesito dejar de pensar tanto las cosas y simplemente hablarle pero, cada vez que se me da la oportunidad me paralizo y las palabras no me salen. Así que tengo que conformarme con verlo de vez en cuando y pensar todos los días en el.
Aun que... pensándolo bien quiero hacer algo para cambiar esta situación. Así que le preguntaré si quiere ir a la fiesta conmigo, total, no tengo nada que perder.
Como soy tan miedosa, se que en persona no tendré el valor de decírselo, así que le mandaré mensaje. Tengo su número desde hace dos meses, le dije a Ana que se lo pidiera. Pero obviamente no me e atrevido a escribirle.
Me pongo mis lentes, tomo mi teléfono y me meto al chat de Mateo. Le escribo un simple hola y dejo a un lado mi teléfono porque no quiero ver su respuesta.
Que cobarde eres.
En ese momento tocan la puerta.
-¡Abi, abre la puerta!!!- grita mi mamá desde su cuarto. Llegó hace una hora de su trabajo. Trabaja como criminóloga y suele llegar muy cansada. Es un trabajo que la consume mucho, sobre todo emocionalmente.
-Ya voy mamá-. Tomo mi chamarra del perchero, me la pongo y bajo las escaleras hasta la entrada de mi casa.
-¿Quién es?-
-¡Soy yo, Ana!-
Inmediatamente abro la puerta. Ana entra, camina a la sala y deja su abrigo y su bolso en un sillón.
-Hola Abi, ¿Qué tal va todo?- Se acerca y me da un beso en la mejilla.
- Todo bien Ana- Le devuelvo el abrazo-. Aun que le...
-¡Abi! ¿Aún no te has arreglado?-. Me interrumpe antes de que pueda decir algo y pongo los ojos en blanco.
Sin esperar respuesta me jala escaleras arriba hacia mi cuarto. Entramos y cierro la puerta.
Ana va directamente a mi closet y comienza a sacar vestidos y ponerlos encima de mi cama.
Mientras ella busca decido revisar mis mensajes. Inmediatamente me decepciono al ver que Mateo a leído mi mensaje pero no a contestado. Lo sabía, no debí escribirle.
-Este se te verá genial- Ana capta mi atención y me muestra un vestido negro de manga larga que me llega un poco más arriba de la rodilla. Se ajusta perfectamente a mi figura. Haces meses que no me lo pongo.
- Vale, este me gusta-, tomo el vestido.
-Corre, cámbiate para que nos vallamos. Ya casi llegan por nosotras, y creo que vendrá Mateo- esboza una sonrisa.
-¿En serio?- a pesar de estar desilusionada porque me dejó en visto empecé a sentir que me ruborizaba.
-Sí, así que apúrate a cambiarte-.
-Vale, en un momento estoy lista-.
*****
Suena el timbre de mi casa.
-Vamos Abi-. Abre la puerta de mi cuarto y sale.
-Ve bajando Ana. Voy a despedirme de mi mamá, bajo en un momento-, tomo mi chamarra y un bolso y salgo detrás de ella.
-Ok Abi, te espero abajo. Los haré pasar un momento-.
-Sí, claro. No tardaré-.
Ana baja las escaleras y yo me dirijo al cuarto de mi mamá. Doy unos leves golpes en la puerta pero no recibo respuesta así que abro la puerta y entro. Mi mamá esta dormida. Me acerco a ella y le doy un beso en la frente. Tomo la libreta y la pluma que tiene en su buró y le escribo una nota con la dirección de la fiesta.
-Te quiero mucho mamá, a pesar de todo lo que a pasado-. Las lágrimas se agolpan en mis ojos como sucede cada vez que recuerdo lo que pasó.
Respiro hondo, pongo todo en su lugar y salgo de su cuarto , cierro la puerta, me seco los ojos con la manga de mi vestido y comienzo a bajar las escaleras.
Me quedo parada a la mitad de la escalera al escuchar la voz de Mateo. Si había venido. Mis nervios aumentan un poco. Trato de calmarme y camino hasta la sala, donde están los chicos.
-Por fin Abi- dice Ana.
Ignoro su comentario y me dirijo a Erick.
-Hola- me acerco y le doy un beso en la mejilla-.
-Hola Abi un gusto verte-.
-Lo mismo digo-.
Volteo a mirar a Mateo y dudo un momento antes de acercarme.
-Hola Abi- me da un abrazo.
-Hola Mateo, me alegra que hayas venido- le devuelvo el abrazo.
Nos separamos y dedico un momento a observarlo. Se ve muy bien. Trae puestos unos pantalones de mezclilla negros, una playera blanca sin estampados y una sudadera negra con gorro. Bueno... también trae sus lentes, generalmente usa lentes de contacto, pero siendo sincera se ve más guapo así.
-¿Nos vamos?-
-Si claro-. abro la puerta y dejo que salgan todos. Tomo las llaves y cierro la puerta.
Mientras voy caminando noto que Ana se me queda mirando con una sonrisita en los labios.
-¿Que pasa?-.
-Oh, naaada. Solo que algo me dice que va a ser una noche muy interesante.- ríe un poco.
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Confío en ti
Teen FictionAbigail es una chica como cualquier otra. Es inteligente, divertida y bonita. Ella esta enamorada de Mateo, el chico más popular de la escuela. Ella cree que Mateo jamás se fijará en ella pero, no es así. Mateo también esta enamorado de ella. Pero...