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POV Jeongyeon

Después de salir de la oficina de Jihyo nos dirigimos a nuestros camarotes, despidiéndonos de Momo y deseándole suerte para mañana. Decidimos entrar en silencio ignorando las miradas curiosas de nuestras compañeras y acostarnos lo más pronto posible.

No me sorprendí mucho cuándo me desperté cubierta de sudor y sollozando gracias a una nueva pesadilla, lo que si me sorprendía era que Chaeyeon nunca se despertara gracias a mí. Me levanté siguiendo lo que se había convertido en una rutina y salí del camarote.

Esta vez decidí caminar un poco por los alrededores, recorriendo los campos donde se hacía entrenamiento más avanzado. Muchas de mis compañeras ya habían pasado por dichos entrenamientos que incluían los ejercicios de campo y las simulaciones, los cuales eran físicamente devastadoras. Después de varios minutos terminé por llegar al patio, me senté en el suelo aspirando el refrescante aire de la madrugada cuando sentí pasos a mi espalda.

-Jeongyeon, creo haberte dicho que no deberías estar fuera de tu camarote a esta hora.

-Jihyo, creí haberte dicho que no podía dormir- voltee la cabeza para encontrarme a la castaña mirándome con desaprobación.

-Por lo menos no estas trotando- se sentó a mi lado- deberías ir donde Im a que te de algo para el insomnio- realmente parecía preocupada, lo que logro que me sintiera mejor, cada que estaba cerca de ella me invadía una sensación de seguridad muy extraña, me agradaba.

-Eso haré, gracias- la verdad era que si Nayeon lograba darme algo para que las pesadillas se detuvieran le iba a dar la mitad de mi herencia. Estaban empezando a ser molestas y la falta de sueño me estaba empezando a afectar.

-¿Por qué no puedes dormir?- La miré fijamente por varios segundos analizando si podía o debía decirle la verdad.

Terminé por suspirar y sonreírle tranquilamente- Las camas de este lugar son increíblemente incomodas, creo que dormiría mejor en el suelo- negó divertida- lo intentaré la próxima.

-La princesa extraña su cama de plumas.

-No tienes idea- me parecía sorprendente de que a pesar de que fuera de rango mayor que yo me tratara tan amablemente- ¿Te puedo preguntar algo?

-Ya lo estás haciendo.

-¿Por qué me tratas como si fuera tu amiga?, incluso cuando estamos delante de todas eres muy amable a pesar de ser una Sargento.

-Bueno, no todas las Sargento somos tan estrictas como Mina- me sorprendió que la llamara por su nombre, aunque ya había notado que eran buenas amigas- y eres mayor que yo, así que en parte respeto eso.

-Entonces dime Unnie a partir de ahora- soltó una carcajada que se me contagio.

-Ve a ver a Im- se levantó para irse y yo hice lo mismo.

Entré a la enfermería buscando a Nayeon como Jihyo había sugerido, no sé porque no se me había ocurrido antes. La encontré en un escritorio con las gafas puestas muy concentrada en unos documentos. Se veía increíblemente sexy con gafas.

-Doctora Im- levanto su vista de los documentos y me dio una brillante sonrisa- déjeme decirle que se ve muy bien esta mañana.

-Soldado Yoo- se quitó las gafas- me sorprende verla por aquí consciente y sin golpes.

-Muy graciosa- la miré seriamente y ella se enderezó- he tenido problemas de insomnio, quería saber si me podías recetar algo para eso- me dio señas para que me sentara frente a ella en el escritorio y así lo hice.

-¿Hace cuánto de no puedes dormir bien?- sacó unos papeles y empezó a anotar cosas.

-Hace dos semanas- levantó una ceja- desde que llegué a este lugar infernal- bromee.

Mi Sargento. (Jeongmi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora