-Frank... te amo... ¡Ha!.
-Amhg... Gee...
Nuestros cuerpos estaban al compás de nuestros gemidos. Gerard gimiendo y jadeando fuertemente, eso me exitaba y me hacía embestir más fuertemente y el gemía mucho más fuertemente. Ambos al mismo tiempo llegamos al orgasmo, di unas tres embestidas más y salí de el. Finalmente me tumbe encima de él y lo bese frenéticamente.
-Te amo, Gerard. Eres lo mejor que me ha pasado en toda mi miserable vida.
-Yo te amo mucho más, Frank. Tu eres lo máximo que me ha pasado...- Acarició mi pecho desnudo. -Te amo... te amo...
-Gerard, promete que nunca me dejarás sólo, ¡Mucho menos por alguien mas! No sabes y no se lo que haría sin ti- Me aferraba a su pecho y me frotaba un poco en el. Seguíamos desnudos, y sudados.
-Jamás te dejaría, Frank, tu prometeme que jamás me dejarás sólo. Yo tampoco se lo que haría sin ti.
-Lo prometo. ¿Quieres ir a bañarte?... claro, conmigo- Me sonroje.
-Claro, amor...
Ese fue nuestro último encuentro juntos...
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-¿¡Qué hacías con el, Gerard!? ¡Dime!- Gritaba jalando mi pelo por la desesperación.
-¡Por favor, Frank! ¡Entiende que yo no hice nada!.
-Me gustaría creerte, Gerard... ¿¡Por qué te besabas con el!? ¡Incluso Lo tenias tomado de la cintura!- Pregunté acercándome a el.
-Frank... yo no...- No lo deje terminar.
-Cállate... no quiero escucharte. Vete. ¡Vete ahora!- Grite empujandolo hasta la puerta.
-Frank...- Me beso y me tense.
-No te quiero ver. Aléjate de mi. No me gusta probar labios que no sean totalmente míos. Fuera- Dije sacándolo de la casa. El no se quejo y se salio por si solo de la casa.
-Adios, Frank- Dijo cortante. Cerré asontando la puerta.
Me solté a llorar... no me podía creer aún que Gerard, MI Gerard me halla engañado. Y con uno de mis mejores amigos. Lo... lo odio... pero no lo siento así. ¡Yo lo amo! ¡Lo amo con todo mi ser! Pero... por el momento no lo siento.
Yo creí que Gerard regresaría, sin pedirme perdón, pero creí que regresaría. Una de la mañana... dos de la mañana... ¡Cinco de la mañana y mi bebé no regresaba!. No me podía quedar así. Pero tampoco después de lo pasado le iba a ir a rogar. Yo y mi orgullo somos felices.
[...]
Desperté con cierto revolvimiento en mi estomago, una sensación de querer vomitar. Me sentía mal, tenia un mal presentimiento. Sentía como si algo en mi interior faltara... mi Gerard, el me falta.
Esa noche dormí solo, pero no dormí bien. Quería a Gerard a mi lado ahora, lo necesitaba ya, pero ya. No me interesa si me fue infiel ¡Lo necesitaba ya, carajo!. Tome mi móvil y marque el numero de Gerard. Uno, dos, tres y cuatro pitidos y no respondía. Me preocupe. Marque infinitas veces hasta que contestó.
-¡Gerard, amor! ¿¡Dónde demonios estas!?- Pregunté con los ojos llorosos.
-¿Ha? Lo siento, ¿Quien habla?- Pregunto otra voz, era de una mujer. -Disculpe, el dueño de este celular falleció. Se le encontró muerto en un callejón, ¿Quien le buscaba?- Mi corazón se detuvo. Si hubiera explotado una bomba a mi lado no la habría escuchado.
-¿¡Quien es usted y de donde demonios esta!?- Pregunté gritando al móvil y a la vez llorando a todo pulmon.
-En la Morgue de New Jersey...- Colgué el teléfono y fui hasta aquel lugar.
[...]
Entre llorando y agresivamente me acerqué al escritorio.
-¿¡Dónde esta Gerard!? ¡Responda!.
-¡Tranquilidad por favor joven! ¿Cómo se llama el cuerpo?.
