"Solo Un Polvo"

"Solo Un Polvo" -Séptima Parte: Tú eres peor que yo.

Digamos que hice un cambio de planes luego de salir de la habitación del hotel.

El pequeño chupetón que tengo en el cuello puede causarme problemas, pero nada de lo que deba asustarme por el momento.

Llego a mi casa y llamo a un número que conozco muy bien, su voz gruesa y ronca se escucha desde el otro lado de la línea y hace que un pequeño jadeo se escape de mi garganta.

—Como amo esa voz.

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—Al parecer, ya terminaste. —Me dice de manera divertida, él es uno de los pocos de los cuales saben de mi verdadero plan para con Sasuke Uchiha y les aseguro que no es nada lindo.—

—Algo ahí de eso.

—¿Quién diría que con esa cara de Santa serías el mismísimo demonio Hyuga?

—No soy tan malvada como lo dices. Lo único que no soporto es que se metan con mi hermana o con mis amigos y eso tú lo sabes muy bien.

—Claro que lo sé. Pero.....¿Yo no estoy en esa ecuación? ¿Soportarias que alguien se metiera conmigo? ¿Así de cruel eres?—Me dice escuchándose ofendido, lo cual intuyo que es actuado, estoy totalmente segura de eso, y es por ello que suelto una pequeña risilla, él enserio sabe cómo hacerme reir por cualquier tontería.—

—Claro que lo soportaría. —Sonrio ya que se que él esperaba esa respuesta—

—¿A sí? ¿Eso es lo que soy para ti?....¿Nada? ¿Ni un simple amigo me consideras? —Me encanta cuando me habla así, aunque todo en él me encanta en este momento.—

—Sabes porque lo digo —Sonrío— Ya puedes dejar de hacerte el santo, sabes que conmigo eso no te queda.

—Escucho como se ríe y trata de calmarse para luego retomar la palabra.— No, la verdad no lo sé, ¿me lo podría aclarar señorita Hyuga?

—Con gusto joven...Tú sabes que eres más que un conocido o un simple amigo para mí, así que solo diré que tú no necesita de mi protección o mi cuidado.

—¿Y eso por qué? Según tú, claro. —Me pregunta burlón

—Porque tú eres peor que yo y lo sabes. No te quedas con una, no importa cuan mínima sea. Te la cobras hasta con intereses, así que no le veo sentido preocuparme por tí. Aunque debo aceptar que me he preocupado por tí más de lo que me gustaría admitir.

—Supongo que tienes razón. Y que ahora tenemos algo nuevo en común.

—¿Así? ¿Y eso que es? —Le preguntó curiosa, no son muchas las veces que él se confiesa conmigo. O bueno, por lo menos por teléfono.—

—Que a mi también me preocupas más de lo que me gustaría admitir. —Y tras haber escuchado eso, sonrió con dulzura.—

—Sabes que me encanta que me hables así ¿verdad?

—Si, la verdad lo sé. Pero cambiando de tema, ¿Vienes a mi casa? Te estoy esperando. Espero que no se haya olvidado.

—Nada que tenga que ver contigo podría olvidarse. Solo quiero hacer un pequeño cambio de planes.

—¿Y cual es ese? ¿Cual sería ese cambio exactamente?

—Que tú vengas a mi casa.

—¿Y eso? Ya habíamos quedado Hinata.