- ¿Por qué te gusta ese chico? -Preguntaba Claudia a Susana mientras ambos pasaban la tarde en el cuarto de Susana, para estos momentos Susana y Tim llevaban saliendo unos tres meses, pero seguía siendo una cosa que Claudia no aprobaba. Claudia había aparecido en la vida de Susana cuando esta tenía 10 años y había aparecido para quedarse, se conocieron al estar en la misma aula en la escuela privada donde estudiaban, a diferencia de Susana su amiga si vivía en una casa más normal la cual ocupaba alrededor de tres cuadras de la ciudad y estaba alejada a kilómetros de la sociedad, Claudia se sentía muy sola pero debía entenderlo, su padre era una persona muy importante por lo que no podían vivir en una casa normal ni cerca de mucha gente común como le gustaba referirse la madre de Claudia a la gente pobre, por esto Susana y Claudia hicieron buenas migas al momento, el primer día se la pasaron quejándose de los lugares donde les tocó vivir y aunque era molesto, desde ese día Claudia se pasaba varios días a la semana con su amiga en el Clever Bing.
-No entiendo porque te molesta, Tim no es un mal chico-Respondía Susana mientras defendía al chico que le gustaba.
-Pero no es bueno para ti, ni para tu imagen, eres una nena importante y debes actuar como tal-Decía Claudia mientras Susana la miraba con tristeza, lastimosamente Claudia había crecido y se le habían pegado las formas de hablar y pensar de sus padres haciendo que cada vez le molestara andar con gente de fuera de la posición social de ellos, empezó con una simple molestia al interactuar con estos a tener que ir a casa de Susana en un carro con las ventanas negras para ni siquiera ser vista por los comunes, como decía su madre.
-No me importa mi imagen, por fin puedo ser feliz con alguien que me gusta, déjame estar en paz con él, por favor-Explicaba Susana mientras se arrodillaba frente a su amiga y ponía la cara más inocente y bonita posible, una expresión a la que le era imposible negar nada.
-Está bien, solo digo que hay chicos mucho mejores que él en nuestra escuela-Dicho esto por Claudia quien sonreía viendo a su amiga, Susana empezaba a saltar de emoción por el cuarto haciendo que las pocas ropas cómodas que llevaba se movieran de forma que se pudiera ver un poco más su piel-Chicos mejores-Decía Claudia mientras su rostro empezaba a afligirse mientras miraba a su amiga, luego de esto pasaron varios meses.
- ¡Ahí viene la cumpleañera! -Decía Tiffany la actual mejor amiga de Susana mientras la presentaba a todos los presentes, se trataba del cumpleaños de Susana al que Claudia fue invitada por ser compañeras de clases, ella simplemente miraba de lejos acompañada de otros compañeros de clases, había pasado casi 8 meses desde que hablaron por última vez como amigas en casa de Susana a ser simples conocidas de la escuela.
Luego de esa conversación de hace 8 meses Claudia cambio drásticamente, esta vez no solo no se dirigía a personas comunes, sino que empezó a incluir a gente de su entorno estudiantil en esta categoría, entre ellos, Susana, este suceso desgarró en partes el corazón de Susana, la amiga más vieja que tenía se había convertido en una persona mezquina que ni siquiera la consideraba como igual y fue aquí donde Susana empezó a refugiarse más en Tiffany su otra gran amiga.
-Qué lástima da, tan linda y con ese chico-Decía Claudia mientras miraba déspota mente a Susana saludar a los demás en la casa.
- ¿Por qué te molesta tanto? Al menos si fueras un chico se entendería-Preguntaba uno de los compañeros de clases de ambas, era un chico rubio de larga melena el cual era hijo de unos reyes, el chico era la persona que mejor vestía y mejor porte y aspecto tenía en toda la escuela privada donde estudiaban, todas las chicas deseaban estar con él, excepto Susana que solo tenía ojos para Tim y Claudia, que solo tenía ojos para su amiga.