-Gerard... Gerard Way- Conteste secando mis lágrimas.
-¿Gerard Arthur Way Lee?- Pregunto la señorita sentada al otro lado del escritorio. Mi corazón se volvió a arrugar y en mi garganta se formó un mega nudo. Solo asentí con la cabeza. -¿Desea ver el cuerpo?- Volví a asentir. -Venga.
Camine siguiendo a la joven que trabajaba en la morgue. Me llevo a una habitación donde habían cuerpos dentro de cápsulas de fierro, estaban por orden alfabético. Me acerqué junto con ella a una cápsula. La abrió y en el dedo gordo del pie había una etiqueta... "Gerard Arthur Way Lee"... La chica saco el cuerpo de Gerard en una plancha.
Se veía... se veía muy pálido, desde lejos se podría sentir lo frío que estaba. La chica me dio unos guantes de látex, me los puse y pude tocar el cuerpo ya sin vida de Gerard.
-Amor... perdoname... ¡Yo tuve la culpa!- Me puse a llorar en su pecho inmóvil y frío. Abrí sus ojos y estos estaban volteando fijamente hacia arriba... ya no eran de su verde tan vivos. Se veían grises y sin vida, los volví a cerrar. -Perdoname... despierta amor... ¡Despierta!- Solloze en su oidos. Por último y para irme deposite un beso en su frente y labios, y dije adiós. Y esta vez me dolió. Por que era el último adiós.
[...]
Me aferraba al ataúd donde yacía Gerard con un traje negro y una corbata roja. Estaba muy palido, sus labios estaban partidos y se veía muy mal. Estaba muerto y ya nada podía hacer.
Su causa de muerte fue algo de lo que más me afecto; Apuñaladas en el estómago, pecho y espalda. Fue aquel desgraciado que vi correr aquella vez...
El funeral de Gerard estaba a punto de acabar, para pronto ir a cremarlo. Todos mis familiares y amigos estaban ahí. Me quede viendo todo el tiempo el ataúd donde estaba el amor de mi vida. Me aferre al ataúd y llego un momento en el que mi histeria pudo conmigo.
-¡DESPIERTA, GERARD!, ¡CARAJO, AMOR DESPIERTATE Y DIME QUE ESTAS BIEN!- Grite y solo -Para mi desgracia- logre hacer llorar a la madre de Gerard. Mi amigo Raymond se acercó por atrás y me alejo de ahí. -Ya... me quede son lo más preciado que tenia...- Y me desvaneci por completo. No supe más.
[...]
Entre en depresión unos días después del funeral de Gerard. Poco a poco me consumía. Adelgace significativamente, no salía de la cama en todo el día y poco a poco me moría. Solo me quería morir para irme al lado de Gerard.
Narrador Omnipresente.
Frank entró en una depresión la cual ni el mejor psicólogo lo pudo sacar. Un día... su dolor se acabo. Pero el no lo planeo.
Frank se encontraba en casa de su amigo Raymond. Que era el único que estaba a su lado, pero a diferencia de Frank, Raymond no era homosexual. Sin embargo jamás le importó a ninguno de los dos.
-Ray... no me siento bien...
-Venga, levántate del sillón. Salgamos a pasear.
-No lo sé. Estoy muy débil y cansado.
-Frank... ya han pasado semanas o meses desde aquel día. Ponte mejor, por favor... venga. Arriba solo.
-Bien...
Pero Frank no se pudo levantar. Cuando hizo el mínimo esfuerzo, su corazón no pudo hacer un esfuerzo más. Se detuvo. Así nada mas. Frank colapso y Raymond no logro hacer nada a tiempo. Frank murió. Al menos el ya no sufriría.
Frank sufrió por meses la muerte de su amado Gerard. Frank descanso cuando su alma abandono su cuerpo y el mundo. A pesar de que Frank estuvo mejor allá arriba, pero jamás se le olvidará su dolor que sufrió en carne viva, jamás se imagino que se volvería a encontrar con su amado. Estaban totalmente irreconocibles. Pero estaban juntos otra vez.
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Ah... ¿Hola? Ham...
Bueno, primer one shot... siento que fue una basura de One shot... pero prometo más y mejores. ¡Gracias por leer!.
