Cap.2 - Reabriendo la herida

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El agua y el champú caían por mi espalda hasta llegar al desagüe de la bañera. Cuando acabé de aclararme el champú no salí de la bañera como siempre, me apoyé en la pared y dejé que el agua continuara deslizándose por mi piel. Pasados unos minutos decidí que era hora de saber si me había respondido, pero antes puse el agua fría y estuve unos segundos debajo de ella para despejarme la mente. Me sequé, me puse el pijama y fui a mi habitación a por el móvil. Lo cogí, desconecté el modo avión y conteniendo el aliento, crucé los dedos para que me llegara una notificación suya. Me empezaron a llegar notificaciones de mis amigos y entre ellas, ahí estaban, tres mensajes suyos:

-Ayyy Marcos !!

-Muchaas graciaaas !!! <3

-¿Qué tal todo?

Al leer aquello sentí una euforia incontenible. Jan me estaba preguntando cómo estaba y parecía que le había hecho ilusión que lo hubiera felicitado. Desgraciadamente, esa sensación de alegría no tardó en desvanecerse cuando me empezaron a invadir las dudas sobre cómo contestarle. Entonces le contesté lo primero que se me ocurrió y empezamos a hablar, cuando. de repente, me llega un mensaje de Laura.

- Son las 00:00 ¿Qué has hecho?

-Lo he felicitado y estamos hablando.

-¿Cómo va?

-No sé, bien supongo.

-¿Bien supongo?

-Sí.

-Qué poco creíble me suena eso.

-A ver, es que no sé.

-¿Qué no sabes?

-Pues que me esta hablando bien y me ha dicho que echaba de menos hablar conmigo, pero siento que no tiene otra intención más allá de hablarme hoy y volver a desaparecer.

-Pues ya sabes, si te deja de hablar se acabó Marcos.

-No sé, si veo que se apaga la conversación le iré haciendo preguntas o lo que sea para que no se termine, porque en parte aún siento la conexión.

-Lo vas a pasar mal haciendo eso viendo que eres el único que tira del carro.

-Ya, sé que me dolerá, pero ¿y si al final consigo que vuelva todo a ser como antes?

-Pfff

-Lo quiero Laura.

-Ya lo sé, tu solo ten cuidado ¿vale?

-Vale

Laura se desconectó y volví al chat de Jan para contestarle. Le envié un par de mensajes, pero no contestaba y ya era tarde así que me fui a dormir.

Diez meses de silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora