Capítulo 1 - La Primera Vez

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    Susana cumplía 17 años cuando vivía en el Clever Bing, el Clever Bing fue uno de los primeros edificios que tenían implementado el nuevo sistema de oxígeno, esto traía consigo grandes mejoras al cuerpo y la mente, se podía decir que seleccionando un tipo de empleo de los conductos traía diferentes tipos de ayuda a la vida cotidiana. Se pensaba que este tipo de experimentos no saldría bien y fracasaría, pero en estos momentos el país tenía más de 15 de estos edificios implementados.
   Susana se sentía bien en este edificio, los primeros días estaba nerviosa, la idea de mudarse por su padre ser trabajador de la Clever Corp. la dejaba intrigada, no le gustaba ese tipo de trabajos donde el productor debía probar el producto primero que los clientes, Susana era una chica tranquila de mente cerrada, nunca tuvo malos pensamientos, pero cuando se trataba de poner en peligro la vida de su padre en el trabajo ella prefería las pruebas con animales, lastimosamente con este nuevo experimento obligatoriamente todo debía ser con personas.
   Alrededor de una semana de llevar viviendo en el Clever Bing apareció lo que hizo a Susana cambiar su forma de pensar, en la casa de al frente se mudó un compañero de trabajo de su padre con su familia, en esa familia estaba Tim, Tim era un chico que le gustaba a Susana desde los 8 años, nunca hablaban mucho porque ambos eran muy tímidos, además, solo se podían ver en las reuniones anuales del trabajo en las cuales se podía invitar a la familia, Tim estudiaba en una escuela rural y Susana en una escuela privada, les era muy difícil verse, pero esas veces que podían se sentían en las nubes, algo bastante normal, Susana era una chica de pelo largo y rubio, bellos ojos azules oscuros y una piel blanca muy bonita, por otro lado Tim no se quedaba atrás, Tim era más de deportes que de clases así que en sus pocos años de juventud tenía un cuerpo bien definido gracias a su afición a la natación y a su propio esfuerzo, sus ojos eran negros pero con un destello raro en ellos que le quedaba bien, además de un largo pelo castaño que llegaba a sus hombros.
   Esa vez que se vieron en el pasillo ambos tenían 16 años, estuvieron un tiempo mirándose sin decir palabras, hasta que Tim decidió acercarse, esa fue una de sus primeras conversaciones y no la última, siguiendo las semanas hablaban más a menudo, salían a citas y al tener la suerte de vivir al frente del otro no podían extrañarse mucho, su relación iba bien, al mes decidieron empezar una relación que hizo muy feliz a Susana.
  Esa relación cumpliría un año casi a la vez que Susana cumpliera los 17 años, momento que estaba al llegar, las familias de ambos jóvenes habían decidido hacer la fiesta en una de las dos casas y dejarle la otra a ambos para que pasaran la noche con más privacidad.
   Susana estaba en su cuarto bastante nerviosa, sabía que faltaban horas para que la fiesta empezara, pero no era eso lo que la tenía nerviosa, esa noche iba a tener sexo con Tim por primera vez, el momento tan esperado de ambos que decidieron aplazarlo un año para conocerse mejor, Susana hablaba con su mejor amiga por teléfono mientras escuchaba a su padre atareado en la sala preparando la fiesta que empezaría en pocas horas.
   Alrededor de las 6 de la tarde empezó la fiesta, varios compañeros de escuela de Susana estaban en la sala de estar, entre ellos estaba Tim, nervioso e impaciente, estaba de pie en la esquina de la habitación ya que no conocía a nadie y no le gustaba hacer nuevas amistades, además de que las miradas apuñaladoras de los amigos de su novia lo mantenían molesto, le parecía increíble que solo por el ser el único de una escuela rural le tenían tanto asco.
- ¡Ahí viene la cumpleañera! –Tiffany, la mejor amiga de Susana estaba abriendo la puerta de par en par y ayudando a su amiga a salir del cuarto, la sala se llenó de sonrisas y felicidad al ver a Susana salir con su bello vestido, en ese momento a Tim se le olvidaron las miradas de los compañeros de Susana y solo se enfocó en ver a su novia que estaba más bella que nunca.
Susana se paseaba por la sala saludando a sus compañeros dejando el plato fuerte para el final, Tim, quien estaba sonriendo mientras miraba a su novia, Tim tomaba dos vasos de ponche mientras esperaba la llegada tan esperada, la sala se podía recorrer en 5 minutos como mucho, pero a él le parecían horas cada vez que alguien la detenía a saludarla, hasta que por fin la tuvo delante.
- ¿Cómo estoy? –Le preguntaba Susana mientras miraba al suelo frente a Tim.
-Hermosa como siempre-La respuesta de Tim hizo que Susana levantara la cabeza sonriente, algo que hizo que este se sonrojara y volteara a mirar a otro lado.
Susana sonrió al verlo hacer esto y lo tomó delicadamente por el cuello mientras se acercaba para besarlo, mientras ambos se daban un amoroso bello de pareja algo hizo retumbar el edificio y apagó todas las luces, cosa que hizo que todos se sorprendieran y empezaran a alarmarse.
- ¿Qué habrá sido eso? ¿Fue en el edificio? –Tim abrazaba a Susana mientras ambos miraban a todos lados.
- ¡Chicos, chicos! –El padre de Susana se subía a una mesa para llamar la atención de los presentes –Debe haber sido que se sobrecalentó el sistema, el padre de Tim y yo iremos a ver, dentro de poco se encenderán las luces de reserva así que sigan disfrutando, estoy seguro que están acostumbrados a ir a fiestas a oscuras- Las palabras del padre de Susana provocaron sonrisas y miradas entre los chicos y como acto seguido, varias luces se encendieron alrededor de todo el edificio, eran unas luces rojas que quedaban bien con el ambiente de la fiesta así que decidieron seguirla.
-Voy a hablar con mi padre un momento, dame unos minutos-Susana se despedía de Tim momentáneamente para ver a su padre antes de que este saliera de la habitación.
-Tranquila, voy a llamar al Camaleón a ver si nos presta su equipo inalámbrico de sonido para animar la fiesta-Tim tomaba su celular mientras dejaba ir a su pareja y marcaba un número.
-Está bien-Susana le daba un beso en la cara mientras hacía señales a su padre para que la esperara, acto seguido apresuro el paso un momento ignorando a todos en la fiesta para ver a su padre.
-Papá, ¿Todo está bien? –Susana estaba algo asustada, muchos no se preocupaban por eso, pero ella, que llevaba temiéndole a cualquier falla en el Clever Bing, cosas como esas, la sacaba de su mente.
-Todo está bien, era cuestión de tiempo que algo fallara tarde o temprano, se arreglara rápido, si se llevó la electricidad debe ser algo que se fundió en el sistema-El padre de Susana le daba un beso a su hija en la frente mientras se iba cerrando la puerta. Susana se despedía mientras veía a su padre y al padre de Tim desvaneciéndose por el pasillo, afuera estaba mucho más oscuro y desanimado que en la casa.
-Te quiero-Decía Susana sonriendo hasta que su padre se volteó y lo único que pudo ver fueron unos ojos rojos mirarla fijamente, esta escena hizo asustarse un poco a Susana y cerró rápidamente la puerta, Susana era una persona muy temerosa y cualquier cosa la asustaba.
- ¿Qué te ocurre chica? –Tiffany estaba al lado de Susana viendo como esta estaba asustada.
Susana sonreía mientras le respondía-Nada, la oscuridad y las luces rojas me hicieron ver cosas raras y me asuste-
-Deberías tener más valor amiga-Tiffany le daba golpecitos a su amiga mientras la invitaba a integrarse a su fiesta.
Ya eran las 7 de la noche cuando las personas se estaban aburriendo un poco en la fiesta, además, ya el aire se sentía más cargado, el padre de Susana aún no volvía y ahora si todos empezaban a asustarse.
En medio del silencio sonó el celular de Tim, algo que hizo que todos lo miraran.
- ¡Bien! Chicos llegó la música, ahora si podemos hacer una fiesta de verdad-Todos miraron extrañados a Tim mientras este se acercaba a abrirle la puerta a su amigo.
Mientras Tim se acercaba a la puerta Susana escuchó un momento como sus compañeros hablaban a escondidas sobre él, algo que molestó un poco a Susana pero que no tomó en cuenta.
-Dios, ¿Por qué tardaste tanto? –Cuando Tim abrió la puerta feliz la tuvo que cerrar casi completamente al ver a su amigo.
