Cap. 3: «El inicio del caos.»

105 7 1
                                    

El sonido de los cubiertos y la música de violín era constante en aquél lujoso restaurante.

Las manos de los esposos se sostenían sobre la mesa, Yoongi acariciando con su pulgar el dorso de la pequeña mano de Jimin y ambos mirándose a los ojos con mucho amor.

—Yoon, extrañaba mucho estar a solas contigo.

—Y yo extrañaba pasar horas admirando tu belleza, escuchar tu dulce voz y sentirte entre mis brazos.

Jimin suspiró enamorado.

—¿Qué será de nosotros?

—No volveré a alejarme, tenlo por seguro. Ahora, más que nunca, quiero estar junto a ustedes. No puedo perderme los primero meses de nuestro bebé y dejarte solo.

—No quiero que dejes tu empleo por nosotros. Sé que amas lo que haces, por eso nunca dudaste entrar a la empresa de tus padres, no quiero que abandones tus sueños. —la culpa lo invadió— Soy un idiota sensible, pero sabré acostumbrarme.

—Jimin, tú y Hwan son lo que más amo. Yo me moriría sin ustedes. —Jimin no supo que responder. — Además, mi sueño no es ser productor musical bajo la agencia de mis padres, mi sueño es tener mi propia agencia y ser yo el jefe de todo.

—¿Pero como harás eso? Cariño, no tenemos tanto dinero...

—Tengo los ahorros de toda mi vida, ¿lo recuerdas? Hace años los ingresé a una cuenta de ahorros y gracias a los intereses ahora tengo el doble. —Jimin boqueó sorprendido. — De todas formas, no necesitamos demasiado para empezar. Mi padre inició con su empresa a los dieciocho años en la cochera de la casa de sus padres y mira a dónde llegó, ahora la empresa se transformó en un edificio de diez pisos con más de cinco mil empleados.

—Gigi, estoy tan feliz y orgulloso de ti. Si Hwan pudiera hablar diría lo mismo.

—No, si Hwan pudiera hablar estoy seguro de que me pediría que lo lleve a conocer a Madonna. —los adultos rieron, pues no era secreto que cuando encendían el reproductor con la música de Madonna su hijo se ponía muy feliz.

—Es un hecho. —rió. — Estaré feliz de verte cumplir tus sueños, Yoon.

—¿Por que solo verme si puedes acompañarme?

—¿Eh?

—Dejaste tus sueños de ser un reconocido bailarín por Hwan, Minnie, pero no tienes que abandonarlos para siempre. Necesitaré a un director de baile en mi agencia, ¿Sabes?

Por unos segundos, Jimin olvidó respirar.

—Te amo demasiado, Gigi. —sus ojos se cristalizaron. Yoongi, al notarlo, se levantó inmediatamente y lo abrazó.

—Yo te amo mucho más, es por eso que quiero que seas feliz.

El momento tan conmovedor fue interumpido por un carraspeo. Se separaron al darse cuenta que se trataba del mesero con su comida. A saber cuánto llevaba esperando, porque se veía fatigado.

—Lo sentimos.

—No hay problema, disfruten de su comida. —sonrió amable y se alejó masajeando su brazo.

—Yoon, ¿Cómo crees que esté nuestro bebé?

—Él está bien, no te preocupes por nada. Jin y Jungkook deben de estar divirtiéndose con Hwan, nuestro hijo es un niño muy tranquilo.










Mientras tanto, en el hogar Min...
















—¡Por el amor de Dios! ¡¿Dónde tiene el botón de apagado?! —se quejó Jungkook, tapando sus oídos con un par de almohadas.

Nunca confíes en tus amigos [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora