Era otro día y también otro capitulo de su telenovela...
No sabía si estaba preparado para los pensamientos y recuerdos que invadirian su cabeza.
Ni si quiera tenia la certeza de que eran reales o los había inventado.
Pero prefería a veces creer que tomaba fragmento de las vidas de otros y que en realidad su infancia no había sido tan mala.
Solo que la recordaba de esa manera.
Por otro lado, quitando todo lo malo que le sucedía, se llevaba bien con todos sus vecinos, siempre lo saludaban cuando pasaba por las calles, si se topaba con alguno terminaban conversando de cualquier cosa interesante.
Aun que era difícil, algunos lo conocian como Mike, otros como Michael, otros como Fritz, incluso algunos vecinos lo habían llamado "Greg", siempre cambiaba su propio nombre sin darse cuenta.
Y los vecinos lo estaban notando...
Terminó de preparar sus palomitas y fue corriendo al sillón a prender el televisor, había llegado justo a tiempo, el narrador acababa de terminar de hablar.
-Hoy tuvieron problemas para ir a recoger a tu hijo en la guardería!
-¿Y qué? Muchos niños hacen eso...
-Tuvieron que darle con una escoba en el aire!
-Ugh, tengo que irme...
Ah si... recordaba algo parecido a eso...
Fue cuando su tío Henry lo tuvo que ir a buscar a la escuela.
Mike había crecido en un círculo de violencia constante, por lo tanto, era difícil no tratar a los demás de esa manera, si sus padres se amaban y se violentaban entre ellos, ¿porqué no podía hacerlo él?
Esa era su lógica dentro de su cabeza de niño de ocho años, se creía un niño grande y además de eso, creía que todo lo resolvería con un par de golpes, la sangre no le importaba, matar a alguien no era la gran cosa, eso habia escuchado alguna vez decir a su padre...
Entonces, ¿porqué el estúpido director le da tanta importancia?
-Michael, sabes que te vine a buscar porque si lo hacía tú padre, te habría dado con la correa, ¿verdad?
Mike asintió, asustado por la idea de ser golpeado nuevamente con el cinturón o aún peor, con alguno de los cables con los que trabajaba su padre.
Esos le daban la corriente...
-Tío Henry, usted no me golpeará, ¿verdad?
-¿Que dices Mike?, claro que no, nunca haría una cosa como esa, eres tan solo un niño, eres mi pequeño sobrino.
Sintió como su tío le revolvía el cabello, pero su mirada aún estaba preocupada, faltaba poco para llegar a casa...
-Michael, antes de que lleguemos, necesito que me digas porque golpeaste a los niños y niñas de tu escuela, ¿acaso te hicieron algo?
-No... es solo que, pensé que les gustaría si los golpeaba, a mi no me gusta pero... creo que a mamá y papá si, ¿solo los adultos les gusta eso?
Su tio Henry lo abrazó fuerte y le dio caricias en su espalda, como modo de consuelo, pero ni si quiera sabía el porqué lo estaba haciendo.
¿Acaso había dicho algo triste? ¿Malo?
-Te prometo que hablaré con tu papá sobre esto, tienes que saber que a nadie le gusta ser golpeado, no esta bien, ni a los niños ni a las niñas, tampoco los adultos... pero a cambio me tienes que prometer que no lo volverás a hacer, incluso si te molestan.
No supo el porqué, pero comenzó instintivamente a llorar cuando escucho a su Tío Henry hablarle con tanta preocupación en sus palabras, asintió repetidas veces, prometiendo algo que no sabía si lograría a cumplir y abrazo con todas sus fuerzas a su Tío.
Cuando llegaron a casa, Henry entró con el, era todo un desastre.
-William, míralo! ¿¡Acaso no lo ves?! ¡Tu hijo está lleno de moretones y sangre! ¡Me llamaron de la escuela diciendo que golpeó a sus compañeros y compañeras! ¿¡Tú le enseñaste esto?! ¿¡Lo hiciste tú?!
-¿Y que tiene? Al menos sabe defenderse, no es un maldito marica, el no tiene la culpa de que sus compañeritos de clase sean unos totales imbéciles.
-¡Tuvieron que los profesores sacarlo a rastras del salón y golpeó al director en su oficina!
Henry tapó los oídos de Mike, pero aún así escuchaba todo...
Estaba ya acostumbrado.
-¿Sabes? Estoy harto, me voy con Henry, tenemos mucho trabajo que hacer y tu me tienes aquí perdiendo mi maldito y preciado tiempo con tus estupideces.
-¡Eres un violento! ¡Tú y tú hijo son unos malditos violentos! ¡Lo único que saben hacer es golpear a los demás y darles totalmente igual! Son iguales, de tal palo, de tal astilla, llévatelo si quieres! Ya no quiero verte ni a ti ni a Mike hasta que el bebé nazca.
Michael quería llorar, porque nunca había escuchado a su madre ser tan cruel, su padre era el especialista en hacer sentir mal a los demás, pero en este caso, su madre lo había hecho sentir como la peor escoria de la humanidad...
Y tan solo tenía ocho años.
Aun así, no lloró, aguantó las lágrimas como pudo y tomó la mano de su tío Henry con fuerza.
Su padre levantó su mano para darle un golpe a su mujer, pero Henry decidió interrumpir a pesar de que podría ser un problema.
-William, vamonos, tenemos que ir a trabajar y le prometí a Mike que le compraría un helado en el camino.
Y era como si las palabras de su Tío fuesen mágicas, la rabia en los ojos de su padre se fue al instante y volvió a su rostro serio pero calmado de siempre.
Así pasaron un par de meses viviendo donde su tío Henry, con su encantadora esposa, que estaba llena de felicidad cuidando a Mike, ya que hacía años ya deseaba tener hijos.
Incluso si el niño tenía conductas violentas, ella le intentaba enseñar lo que era correcto y lo que no.
Mientras Henry y William pasaban a veces días trabajando en sus proyectos sin descanso.
Fueron los mejores meses de su corta vida en esos momentos...
Hasta que nació su hermanito.
Y volvió a la rutina.
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Memories [William A. x Henry E.]
FanfictionMientras Mike disfrutaba de su telenovela con sus palomitas de cada día, no evitaba tener recuerdos de su infancia, aun que no estaba seguro si todos ellos eran si quiera reales... Algunos eran lindos recuerdos, cuando vio a sus hermanitos nacer era...