- ¡Ese es el espíritu, McCall! ¡Gánatelo! - gritaba el entrenador lleno de entusiasmo. Scott, energizado, salió corriendo hacia el arco, tirando al piso todo aquel que se interponía en su camino hasta que iba a por Danny pero Scott seguía sin detenerse.
- ¡Scott, para! - grité pero Scott ya le había pegado a Danny con el palo de lacrosse. - Oh, por dios, ¡Danny!
Todo el mundo se dirigió corriendo hacia Danny, preocupados.
- Hombre, ¿estás bien? - preguntaba uno.
- Danny, ¿te lastimó duro? - preguntó otro. Me enfurecí y me dirigí hacia Scott junto con Stiles.
- ¿Me puedes explicar qué mierda te pasa en la cabeza? - lo empujé de los hombros casi haciendolo caer y me mira con más enojo aún.
- Es el doble de mi tamaño. - responde cortante y se da la vuelta, caminando hacia los vestuarios. Solté un bufido sin poder creerle. ¿Habla en serio? ¿Él es un hombre lobo, y le pegó a Dans simplemente porque era el doble de su tamaño?
- Scott, te patearé el culo después. Eres un idiota. Con más razón Allison no debería de estar contigo. - me fui. Corrí hacia Danny, empujando a los chicos de los hombros. Cuando llegué a él me agache y le agarré del rostro. Lo miré preocupada. Tenia sangre que salia de la nariz.
- ¿Estás bien, Dans? ¿Cuantos dedos ves? - pregunté mientras hacia un número.
- Emm, ¿dos? - yo asentí. Estaba bien. Miré al resto de los chicos que nos miraban preocupados pero sin saber qué hacer.
- ¿Qué hacen ahí parados? Que alguno me traiga una toalla o cualquier cosa para detener la sangre. - todos asentieron pero solo se fueron unos varios a buscar la toalla. Vaya equipo. Vi al entrenador que miraba boquiabierto a la escena, y un poco confuso.
- O-oye, yo soy el entrenador. Yo les ordeno a mis chicos qué hacer. - me dice
- Y mire lo que ha hecho hasta ahora. - rodé los ojos.
- Hannah, tranquila. Estoy perfectamente. Es muy dulce que te preocupes pero estoy bien. - se levanta de poco en poco hasta que queda en pie - ¿Ves? - Bufo y le tiro la cabeza hacia atras con cuidado.
- Así no sale tanta sangre. - le sonreí de constado. - Ven a sentarte en la banca. - Fuimos y mientras esperábamos la toalla escuchaba atenta una conversacion entre Lydia y Jackson.
- ¿Está bien? - pregunta Lydia.
- Sí, solo le golpeó la nariz. - después de unos segundos de silencio suelta un bufido confuso, mirándola.
- ¿Qué? - pregunta Lydia confundida.
- Tu lápiz labial... - Lydia saca un espejo del bolsillo de su bolso y se mira en él. Lo tenía corrido.
- Oh, me pregunto cómo pudo haber pasado. - dice ella y se lo arregla. Espera un momento... Ella estuvo a solas con Scott, y... espero que no haya pasado lo que yo creo.
-
Tocó el timbre, señal de irme hacia mi casa. Tomé mis cosas sin apuro, y salí del instituto pero vi a Isaac sentado en un banco con una bicicleta a su lado. Miré nuestro alrededor y no había casi nadie. Decidí acercarme y me senté a su lado.
- Hola. - dije. Él me miró y yo le sonreí. - Disculpa si mi pregunta del otro día te ha molestado. Enserio, no quería asustarte o irritarte.- él asintió y observó sus manos.
- ¿Estás bien? Isaac, si necesitas a alguien para hablar me han dicho que soy buena escuchando. - rodeé su brazo con el mío y lo observé. Pareció sorprenderle esta acción, e incomodarle un poco pero después de unos segundos se relajó.