-Querido, las chicas debemos ser más modestas y elegantes que ustedes, a un varón de tu clase se le permite revolcarse con alguien común, pero para una dama como yo eso es imperdonable-Explicaba Claudia mientras se le acercaba al chico mientras le explicaba sonriendo y mirándolo de arriba abajo.
-Solo digo, ojalá tener una amiga tan atenta como tú-Decía el príncipe mientras se le acercaba a Claudia-Pero perdón por decir esto, creo que ya ustedes no son amigas-Las palabras del chico bonito hicieron estremecer a Claudia quien solo respondió con una bofetada y luego se apartó de este.
Claudia ahora estaba al lado de la mesa principal donde estaba toda la comida de la fiesta, esta no hablaba con nadie, simplemente miraba a su alrededor, recibía muchas miradas en contra como a la vez comentarios de gente rastrera que le recordaban la relación de Tim y Susana la cual no podía ser porque eran de diferentes clases sociales y porque Claudia decía que estaba mal para su amiga.
Mientras seguía transcurriendo la fiesta y Claudia miraba como los tortolitos se daban un amoroso beso fue que todo empezó a moverse y automáticamente el edificio perdió todas las luces.
- ¡Chicos, chicos! -El padre de Susana se subía a una mesa para llamar la atención de los presentes -Debe haber sido que se sobrecalentó el sistema, el padre de Tim y yo iremos a ver, dentro de poco se encenderán las luces de reserva así que sigan disfrutando, estoy seguro que están acostumbrados a ir a fiestas a oscuras- Las palabras del padre de Susana provocaron sonrisas y miradas entre los chicos y como acto seguido, varias luces se encendieron alrededor de todo el edificio, eran unas luces rojas que quedaban bien con el ambiente de la fiesta así que decidieron seguirla.
-Dime, ahora qué opinas de esto-El príncipe volvía a acercarse a Claudia mientras eran bañados por la intensa luz roja.
-Lo que me faltaba, sabes que, necesito usar el baño-Decía Claudia mientras apartaba al chico de su camino y se dirigía al baño de la casa.
-Para su mala suerte el baño se veía incluso peor que la sala con esa horrible luz, parecía la iluminación de un típico antro de perdición cosa que la incomodaba más también por el hecho de ser la única que estaba en el baño y el silencio que venía de afuera al haber quedado en silencio la fiesta tampoco ayudaba.
-Tanto tiempo en este lugar y nunca se había ido la electricidad de esta manera, malditos excéntricos-Decía Claudia mientras se lavaba la cara y buscaba una toalla con la que secarse, mientras hacía esto el aire a su alrededor se empezaba a poner pesado, esta no lo notaba porque estaba distraída pero detrás de ella algo empezó a entrar por la puerta, era una cosa pequeña pero vistosa, una especia de viscosidad que se movía de forma rápida por la pared, tenía un cuerpo amorfo del cual se podían distinguir unas pequeñas manos y piernas como las de un bebe.
Claudia levantaba la cabeza para notar esto un momento en el espejo, cosa que la hizo girarse y ver asustada a su alrededor.
-Qué miedo da el baño este de esta forma-Decía mientras miraba a su alrededor buscando lo que había visto con sus ojos, luego de unos segundos mirando sin encontrar nada decidió calmarse-Parece que mi vista me jugó una mala pasada, que tonta soy-Decía mientras reía y se giraba para ver que la cosa viscosa estaba frente a esta y antes de poder decir algo esta se le lanzó a la cara y le entró directamente por la boca dejándola caer inconsciente por un segundo al suelo.
- ¿Ocurre algo? -Susana estaba abrazando a Tim mientras le preguntaba.
-No nada-Tim estaba nervioso por lo que había visto fuera de la casa-Aquí tienes la bocina, necesito ver un momento al Camaleón-Estas palabras hicieron a Susana soltar a Tim rápidamente, cosa que hizo a este voltearse a verla.
-En serio, en mi cumpleaños, acaso no puede esperar un poco-Susana estaba molesta, cosa que Tim entendía, el Camaleón y Susana nunca se llevaron bien porque eran muy diferentes, pero esta era una de las únicas veces en que el amigo de Tim era más importante.
-Discúlpame, será un minuto-Tim le daba un beso mientras volteaba a intentar abrir la puerta de nuevo.
-Despreocúpate-Susana estaba un poco molesta, pero cogió la bocina y volvió a la fiesta, mientras sus amigos empezaban a poner música y bailaban ella estaba sentada en una esquina mientras veía a su novio aun intentando abrir la puerta.
-Chica, eres estúpida, tantos chicos lindos en la escuela y te gusta el raro del edificio-Claudia habiendo podido salir del baño empezó a tocar el tema de nuevo que nadie mencionaba.
-Vaya, por fin alguien se digna a tocar el tema-Susana estaba ahora más molesta, pero le daba curiosidad saber por fin que molestaba de verdad a Claudia sobre su actual pareja-Primero me dejas de hablar en la escuela y empiezas a molestar mi relación con esto, haciendo que sea algo que nadie más quiera comentar en la escuela porque o están de tu parte o les incomoda estar en tu contra y volverse parte del grupo de los comunes como a ti te gusta decir-Decía Susana enfrentando a la que una vez fue su amiga.
-Cariño, siempre hemos sido amigas, solo tuvimos un percance y te di tiempo para que pensaras-Decía Claudia mientras sonreía y se tambaleaba, parecía que estaba borracha o algo parecido.
-Me dejaste de hablar por mucho tiempo, como osas decirme que somos amigas aún después de todo eso-Explicaba Susana mientras se cruzaba de brazos. Claudia no sabía que decir, solo reía mientras se tambaleaba un poco y empezaba a mirar a Susana de arriba abajo en su vestido.
-Qué bonito es tu vestido-Decía Claudia mientras sonreía.
-No cambies de tema por favor-Le respondía Susana mientras se daba cuenta que su amiga no se encontraba muy bien, mientras la miraba notaba que sus ojos se movían un poco raro y que algunas veces algo movía su garganta, como si fuera a potar en cualquier momento.
-Claro que estoy bien, ¿Te molesta que te diga que eres bonita? -Preguntaba Claudia mientras ahora se deprimía y miraba a Susana con sus ojos casi vacíos de expresión.
- ¿Qué tomaste antes de venir que te puso así? No estas nada bien-Decía Susana mientras empezaba a tocar la frente de su amiga y sentía como esta estaba hirviendo.
Claudia sonreía mientras era tomada por los brazos de Susana y trataba de soltarse de esta.
-Ahora no me cambies de tema tú, ¿Te molesta que te diga que eres bonita? -Preguntaba Claudia mientras empezaba a deslizar su mano por el pecho de Susana.
Susana miraba incómoda a su amiga, las cosas que hacía por el alcohol no la dejaban en buena posición, quiso soltarse de esta, pero al ver bien el rostro de su amiga pudo ver una expresión de inocencia y calma como si siempre quisiera haber hecho eso.
-Quizás solo debes dormir, vamos-Decía Susana mientras sacaba la mano de Claudia de su escote y trataba de ayudarla a caminar, pero esta simplemente empezó a caminar en su contra hasta que teniéndola cara a cara sintió algo queriendo salir de su boca que la hizo caer de rodillas al suelo.
- ¡Claudia, Claudia! -Gritaba Susana preocupada por su amiga, trataba de supervisarla, pero el ruido de la fiesta, las continuas voces de sus compañeros, el aire pesado y el ambiente teñido de rojo no la ayudaban -Alguien me puede ayudar a levantarla-Decía Susana dirigiéndose a sus compañeros mientras de nuevo era invadida por el miedo, esta vez todos los compañeros de ella la miraban fijamente con esos ojos rojos que ella vio en su padre cuando lo dejó ir. Susana empezó a dejarse llevar por los nervios por lo que no podía decir nada y se sentía cada vez más intimidada por los rostros de estos hasta que fue jalada del brazo por Claudia. - ¿Estás bien? -Preguntaba mientras trataba de levantar la cabeza de su amiga y le movía el pelo hacia atrás.
