adaptación | (𝑗.) jimsu .
En un mundo donde la supremacía de los alfas es incuestionable, Yoongi se ve obligado a huir a Inglaterra, donde se verá involucrado con Jimin Hasmet. Líder de una de las mafias más peligrosas de Turquía.
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El amanecer se extendía parsimoniosamente por el cielo, con la luz naranja deslizándose por todo el palacete, aparte de los rayos de luz, la bienvenida de un nuevo día llegó a Yoongi con el sonido agudo de las teclas ante el toque de su mano en un intento de aferrarse.
La incomodidad de la posición de Jimin frente a él cargándolo no disminuyó los golpes certeros que tenía cada vez que entraba y salía en él. Yoongi ya no se esforzaba en mantener sus gimoteos para sí mismo, sus labios ardían y punzaban por sus mordidas y las de Jimin.
—¡Ngh! J-Jimin, por favor, n-necesito descansar —jadeó contra los labios del alfa, quien respondió deslizando su lengua hacia su cuello y parando hasta uno de sus mallugados pezones, mordiéndolo con fuerza.
Las embestidas se vuelven más salvajes, las manos del alfa se aprietan en su cintura, dejando nuevos moretones. El sonido acuoso inunda la habitación y la espalda de Yoongi golpea insistentemente con las teclas del piano, provocando un sonido no armonioso de ellas. Jimin mueve su lengua y recorre su camino de vuelta a la curvatura del cuello del omega.
—Siempre serás mío —susurra Jimin, el castaño pierde la cuenta de las veces que lo ha proclamado suyo en toda la noche, le resultaba imposible contar en ese momento.
Cuando Jimin da un movimiento extraño dentro de él, tocando ese punto dulce, Yoongi no puede aguantar y tiene otro orgasmo seco. Mientras Jimin sigue embistiéndolo con fuerza, siente el impulso de desmayarse por tercera vez, otro nudo del alfa se aproxima poco a poco, el miembro de Jimin se sentía más latente dentro de él.
Lo despierta el ruido del mármol romperse de un lado, Jimin apenas le da importancia y extiende toda su semilla dentro de él con un jadeo. Lo había llenado tanto que apenas el alfa salía un momento de su agujero y el líquido blanco se deslizaba sin fin por los muslos de Yoongi.
Mientras esperan el nudo de Jimin bajar, el alfa agarra su rostro de un lado, girándolo hacia él y tomando sus labios sin prisa, Yoongi siente el agua inundar su garganta y refrescar su boca. A pesar del estado poco consciente del alfa, se había encargado de mantener a Yoongi hidratado, el omega no puede estar más agradecido de que el alfa tuviera una pequeña cocina en la planta baja de la habitación de la que no se había percatado cuando entró en la oscuridad de la noche anterior.
Por supuesto, Jimin no dejó a Yoongi ni un sólo momento y no dudó en llenarlo por completo en la encimera de la cocina cuando Yoongi pidió por agua.
Movía a Yoongi como una muñeca, levantándolo tan fácilmente como cualquier cosa hasta colocarlo exactamente donde lo quería. El celo de un gama no era una broma, el miembro de Jimin no bajó en toda la noche.
Yoongi se aleja cuando se siente ahogar momentáneamente por el agua, la línea de sus salivas extendiéndose entre sus lenguas daba una imagen de la que Yoongi se avergonzaría más tarde. El nudo dentro de él baja, pero Jimin no sale de él.
