-"Y luego tienes una reunión con la junta de directivos que..."- te detuviste a mitad de la oración para darle su café y tomar la bolsa con croissants de su mano (guardándolos en tu bolsa para él más tarde), con una mano, mientras que la otra sostenías tu cuaderno cerca de ti. Tus ojos no dejaron las notas frente a ti ni por una fracción de segundo.
-"Debes terminar antes de que tu padre te haya presentado con su propia opinión sobre el asunto"- agregaste, mientras ambos caminaban por la acera en dirección a la limusina negra que los esperaba allí.
Fuiste y serás la única asistente personal de James B. Barnes, director general de la industrias Barnes, de las que había tomado el control después de la jubilación de su padre, Joe Barnes. Tiene un hermano, Sam Barnes, famoso abogado de la ciudad de Nueva York que no quería tener mucho que ver con los negocios de la familia. Joe parecía confiar mucho en James, por lo que le permitió tener el control total de las industrias a una edad temprana, al menos en comparación con otros directores ejecutivos. Joe, sin embargo, no había dejado de entrometerse en la gestión de la empresa por lo que ocasionalmente asistía a reuniones.
-"¿Mi padre?"- preguntó James, aunque no estaba realmente sorprendido.
-"Sí, llamó en la mañana"- dices simplemente.
Todos se habían acostumbrado a ver al mayor de los Barnes asistir a las reuniones. Para consternación de su esposa Mary. La conocías por tu cuenta ya que ella trabajaba como asistente personal de Joe, mientras que tú todavía tenías un pequeño trabajo que hacer en la empresa. Cuando James asumió el cargo, tanto Mary como Joe dejaron de trabajar allí. Principalmente porque la primera decisión de James como ejecutivo de la empresa fue convertirte en su secretaria personal. Mentirías si dijeras que no te sientes halagada. Lo conocías desde que comenzó a trabajar en la empresa y (a pesar de sus muchas protestas) siempre te referirías a él como 'Señor Barnes'. Para ti eso es lo que ha sido. Dueño de la empresa.
-"Oh, está bien"- murmuró, con la voz todavía mezclada con el sueño, y tomó un gran sorbo de su café. Era negro sin azúcar porque sabías que lo necesitaba en las mañanas como está, cuando literalmente tenías que sacarlo de la cama.
-"Y luego..."- ambos entraron al auto mientras el chofer les abría la puerta. Entraste tú primero y luego James, que a veces miraba por la ventana.
-"Tienes una reunión personal con tu asesor comercial para hablar sobre..."- comienzas a hablar de nuevo solo para que James te interrumpa gruñendo.
-"¡No, ese otra vez!"- dijo, echando la cabeza hacia atrás por un segundo.
-"Lo siento, pero sí, señor Barnes. Su padre ha exigido que lo vuelva a ver este mes. Es de suma importancia que usted..."- comenzaste a hablar y él te interrumpió una vez más.
-"Que le hable de las reservas de Management, sí, lo sé"- gruñó sacudiendo la cabeza.
-"Aunque es importante"- dices con una pequeña sonrisa.
-"De todos modos, entonces tendrás que firmar algunos papeles para tus futuras colaboraciones con algunas de las empresas más grandes del país, ah, y necesitamos tu aprobación para algunos pasos importantes en..."- comenzaste a hablar pero te interrumpiste.
-"El café no está haciendo mucho, ¿verdad?"-
Te miró por una fracción de segundo, con una pequeña sonrisa en los labios.
"Dios esa sonrisa" pensaste para ti.
-"No, todavía no al menos"- dijo cerrando los ojos y apoyando la frente contra su asiento -"pero habrá logrado despertarme cuando lleguemos a nuestro destino, con suerte"- murmuró.
ESTÁS LEYENDO
"The safety of the heart" (Bucky Barnes y tú) ᵒⁿᵉ⁻ˢʰᵒᵗ
Fanfiction-"Señor Barnes..."- empezaste a hablar, con una voz apenas audible pero la mirada, o más bien una mirada fulminante que te disparó te hizo callar. Apretó los labios y se miró las manos. Se sirvió un poco más de whisky en su vaso y se giró para mira...