-Aquí tienes esta bocina, no es un buen momento para salir-El Camaleón, que era el mejor amigo de Tim era un chico raro, tenía parte de su cabeza rapada, los brazos, cara, manos y pecho tatuados, llevaba piercings y un pelo negro bastante impresionante que hacía que las personas se le quedaran siempre mirándolo, pero esa vez, se veía más raro aún, estaba cubierto de sangre de pies a cabeza, con su mano derecha le entregaba la bocina a Tim mientras intentaba ocultar el machete ensangrentado que tenía en la mano izquierda.
- ¿Qué te pasó? –Preguntaba Tim mientras miraba que nadie viera a su amigo.
El Camaleón miraba hacia el pasillo mientras escuchaba a su amigo hablarle.
-No salgas por ahora de aquí, me están buscando-El Camaleón empujo a Tim mientras cerraba la puerta.
Tim intentaba abrir la puerta, pero veía que estaba llamando la atención hasta que Susana fue a verlo.
- ¿Ocurre algo? –Susana estaba abrazando a Tim mientras le preguntaba.
-No nada-Tim estaba nervioso por su amigo-Aquí tienes la bocina, necesito ver un momento al Camaleón-Estas palabras hicieron a Susana soltar a Tim rápidamente, cosa que hizo a este voltearse a verla.
-En serio, en mi cumpleaños, acaso no puede esperar un poco-Susana estaba molesta, cosa que Tim entendía, ellos nunca se llevaron bien, eran muy diferentes, pero esta era una de las únicas veces en que su amigo era más importante.
-Discúlpame, será un minuto-Tim le daba un beso mientras volteaba a intentar abrir la puerta de nuevo.
-Despreocúpate-Susana estaba un poco molesta, pero cogió la bocina y volvió a la fiesta, mientras sus amigos empezaban a poner música y bailaban ella estaba sentada en una esquina mientras veía a su novio aun intentando abrir la puerta.
-Chica, eres estúpida, tantos chicos lindos en la escuela y te gusta el raro del edificio-Claudia, una compañera de clases de Susana estaba cerca de ella y decidió decir lo que nadie en la fiesta se atrevía.
-Vaya, por fin alguien se digna a tocar el tema-Susana estaba ahora más molesta, pero igual le daba curiosidad saber que pensaban sus amigos así que se puso a discutir con Claudia sobre su actual pareja, mientras tanto Tim seguía en la puerta.
-Hombre, eres inútil o que, ¿No sabes abrir una puerta? –Uno de los amigos de Susana quería irse, pero no podía porque Tim estaba forcejeando con la puerta.
-Lo siento, está atascada-Tim intentaba explicar mientras le daba con más ganas a la puerta.
- ¡Es imbécil! –El amigo de Susana estaba ahora burlándose de Tim mientras lo empujaba.
Tim quiso golpearlo, pero escuchó una voz en su cabeza que le decía que no, acto seguido el chico logró abrir la puerta y salir con uno de sus amigos mientras aún se burlaban de Tim, este se acercó a la puerta para cerrarla, pero algo lo detuvo, Tim volteó y vio una mano demasiado grande y delgada posarse en la puerta, los ojos de Tim se abrieron al momento, pero decidió no llamar la atención y siguió forcejeando, pero ahora para cerrar la puerta que tanto antes quería abrir.
-Dime, ¿Cuánto me das si lo mato? –La voz vino de detrás de la puerta, provenía del hombre de la delgada mano, estas palabras conmocionaron tanto a Tim, que jaló con todas sus fuerzas la puerta y la logró cerrar dejando al hombre raro afuera.
Mientras Tim miraba a su alrededor viendo como nadie se percató de la escena escuchaba al hombre seguir hablándole.
-Bueno, igual lo voy a hacer, solo que luego, vendré a por ti-Estas palabras helaron la sangre de Tim, la música en la fiesta estaba alta por lo que nadie más se percataba, pero el escuchaba los pasos del hombre separándose de la puerta.
Tim se acercó a la cocina a tomar agua cuando de pronto Susana lo tomó de la mano.
-Vámonos a tu casa Tim-Susana estaba bastante seria mientras jalaba a Tim para llevárselo.
- ¿Te encuentras bien? –Preguntaba Tim intentando detener a Susana de salir del piso.
-Me encuentro genial-Susana se volteó hacia Tim y le dio un beso bastante apasionado para luego voltearse a su fiesta y mandarlos a todos a la mierda.
