|✔️| La Madrastra Villana del Protagonista Masculino

Capítulo 55 - La señorita Yan era incluso más poderosa de lo que imaginaban

Yan Shuyu suspiró felizmente cuando escuchó que el jefe le preguntaba: "Esta vez me voy a Texas. ¿Qué te gustaría que te trajera?"

"¿Pollo frito de Texas?" Yan Shuyu espetó.

Se había dado el lujo de recibir recuerdos de viajes de negocios. Como bebé de sus padres, las solicitudes de obsequios de Yan Shuyu siempre estaban relacionadas con la comida. Ella era, después de todo, una entusiasta. Por eso pensó reflexivamente en la comida cuando Zhou Qinhe le preguntó.

Era la primera vez que el Jefe Zhou preguntaba qué le gustaría traer a su novia, pero la peculiar respuesta de Yan Shuyu aún fue muy inesperada. Él le dirigió una mirada muy complicada y le recordó casualmente: "Me voy a Texas".

Después de pensarlo un poco más, Zhou Qinhe agregó específicamente: "Y tal vez también un desvíe a Manhattan".

Zhou Qinhe no podría haber sido más obvio. Cualquiera de las damas de su círculo sabría que Manhattan era sinónimo del paraíso de las compras. Todos los artículos lujosos del mundo se podían encontrar allí, y ella podía pedir lo que quisiera.

Yan Shuyu nació como un campesina. Había viajado con sus padres en su vida anterior, pero solo había estado en Corea y Japón. Bali fue lo más lejos que había ido. La VISA para Europa y EE. UU. era costosa y complicada, y su familia no podía pagar eso, por lo que nunca pensaron en eso. Esa fue la razón por la que ella realmente no lo pensó de esa manera, incluso Zhou Qinhe no podría haberlo dicho más claro. Solo sintió que había dicho una estupidez y que el jefe se había burlado de ella.

Con falta de interés, dijo: "Nunca he estado y no tengo idea de por qué son conocidos allí. Sólo tráeme lo que sea."

De una forma u otra, estaría feliz con cualquier regalo. Yan Shuyu de repente decidió agregar dócilmente: "Me gustará cualquier cosa que venga de ti".

Su última oración obviamente agradó al jefe Zhou, por lo que aprovechó la oportunidad en el semáforo en rojo para frotarle la cabeza y dijo felizmente: "Está bien".

Yan Shuyu le sonrió con anticipación. Ella nunca ha estado en los EE. UU., pero poder esperar que su novio traiga a casa un recuerdo de los EE. UU. también fue emocionante.

Zhou Qinhe era muy diferente de alguien como Yan Shuyu, que era espontáneo y no pedía mucho en la vida. Su agenda diaria estaba escrita en papel y cada una de sus secretarias y asistentes tenía una copia y rara vez cambiaba. Después de decirle a Yan Shuyu que se iba de viaje de negocios en 2 o 3 días, se dirigió a los EE. UU. la segunda noche.

Su vuelo salía a eso de las 11 de la noche. Como su novia, Yan Shuyu no podía actuar como si no tuviera nada que ver con ella. Sin importar que él le había prometido que le traería recuerdos, incluso si no iba a hacerlo, solo por el bien de él siendo tan atento con ella normalmente y atendiendo a casi todos sus caprichos, ella debería ir a despedirlo. Salió del trabajo a las 8 p. m. y había mucho tiempo para despedirlo en el aeropuerto.

El jefe vino a buscarla cuando estaba cerca del final de su turno. En lugar de esperar en su automóvil como de costumbre, entró en Sunshine House. Yan Shuyu bajó las escaleras y sus ojos se encontraron. Ella corrió hacia él, gratamente sorprendida, y le preguntó: "¿Estás aquí para recogerme después del trabajo? ¿Pensé que ibas a un viaje de negocios?"

Zhou Qinhe abrió los brazos y la abrazó. Él respondió a su pregunta con una pregunta: "¿Ya cenaste?"

"Por supuesto, hay chefs en la tienda. Los trabajadores aquí no morirán de hambre de una forma u otra".

Zhou Qinhe sonrió, asintió y comenzó a caminar mientras sostenía su mano. "Okey. Entonces déjame llevarte a casa primero."

Yan Shuyu no había pensado demasiado en eso y no notó nada fuera de lo común hasta que llegó al auto. Desde la primera vez que se lo había cruzado en plena calle, el jefe nunca utilizaba un chófer cuando estaba con ella. Sin embargo, hoy no solo había un chofer mucho más joven, también había alguien más en el asiento del pasajero. Una mujer nada menos.