Quien iba a pensar que solo necesitaban 10 minutos a solas para causar un... inconveniente. Casualidades de la vida
Damian observaba la gema transparente que se encontraba sobre la máquina de análisis de la baticueva, mientras un pequeño Jon únicamente miraba los alrededores, maravillándose desde el gran dinosaurio hasta el más pequeño aparato que pudiera encontrar.
—Esto es increíble— Jonathan, susurro, totalmente absorto en su asombro por la joya que su padre, Superman, encontró en una de sus misiones con la liga.
Para su contraparte, Damian, esto no era nada por lo que debería maravillarse. Para Damian solo era otra joyita insípida de las muchas que hay y existen dentro de la mansión. Nada nuevo, nada con lo que sacar de casillas a su padre. Habitualmente, cuando el menor de los Wayne encuentra algo que le atraiga, hace preguntas sobre el tema hasta el cansancio.
Algo dulce, pero para la familia llega a ser tan cansado como suena. Solo imagínate a un chiquillo engreído siguiéndote por todas partes para preguntarte cosas a las que no tienes respuestas. A Bruce no le molesta, ni siquiera a Alfred, los afectados suele ser habitualmente Dick, y hasta cierto punto, Superman. Difícil de creer, pero Clark suele tenerle paciencia.
— Se nota que solamente eres un bebe- sisea con burla, sin siquiera apartar la vista del nuevo juguetito de Batman.
Jonathan no se sorprende por el comentario, es algo habitual, el pan de cada día para él. Aunque la lengua le pica por responder de la misma forma burlona, pero se abstiene de armar un espectáculo frente a los héroes que hablaban amenamente del otro lado de la cueva. Bueno, mientras su Clark habla y bruce escucha.
—¿Qué hace exactamente?— pregunto el hombre de acero, no muy seguro si iba a recibir respuesta alguna del caballero de la noche.
—No lo sé— musito, moviendo con rapidez y agilidad sus dedos sobre el teclado, tratando de encontrar algo, alguna pista, cualquier cosa que explicara que era ese extraño cristal.
—El gran Batman no lo sabe— sonrió con burla—Deberíamos ir con la liga.
— Sabes que opino sobre la liga.
Clark suspira, la respuesta no es nueva, y de alguna forma, suena idéntico a Damian cuando se niega asistir con los teen titans.
Se rasca el cuello con nerviosismo, y saca a relucir su típica sonrisa de "reportero convincente"— Bueno, comprendo, pero... Esto me involucra, así que, me veo en la responsabilidad de solicitar más ayuda.— Bruce no responde, ni se inmuta. Clark refunfuña— ¡Bien! Solo le diremos a Víctor. ¿Contento?
Batman se levanta de su asiento. — Sí.
— Luego no te desquites con Damian por ser poco comunicativo. Es tu copia.
El detective no respondió, dio media vuelta con dirección a los tubos z, pero antes de dar un paso y poder desaparecer del lugar junto al superhombre, pronuncio con firmeza mirando a los niños que aún rodeaban el cristal:— Dick vendrá a cuidarles dentro de poco. —soltó un suspiro pesado antes de continuar— más te vale no tocarlo.
Jonathan, nervioso por la orden final, se señaló a sí mismo con una sonrisa boba.
Bruce resoplo— Tú también cuentas Jonathan.
Damian alzo una ceja indignado— ¿Lo de tocar era solo para mí?
— A los dos.—responde antes de que se retirara de una vez por todas. Superman, en cambio, les sonríe ah ambos niños.
— Volveremos después, — mira por última vez al cristal— cuídenlo bien.
Jon le devuelve la sonrisa mientras sus pies se separan del suelo levemente— ¡No tienes de qué preocuparte, papá!— Al igual que Batman, Superman se fue. Jonathan, aun con su sonrisa, se vuelve a ver a Damian, pero esta vez, sus expresiones se vuelven juguetona.— ¿Ahora quien es el bebe?— rio bajito superboy.
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Esto es solo un pequeño problema
FanfictionDamian y Jon quedan enredados en un problema por una estupidez que le costara caro... O no. De todas formas, sentimientos ocultas florecen en la relación amistosa de este distintivo par de superhéroes. Todo es esperable con este duo dinámico.