Capitulo 2

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Patrick

Pasamos cuatro meses conociéndonos, nos hicimos grandes amigos, me volví su confidente, y ella la mía, conocí a sus amigos y empecé a salir con ellos, fueron tardes divertidas, pero no había momento en que la pasara mejor que estando con ella a solas.

No lo negaré, en frente de los demás éramos los más fieles amigos, los mejores de hecho, pero solos, entre noches de películas, los besos empezaron a fluir, cada vez más largos, más intensos, más necesitados. La ansiaba con todo mí ser pero iría solo hasta donde ella quisiera llegar y esa noche en completa libertad sentada sobre mí salió un "te necesito" de su boca, que me dio luz verde para hacerla mía, como aquellas noches donde solo podía imaginar tocarla.

Teniéndola sobre mí solté los botones de su camisa, dejando a la vista sus pechos en un sostén de encaje que apenas y los cubrían, solo eso me puso duro, lindos, suaves, y míos, por que no lo dude un segundo para hundirme en ellos, olerlos, y descubrir sus pezones para chuparlos, disfrutándonos con paciencia mientras ella acariciaba mi cabello, con la respiración agitada, moviendo su cadera suave sobre mi miembro. Sentía su humedad debajo de la falda. Maldita traviesa. Al meter la mano bajo su falda note su ropa interior diminuta. Y al quitarle la falda, el conjunto de encaje que tenía acompañado de esa mirada traviesa me recordó la mujer que era, valiente y directa.

"A mí no me gusta fingir, y me muero por tocarnos y hacer el amor como sé que lo deseamos. Hazme tuya, lo seré en alma y cuerpo día y noche"

La bese rico, fuerte, y la toqué por donde quise, me desvistió en cuestión de segundos y antes de follarla como quería, necesitaba probar ese coño que había saboreado solo en sueños, jugué con mi lengua dándole placer, probando sus jugos, escuchándola gemir pidiendo más, y entre ansias la puse en cuatro en ese sillón, penetrándola duro, chocando contra ese culo que no hacía más que enloquecerme.

"pediste que te hiciera mía y no planeo parar"

"no necesito que pares"

Lo tenía todo para hacerme su esclavo, un adicto a ella, para ser el amor más grande de mi vida.

En cuatro, sobre mí, en la sala, en la cocina, en el cuarto, no quería parar y ella tampoco, me besaba con deseo puro, me hablaba sucio al oído, parecía que las fuerzas no se me agotaban, no con ella. Saltaba sobre mí como toda una diosa, no podía parar de admirar su belleza casi sobrenatural. Finalmente entre orgasmos, besos y palabras dulces la abracé sintiendo su aroma, casi quedándose dormida me susurro "Te amo" la di un beso suave y conteste "Te amo más, te lo juro". La tuve en mis brazos toda la noche y solo eso me bastó para ser feliz.

Desde entonces despertaba casi todos los días conmigo, le gustaba hacerme el desayuno, pero le propuse turnarnos, y así fue hasta no tenerla más. Películas, libros, citas, hacer el amor, escucharla cantar, reír, ya no recordé la vida sin ella, y aun no la recuerdo, sin tenerla conmigo, teniéndola tan lejos, pidiéndole que vuelva, buscando el calor de sus manos. No, mi vida antes de ella solo es un recuerdo fugaz, porque la amó y ese amor se convirtió en la única parte de mi vida que anhelo tener en mi memoria hasta mi último día. 

Hi! 

Capitulo doble, pronto retomare el publicar los domingos 

Espero les guste 

feliz semana 

bye 


Reencuentro en su miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora