♡ innocent ♡ (Timebomb)

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<<Torture>>

Los movimientos de la chica empezaron a acelerarse, su cadera empezó a dar fuertes movimientos hacia adelante y atrás.

Ekko empezó a ganar terreno cuando el cuerpo de esta fue cayendo hacia atrás, causando que este fuera hacia adelante en busca de tocar con su boca su rostro.

En algún punto tuvo una libertad al poder alzar sus piernas, permitiéndole empezar con embestidas leves, diferentes a lo incontrolables movimiento de la menor.

Las uñas de esta se clavaron en sus hombros cuando el moreno decidió complació su anterior deseo, sus movimientos empezaron a igualarse con los de su cintura, ganando conocimiento, hasta terminar superándolos, teniendo unos movimientos duros y concisos.

El cuerpo debajo solo pudo recibirlo, los golpes contra su feminidad la hacían temblar, su herida anterior no estaba del todo curada así que su placer y su dolor se mezclaron.

Los golpes de los sexos daban un sonido que retumbaba en las paredes, acompañados con los gemidos y gritos de la chica.

Ekko solo podía seguir haciéndolo.

Una de sus manos se separó de la cadera de la chica, haciéndola perder su equilibrio, su mano se dirigió al erguido pecho, aparentándolo sin piedad.

Un fuerte gemido salió de la chica.

Su cuerpo estaba en una posición diferente, su extremidad que era agarrada por el chico con fuerza estaba en la cintura de este, la sostenía con tal fuerza que enterraba sus dedos en la piel descubierta, pero lograba que esta aguantara toda su violencia. La otra estaba en la cama, su fuerza hacia acabado, esta se llevaba todo el impulso del impacto, se movía haciéndola mover a ella igual. Su pequeño pecho derecho era pecho pechisacado y apretado, y aun así sus pezones se elevabaron en busca de más atención de las grandes manos. Su boca estaba entre abierta, dejando que todo tipo de sonidos salieran de esta, gemidos y gritos, cuando intentaba retenerlos mordía su labio, pero sus intentos eran en vano al sentir otra embestida.

La sola imagen lleno al joven de placer, su miembro estaba caliente y húmedo, su lugar era dentro del pequeño cuerpo de la chica, que lo apretaba contra si, su interior era explorado por él, golpeando repetidas ocasiones sus paredes y centro, salía un poco sin llegar a sacarlo del cuerpo femenino y volvió a entrar con fuerza.

Su mano buscaba más y más esa suavidad y textura que le brindaban el pecho y el muslo de la delgada chica.

Traidora. –Pensó– siempre te quedaras conmigo ¿no? Eso me dijiste.

En su infancia y inocencia habían quedado muchas promesas olvidadas de ambas partes.

Te cobrare todo

Su mente se perdió en el deseo, no podía pensar más en algún crimen diferente que no fuera el no haberse quedado juntos.

Su mano tiro del muslo de la chica, cambiándola sorpresivamente de posición, su pecho toco las sabanas, su cadera se elevó por orden del chico que alzo su cadera.

Un fuerte golpe estalló en su nalga.

Malcriada

Sus trenzas fuero agarradas desde arriba, haciendo que su rostro fuera elevado, su refugio dentro de las cobijas fue abandonado, sus gritos no podían ser escondidos.

Los golpes en sus sexos más los de sus nalgas daban una mezcla totalmente exquisita, su dolor se mezclaba con su satisfacción, deseaba más y a la vez que para, su respiración salía entre cortada, sus manos apretaban la sabana como si pudieran siquiera salvarla.