♡ innocent ♡ (Timebomb)

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<<Kidnapping>>

Ekko se encargaba de varias de las peticiones que le dejaban su pueblo en un buzón que él había creado.

No tenía del tiempo para escucharlos pedirlo, pero si para leerlos, por ello había dado la iniciativa de un buzón en el que se ponían múltiples peticiones, asignaba el nivel de importancia de cada una y colgaba sus pedidos en un tablero.

Los días eran atareados, siempre había algo que hacer, ya fuera planear misiones, salvar civiles, frustrar los planes de los criminales, darles la bienvenida a los nuevos miembros, encargarse de su grupo, diseñar nuevos inventos o tal vez ayudar con las peticiones del lugar.

Scar ya le había advertido de la carga, Ekko aún era joven para tener que llevar esa carga.

No dormía mucho, estaba siempre a la defensiva o ayudando.

Sus ojeras se hacían notables y su cuerpo estaba empezando a cansarse.

Pero no podía parar, como líder llevaba el peso de su grupo.

Y el seria su protector, sin importar que pase con el mismo.

Tomo los papeles de su tablero de pendientes y fijo su mirada en uno de ellos.

Tenía varios dibujos a los lados de la petición, también brillitos, supuso que sería una niña quien habría escrito el papel.

Ekko, siempre tan bueno ayudando a los niños.

"Querido Ekko.

¿Puedes llevar la caja de juguetes a mi hogar? Mi hermana no tiene y te admira mucho, pero es muy pesada para mí.

Deje la caja en tu genial oficina.

Con amor J."

La nota había estado en esa pared una semana, siempre que la miraba pensaba que era poco eficiente salir de la guarida habiendo tantas cosas que hacer, pero no dejo que nadie cumpliera la petición, quería hacerlo el mismo.

La chica se debió esforzar tanto esa nota que lo conmovió.

Ekko sonrió, era muy tierna.

Tomo la mediana caja, en realidad no pesaba tanto.

Seguro la niña era muy pequeña y delgada.

Despidiéndose de todos, cogió su patineta y se dirigió al lugar marcado al respaldo de la nota.

Se encontró frente a un viejo edificio, el lugar lo hacía recordar a su antiguo hogar, los cuales no volvió a visitar después de que Silco se adueñara de ellos, la nostalgia lo toco, pero la ignoro rápidamente.

la primera puerta estaba abierta, llamo desde afuera en busca de alguna señal, miro la nota comprobando si estaba en el lugar correcto.

Era el lugar.

Entro en el edificio, miró un poco de brillo en las escaleras, supuso que sería el mismo que en su nota.

Camino por el pasillo, buscando alguna puerta que tocar.

Un ruido leve se dio a su espalda, volteando instintivamente, pero siendo golpeado por detrás con mayor rapidez, causándole un desmayo, lo último que pudo ver fue el sonriente rostro de la delgada chica de ojos rosas.

Jinx.

...

Abrió sus ojos lentamente, con la mirada aun borrosa intento adivinar el extraño lugar.

Su cuerpo estaba cansado, no tenía mucha fuerza en sus brazos, no los podía mover.

Maldita Jinx