Mi Sargento. (Jeongmi)

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POV Mina

¿Qué había hecho? ¿Qué había estado a punto de hacer? Caminaba por los pasillos de la academia buscando una posible explicación para mi estupidez. Joder, me pase una mano por el cabello mientras entraba a mi oficina.

Había besado a Yoo, otra vez. Desde el día de ayer no podía sacármela de la cabeza, pensaba que estaba molesta con ella por haberme besado así y después haber huido. Pero hoy me había dado cuenta que lo que me había molestado era que ese beso me hubiera gustado, que esa horrible mujer me hubiera excitado.

-¡JODER!- golpee fuertemente mi escritorio.

Estaba molesta, con ella por no haberse apartado, por no rechazarme y conmigo por no haber tenido suficiente autocontrol. Me había sido imposible resistirme al verla con los ojos cerrados intentando controlar su molestia y casi pierdo la cabeza cuando gimió en mis labios.

-Maldita sea- otro golpe a mi escritorio y la puerta de mi oficina se abrió, imploré para que no fuera Yoo.

-¿Acaso planeas partir tu oficina en dos?- giré mi cabeza para encontrar a Jihyo parada en la puerta con los brazos cruzados - déjame adivinar, ¿Yoo Jeongyeon?

Asentí, dejándome caer en una de las sillas de la habitación.

-Esa chica tiene mucho poder sobre ti- No tienes idea- realmente me sorprende que logre sacarte tanto de tus casillas, no sueles perder el control tan fácilmente- se sentó a mi lado.

-¿Puedes encargarte de mí escuadrón por una semana?- me miró sorprendida por mi petición- yo me hare cargo del tuyo.

-¿Qué fue lo que te hizo?- preguntó preocupada- no sueles huir así de los problemas.

-No estoy huyendo- dije entre dientes- necesito tiempo- no parecía muy convencida- Por favor.

-Está bien, pero me tienes que decir que fue lo que te hizo- un trato justo.

-Nos besamos.

POV Jeongyeon

Decidí que debía enfrentarla. Entre al gimnasio esperando encontrarme con una Mina escupiendo fuego, me sorprendió bastante encontrar a las chicas siendo supervisadas por Tzuyu, quien se acercó molesta y me golpeo en la frente.

-En serio Yoo, ¿Qué está mal contigo?- la miré mientras me sobaba la frente, su expresión cambio de ira a preocupación- ¿Estas bien?

-¿Por qué preguntas?- mi voz sonaba hueca.

-Estas pálida, ¿Hablaste con la Sargento Myōi?

-No- mentí mientras caminaba hacia una de las maquinas.

Estaba a punto de empezar una serie cuando Jihyo entró en la habitación- Señoritas, pueden parar e ir a desayunar- La miramos extrañadas y ella suspiró- ¿Piensan desobedecer a su superior?

-No, mi sargento- Tzuyu fue la primera en formase y todas la seguimos.

El resto de día Jihyo fue la que se encargó de nuestro escuadrón, nos explicó que ella y Mina habían considerado una buena idea que los soldados y cabos se adaptaran a otro Sargento teniendo como objetivo estar completamente integradas para el torneo.

En la noche, a la hora de la ducha entre distraídamente a los baños, sumida completamente en mis pensamientos, acaricie lentamente mis labios recordado una vez más ese estúpido beso ¿ahora cómo iba a ignorarla?, aunque una parte de mi sospechaba que ella había cambiado de escuadrones con Jihyo para evitarme. No era tan malo después de todo, necesitaba olvidarme de ese beso.

-Está muy distraída, soldado Yoo- unas manos rodearon mi cintura, me gire para encontrarme a Momo mirándome con su sonrisa radiante, le hubiera sonreído devuelta si no estuviera invadiendo mi espacio personal cuando estábamos completamente desnudas en la ducha.