Sin poder reaccionar a tiempo Claudia se abalanzó hacia los labios de Susana robándole un beso y empezando a expulsar algo de su cuerpo, el cuello de Claudia se empezaba a hinchar mientras besaba a su compañera, mientras esta disfrutaba de la boca de su compañera en su cuello parecía que algo se movía ya que unas pequeñas manitos hacían presión para subir por la tráquea y llegar al otro lado.
Susana no hacía nada para soltarse, entre los nervios del miedo y lo confundida que estaba su cuerpo decidió quedarse quieta sin reaccionar hasta que empezó a extasiarse con lo que entraba por su boca y salía de la de su amiga, empezó a saborearlo mientras besaba más atrevida y apasionadamente a Claudia hasta terminar con los pómulos todo rojo y separándose de esta haciendo un gesto de saciedad con sus ojos llegando casi a blanquearse y dejando su lengua fuera goteando de un líquido negro y viscoso, en los últimos segundos que estuvo goteando parte de la cosa viscosa se pudo ver por un segundo como un pequeño pie daba un pequeño salto en su lengua para adentrarse entero.
-Me debo ir-Decía Susana mientras reía y besaba en el rostro a Claudia quien aún no reaccionaba.
Susana empezaba a caminar por su casa mucho más suelta que antes, bailaba con sus amigos un rato y tomaba una que otra cosa de la mesa en la que estaban todas las cosas comestibles, luego de un rato empezaba a buscar a Tim, mientras lo hacía sentía un ardor en su entrepierna que la hacía tocarse delicadamente y disfrutarlo mientras paseaba por la casa y pensaba en su novio.
Claudia se mantenía quita hasta que pudo abrir los ojos por un momento y como si una lata de refresco fuera agitada y abierta de golpe sus ojos, orejas, nariz y boca empezaban a explotar.
¿Qué eh estado haciendo todo este tiempo? -Se preguntaba mientras no solo pensaba en lo que había pasado ese día, sino en todo lo que había pasado desde que llegó Tim a la vida de Susana y empezó a recordar que ocurrió el último día que se divirtió con Susana y cambió por completo.
-Repite de nuevo lo que dijiste-La madre de Claudia le decía a su hija mientras se sentaba frente a esta en una silla.
Claudia pensaba en lo que había sentido en casa de Susana por lo que decidió ser sincera-Creo que me gusta Susana-Las palabras de Claudia hacían palidecer a su madre la cual solo se llevaba las manos a la boca y empezaba a explotar en insultos y quejas sobre lo que había dicho su hija. Mientras Claudia solo hacía caso omiso, pensaba en el cuerpo de Susana saltando hacía unas horas en su casa mientras ella no podía hacer nada para tenerlo.
Claudia ahora miraba al suelo mientras veía su sangre caer y no poder escuchar anda, su sentido del olfato y oído habían explotado y desaparecido, pero aún podía ver, o al menos un poco y pudo levantar su cabeza para ver a Susana tocándose arrinconada a la mesa mientras miraba a su novio en la cocina.
Esta escena hizo que Claudia se mojara sus dedos y empezara a tocar su cuerpo mientras seguía recordando.
-De ahora en adelante olvídate de esa chica, si me entero que vuelves a hablar con ella te saco de ese colegio, me escuchas-Decía la madre de Claudia mientras fumaba y miraba a su hija la cual tenía la cara roja de una bofetada que había recibido.
Claudia pensaba en eso mientras disfrutaba mirando a su amiga disfrutar de su cuerpo, mientras más se divertía más sentía que la perdía hasta que ambas terminaron a la vez y mientras Susana se acercaba a Tim y lo tomaba de la mano Claudia sentía como la perdía, pero no por un chico, sino porque su cuerpo no aguantaba más y ahí frente a todos sin que nadie lo notara, Claudia fue la primera muerte confirmada en el edificio Clever Bing.
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Clever Bing
HorrorUna fiesta de cumpleaños, un apagón enlazado a una falla de la ventilación que resulta en una cadena de sucesos trágicos que termina comprometiendo no solo a los que estaban en el cumpleaños sino a todos en el edificio. Clever Bing es una recopilaci...