¡Don't Trust Anyone! • ziam

"The Lodger"

Hijo del amor adolescente que tuvieron sus padres.

Fue el segundo hijo del matrimonio, su hermano mayor Abel, juró protegerlo por el resto de sus días, al igual que su padre, que prometió amarlo por siempre, y así fue por muchos años.

La familia Malik se veía tranquila y amable, eran todos humildes y sus hijos eran muy bien portados, nunca escucharon una queja sobre ellos.

Los vecinos notaban el amor que brotaba en esa familia, pero solo basta con acercarse a la puerta, para ver todo lo que ocurre detrás de cuatro paredes.

A la simple edad de 7 años, Zayn pasaba sus tardes de verano mirando a niños jugar en el parque, reía cuando alguno hacia una cara divertida o se caía sin querer, los miraba con adoración y felicidad pura, tenía muchas ganas de poder correr y jugar con ellos, pero no podía, debía esperar a que su hermano lo fuera a buscar, el cual a veces se demoraba horas en llegar.

También pasó sus horas después de clases en la casa de una vecina, la cual lo cuidaba mientras su madre y padre iban a algún lugar, Zayn preguntaba, quería saber que sucedía en su entorno, pero al ser joven, la gente piensa que no sabes nada, entonces no se daban el tiempo de explicarle al niño pequeño, que su querida madre le había sido infiel a su padre, haciéndolo caer en una gran depresión, preferían llamarlo "cosas de adultos"

Pero Zayn no era incrédulo, era un niño muy inteligente para la poca edad que tenía, por las noches escuchaba las peleas que provenían de la cocina, por más que su hermano intentara hablarle de otras cosas, mostrarle música o jugar con él, toda su atención se iba a los gritos.

Zayn desde pequeño había sido un niño muy energético, corría por todos lados, gritaba y se reía por todo, su mente solo tenía espacio para pensar en todas las preguntas que su pequeño cerebro generaba, hasta que las peleas empezaron, ¿Por qué papá y mamá se gritan?

Siendo ellos mismos los que le enseñaron a nunca gritarle a alguien que amas, siempre respetarlo y hacerlo feliz, tal vez era pequeño y curioso, pero podía notar que la felicidad y el amor no lucia como sus padres lo mostraban.

Entonces ahora su mente pensaba en respuestas, en ideas y situaciones puntuales, pensaba en como dejar que sus padres discutieran, pensaba en cómo hacer que su hermano mayor no lo tratara tan mal, tal vez el problema era Zayn, tal vez hablaba mucho y no dejaba tranquilo a la gente, fue la única respuesta que su mente de un niño de 7 años pudo encontrar.

Así que se empezó a callar, todos los pequeños pensamientos que tenía fugazmente, ya no los decía en voz alta, se los guardaba, ya no gritaba sin razón, ahora solo mostraba su emoción con sus expresiones.

Pasó así por mucho tiempo, el año escolar terminó y el seguía en su pequeño mundo, se había acostumbrado a ser silencioso y a observar todo a su alrededor, hablaba cuando lo encontraba necesario, cuando no, buscaba las respuestas en su cabeza, por sí solo, y de verdad pensó que esa era la respuesta a todos los problemas que tenía, pero notó que todo seguía igual que antes, incluso ahora era peor.

Quería volver a ser ruidoso y parlanchín, pero ya no podía, le daba miedo hablar muy fuerte, tenía miedo de que alguien le dijera algo, que, si volvía a ser como antes, los problemas se harían peor, extrañaba al pequeño que era antes, y eso lo ayudó a darse cuenta, de que ya no era un niño.

Tal vez físicamente lo seguía siendo, pero su mente funcionaba de una manera distinta, veía a sus compañeros de clases reírse por cosas inútiles, llorar por cosas pequeñas, las cuales a él no le generaban nada, había avanzado mucho, y ya no podía retroceder.

Ya no pensaba en que juegos jugaría el sábado por la tarde, pensaba en el por qué su papá dormía en el sofá y no en su habitación.

Sabía que su padre dormía solo, y a Zayn no le gustaba dormir solo, entonces entendió que tal vez a papá tampoco le gustaba dormir solo, y notó algo, botellas y latas de cosas que él no tenía permitido tomar, que de muy pequeño fue advertido que eso era veneno y solo los adultos podían beber, pensaba el por qué su papá bebía algo que hacía mal, veneno.