Tim estaba confundido, muchas cosas estaban pasando por su mente en ese momento, Susana abrió la puerta y se dirigieron a la habitación del frente, mientras hacían esto Tim miraba al pasillo en búsqueda de señales de vida.
- ¿No estas preocupada por nuestros padres? –Tim miraba a todos lados mientras veía a sus alrededores las paredes llenas de sangre y de rasguños.
-Solo cállate y dame las llaves-Susana estaba bastante rara para como ella era, cosa que alarmó a Tim e hizo que se distanciara un poco. - ¿Qué tienes imbécil? –Susana se le abalanzó y le quitó las llaves de un tirón.
- ¿Qué te pasó en la fiesta? –Preguntaba Tim bastante conmocionado.
-No me pasó nada guapo-Susana había por fin logrado abrir la puerta y empezó a desvestirse en medio del pasillo mientras Tim seguía sin entender.
- ¿Tú tomaste de más cierto? –Tim intentaba hablar con su novia, pero esta solo reía y lo jalaba dentro de la casa. Tim intentaba hablar con Susana, pero no podía, esta ignoraba todo lo que él le decía y hacia lo que le daba la gana.
-Llevo queriendo hacer esto hace tiempo, pero como eres tan gallina parece que debo tomar la iniciativa-Susana se arrancaba la ropa mientras veía a su novio que la miraba asustado.
-Esta no eres tú, ¿Qué te hicieron? –Tim seguía confundido mientras miraba a Susana quien ahora lloraba y se encorvaba.
- ¡Solo quiero estar contigo! ¿Por qué es tan difícil para ti? ¿Acaso no me amas? –Susana se estaba encogiendo en el suelo mientras decía esto, algo que hizo que Tim se sintiera un poco mal.
-Claro que te quiero, solo que nunca has actuado así-Tim intentaba consolar a Susana, mientras recogía los trozos de ropa de su novia-Tal vez otra noche lo hagamos, hoy no es un buen día-Las palabras de Tim hicieron que Susana dejara de llorar.
-Así que es eso, ¿No quieres no? –La voz de Susana ahora estaba entrecortada, cosa que asustó a Tim el cual decidió tomar de nuevo distancia. –Te voy a dar lo que deberías haberme dado hace tiempo-Susana se estaba levantando del suelo, pero esta vez estaba distinta, ante los ojos de Tim ella ahora medía casi 3 metros y su cuerpo estaba lleno de marcas de mordidas y rasguños que no tenían explicación ya que nunca las había tenido.
- ¿Qué te está pasando? –Tim abría los ojos asustado mientras le lanzaba cosas a Susana para que se le alejara, pero esta parecía más fuerte que el ahora y empezó a quitarle la ropa, Tim intentaba soltarse, pero no podía.
-Tranquilo, haré algo que te va a gustar-Susana empezó a besar el cuerpo de Tim mientras lo masturbaba con una de sus manos.
Tim estaba asustado, era casi como que lo estaban violando, no podía hacer nada por que quien estaba frente a él no era la Susana que él conocía, era alguien distinto. Susana intentó besarlo de nuevo, pero este no se dejaba, cosa que cabreó mucho más a su novia.
- ¿No quieres besarme? ¿No tienes una erección mientras te toco? –Susana se reía macabramente mientras seguía bajando sus manos-Se lo que te va a gustar entonces-
Esas palabras hicieron temblar a Tim quien empezó a forcejear para soltarse, la cantidad de ejercicios que había hecho toda su vida parecía que no eran suficientes para contener a tal monstruo, pero llegaba a un punto que molestaba tanto a Susana que esta le golpeó la cabeza contra la pared varias veces hasta desmayarlo. Mientras este intentaba recuperar la conciencia sentía las manos de Susana tocarlo en partes que no debía.
-Llegó el momento de la prueba final-Susana reía mientras lo besaba y empezaba a introducir sus manos en la cavidad anal de Tim, el dolor empezó a hacer gritar a Tim y a recobrar el sentido, pero antes de poder hacer algo Susana lo levantó del suelo y de un tirón abrió el cuerpo de Tim a la mitad, bañando la habitación en sangre y tripas.
-Siempre me has gustado, pero mis amigos dicen que no eres bueno para mí-Fueron las palabras de Susana mientras veía el cuerpo abierto de Tim sin vida caer en el suelo y embarrar todo a su alrededor.
Así fue la primera vez de Susana y como empezaron a cambiar las cosas en el edificio Clever Bing.

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