Proyecto legado
Nueva York
1996
Narrador omnisciente:
La noche caía gélida sobre Nueva York, dejando tras de sí un manto de hielo y un silencio inquietante que parecía amplificar la sombra de los crímenes que se gestaban en lo profundo. En un laboratorio oculto, alejado de la vista y el alcance de cualquier autoridad moral o legal, el Barón von Strucker orquestaba el inicio de un proyecto que definiría una nueva era de poder y destrucción.
El lugar, una amalgama de acero y luz artificial, parecía vibrar con una energía inquietante. Científicos de renombre y soldados endurecidos, provenientes de todas partes del mundo, se encontraban reunidos bajo un mismo propósito: la creación de la fuerza definitiva. La meta era tan ambiciosa como insidiosa: una doble fecundación mediante alteraciones genéticas diseñadas para engendrar soldados perfectos, armas vivientes incapaces de fallar.
—Traigan al doctor Koslov —ordenó Strucker, con su voz cortante, dirigida a uno de los subordinados que flanqueaban su posición en el centro del laboratorio.
Las puertas metálicas se abrieron con un retumbar grave, revelando la figura de un hombre ruso, de cabello canoso y rostro marcado por los años y la experiencia. Escoltado por soldados que parecían más máquinas que hombres, el doctor Koslov avanzó sin titubear, conociendo ya el propósito de su presencia.
Sin perder tiempo, Strucker guió al científico hacia las profundidades del laboratorio central. Allí, bajo un tenue resplandor azul, comenzó la primera fase del proyecto.
Cinco óvulos fueron fecundados y manipulados genéticamente con precisión quirúrgica. Cada uno de ellos representaba una esperanza, un paso hacia el futuro que Strucker imaginaba. Sin embargo, esa esperanza pronto se convirtió en cenizas. Durante los primeros meses, los óvulos desarrollaron graves inestabilidades genéticas que derivaron en mutaciones catastróficas. El ambiente controlado en las cápsulas no logró replicar las complejas condiciones necesarias para una gestación exitosa, y los cuerpos de las mujeres que intentaron llevar los embriones a término no soportaron la carga biológica. Uno tras otro, los óvulos perecieron, y los restos de sus fracasos fueron descartados sin piedad.
Strucker observaba las pantallas del laboratorio con ojos desorbitados, incapaz de aceptar el colapso de su proyecto.
—¡¿Por qué no funciona?! —rugió, su voz reverberando como un trueno en el frío metal del laboratorio. Con un movimiento furioso, lanzó una botella de vodka contra el suelo. Los fragmentos de vidrio saltaron como un reflejo de su ira, su mirada perdida en la frustración y el odio hacia las limitaciones que encontraba.El doctor Koslov, imperturbable como siempre, se ajustó las gafas con un gesto lento y deliberado. Su voz, como una cuchilla fría, cortó la atmósfera tensa.
—Señor, las alteraciones que exige son demasiado agresivas en estas etapas iniciales. Las combinaciones genéticas no logran estabilizarse, y el desarrollo de los embriones se interrumpe. Si continuamos interviniendo durante la gestación, los prototipos restantes también fracasarán.La mandíbula de Strucker se tensó. El peso de los años invertidos, los recursos gastados y la visión todavía intangible de su ejército perfecto lo aplastaban. Finalmente, cedió, aunque con evidente rencor.
—Suspendan el proyecto. Envía agentes a las empresas tecnológicas más grandes de América, especialmente a Industrias Stark. Ellos tienen la tecnología que necesitamos. Retomaremos esto cuando podamos garantizar el éxito.En los meses siguientes, una operación clandestina cuidadosamente orquestada se desplegó contra una de las empresas más avanzadas del mundo: Industrias Stark. Utilizando identidades falsas y agentes infiltrados, Hydra rastreó información clave en los archivos confidenciales de la compañía. El objetivo: obtener acceso a las cápsulas de gestación bioartificial y a la tecnología de estabilización genética que Tony Stark había desarrollado en secreto para tratamientos médicos experimentales.
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In The Dark: Echoes of the Past
FanfictionYelena no podía mirarlo a los ojos. Sabía que sentía algo por él, algo que no quería admitir. Bucky, con su rostro marcado por el pasado, le provocaba una mezcla de ira y atracción que no podía controlar. Cada vez que él se acercaba, su corazón latí...