𝐂 𝐎 𝐑 𝐀 𝐙 𝐎 𝐍 𝐃𝐄 𝐌 𝐄 𝐋 𝐎 𝐍 | ❝ El ser humano se equivoca constantemente, y conforme crece, se va percatando de sus errores. ____________ Ruiz cometió el error de convertirse en un delincuente juvenil durante el kinder, y acosó a las...
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ᴛʀᴏɪs
Los nervios consumen a Violeta, no quiere cometer un error y molestar al bully.
Claro que escuchó la advertencia de Sucrette, y no duda de sus palabras, después de todo pudo ver como Karla fue atacada por él durante el primer día.
Se sentía como un ratón acorralado por un león.
Sigue haciendo sus garabatos en su bloc, y comete el terrible error de presionar demasiado fuerte el lápiz para hacer que la punta se rompa, esto causó que saliera disparada hacia el rostro ajeno.
Ahoga un chillido en su garganta, y cuando él voltea a verla jura que su vida pasa frente a sus ojos. Observa como el chico acerca su mano lentamente, y ella cierra los párpados con fuerza, esperando un golpe.
─L-Lo siento mucho, no era mi intención ─susurra, aún así trata de prevenir el enojo de la bestia.
Sigue esperando en silencio y a merced de la ceguera, pero no hay respuesta. Abre los ojos y el chico la mira con una extraña emoción que no logra descifrar, aún así le tiene miedo, tiembla hasta que su mano desciende sobre su mesa, y deja un pulpo de plástico.
¿Eh? ¿Un pulpo? Piensa incrédula. ¿¡Me va a desfigurar hasta que parezca un pulpo?! Exageró su pensamiento.
Al ver que ella no reacciona, acerca dicho pulpo hasta que queda encima de su pupitre, y luego regresa su atención a la lectura.
Violeta mira con recelo el objeto, y lo toma para averiguar de que se trata. Justo debajo puede ver un orificio.
─¿U-Un sacapuntas? ─balbucea.
¿Le acaba de prestar un sacapuntas en forma de pulpo? Sí, por Poseidón, claro que sí.
Sus mejillas se calientan, está avergonzada por haber actuado de esa manera frente a un desconocido. Toma el sacapuntas, siente que quiere sonreír y no sabe por qué.
Utiliza aquel objeto hasta que su lápiz vuelve a estar como nuevo, y luego desliza el sacapuntas hasta el pupitre del chico.
─G-Gracias ─susurra.
Se sobresalta cuando vuelve a voltear, él también tiembla, no sabe que responder porque no está acostumbrado a que le hablen.
Él asiente una sola vez, y de manera rápida pero eficaz su cabeza ya se encuentra inclinada hacia su libro. Violeta también regresa a lo suyo, pero sus ojos no pueden evitar curiosear al otro.
