Final

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Estornudo, estornudo, estornudo y estor-

—¡Achís!.. ¡Achís achís achís!

Quizás el cerebro de 

hyunjin olvidó su alergia por la emoción del momento, pero un gato en la mesa y un beso de felix fueron suficiente para recordárselo.

—¡Jinnie! —felix se removía inquieto en su silla mirando a Chi y a su novio al mismo tiempo sin saber qué hacer.

La escena era adorable y graciosa, hyunjin a punto de desmayarse de tanto estornudar y felix actuando como un novio preocupado, ¿Chi? él estaba tranquilito dándose un baño.

—Awww que cosa más bonita~ —dijo una chica muy cerca de donde estaban. felix volteó a mirarla.

—¿Cómo se llama? —preguntó ella agachándose junto a la mesa para poder ver de cerca al animal, captando toda la atención del menor.

—Se llama Chi —respondió felix.

hyunjin cayó al suelo cual estrella de mar, las personas que iban de allá para acá con sus bandejas de comida le miraban divertidas, quizás se pensaban que era una broma.

—Eres muy lindo Chi —dijo la chica acariciando al gatito desde su cabeza hasta su colita, Chi ronroneaba complacido.

—¿Te gustan los gatos? —preguntó felix realmente interesado.

—Bebé ayuda... —pidió hyunjin desde el suelo.

—Un segundo amor estoy en medio de algo.

felix veía la adoración de la chica por el gatito, a Chi parecía agradarle ella. Se restregaba contra la mano de la chica como el gato meloso que era. ¿Eso debió ofender a felix? un poquito, después de todo se dio cuenta de que era reemplazable para su mascota, pero una chispa de esperanza se instaló en su corazón.

—¿Cuál es tu nombre? —preguntó con una sonrisa a la muchacha de cara bonita.

—Rose ¿y el tuyo?

—Felix.

Ambos sonrieron tímidamente. Ella era tierna y parecía gustarle a Chi, el castaño ya sabía qué hacer.

—Quizás va a sonar raro pero-

—¡¿Dios mió hombre estás bien?! —exclamó un señor cayendo de rodillas al suelo para socorrer a hyunjin.

Rose y felix fueron sacados de su burbuja. Había una cantidad considerable de personas rodeando su mesa.

—¡Jinnie!

.

.

.

—Lo siento tanto Jinnie, perdóname por ser tan distraído.

felix lloraba en el hombro de su novio mientras hyunjin le acaricia la espaldita, utilizando el brazo que no le habían inyectado anteriormente.

—Tranquilo cielo, fue un desliz, me olvidé de mi alergia —hyunjin hablaba con dulzura y diversión, su bebé ya llevaba un buen rato culpándose por lo ocurrido.

—Pero tu pediste ayuda y yo ni volteé a mirarte ¡es mi culpa!

—Muy bien ya es suficiente —el peligris sujetó a felix por los hombros sin ser brusco—. Todo está bien, por favor no llores —suplicó haciendo un puchero, el castaño dejó de llorar y respiro profundo.

Se tomaron de las manos y salieron de la sala en que hyunjin fue atendido, a la doctora solo le tomó veinte minutos tratar la hinchazón e inconsciencia del pobre pelinegris.

—¡Esperen! —gritó la doctora saliendo del consultorio— tengo algo para ti pequeño.

Si bien la doctora sabía que felix era mayor de edad, no le costó nada tratar así a un chico tan adorable, toda la consulta fue una escena muy linda de ver para ella, cómo esos dos novios se susurraban cosas al oído mientras ella hacía su trabajo.

Le extendió un par de caramelos.

—Fuiste un buen novio.

felix vio el nombre bordado en su bata blanca. "hyuna"

—Gracias señorita hyuna —ella se veía demasiado joven como para llamarla señora.

La mujer le guiñó un ojo y sin más volvió a su consultorio para atender a otro paciente.

—¿Lo ves? ella piensa igual que yo.

Ya en la sala de espera vieron a rose sentada esperándoles con el gato en su regazo. De seguro se habían vuelto muy cercanos.

Luego de que la multitud en el centro comercial temiera por la vida del peligris, Rose y dos señores más ayudaron a felix a llevarlo al hospital más cercano, que menos mal estaba a una cuadra de ahí.

La chica fue muy amable, ella se quedó con el gatito en lo que hyunjin era chequeado.

—¡Chicos! ¿cómo les fue? —se apresuró a preguntarle a hyunjin, dejando a Chi en la silla.

—Mejor... —hyunjin miró a Chi de reojo—. ¿Qué hace él aquí todavía? me llevan a emergencias por alergia a los gatos y este señor esperándome afuera para hacerme volver a entrar.

Rose y felix rieron por el comentario de hyunjin, el gatito le respondió mostrando sus colmillitos.

Los tres salieron del hospital. Yuna tenía que tomar su propio camino, y felix recordó lo que estaba a punto de ofrecer hace un rato.

—Rose... —llamó la atención de la castaña—. Has sido muy amable con nosotros, yo no sabía qué hacer. Lamento que nos conociéramos en una situación así, y precisamente por eso yo emm... —felix le extendió la maletita de viaje con Chi adentro— yo quiero que te quedes con Chi, claro, si quieres, si puedes.

La chica abrió sus ojos sorprendida, sin saber qué decir o hacer. No todos los días te regalan el gato que has anhelado desde pequeña.

Quien lo diría, ella yendo de camino a la tienda de mascotas y terminó justo ahí con esos lindos chicos ofreciéndole una mascota.

—¿Lo dices en serio?

—¿Me prometes que lo vas a amar mucho?

—¡Lo juro! —gritó emocionada llevando un puño a su pecho para darle más credibilidad a sus palabras.

hyunjin veía la escena enternecido. Su bebé y esa chica eran muy parecidos, desprendían más ternura juntos que el mismísimo Chi por si solo, o eso pensaba él.

No iba a mentir, sentía mucho alivio porque ese desastre acabara, fueron las dos semanas más largas de su vida.

—Entonces es tuyo —terminó por decir felix para dejar a su mascota en manos de su nueva amiga.

Después de intercambiar números y de que Rose se fuera, felix y hyunjin suspiraron exhaustos.

—¿Vamos a casa? —preguntó felix jugando con sus manos inquieto.

—Vamos, necesitamos un baño y entonces podré mimarte.

Se cogieron de las manos al mismo tiempo que la mirada de felix se iluminó.

Por fin.

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.

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y este es el final señores ¡esperen el epilogo!


# Aʅҽɾɠια ; HყυɳʅιxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora