[universo 2] Manchester

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*Luisita POV**

Me desperté en esa cama como siempre. Me dolían los ojos y sentía la garganta seca, pero ya estaba acostumbrada. Llorar todas las noches se había vuelto parte de mi rutina.

Fuera, el clima reflejaba como me sentía por dentro. Supongo que venir a Inglaterra después de mi ruptura no fue la decisión correcta. De todas formas, soy demasiado orgullosa para admitir que mis padres tenían razón. El cielo gris de Manchester combinado con la lluvia ligera y el clima frío hacía que me hundiera más en este estado.

Echaba de menos Madrid y mi familia. Echaba de menos a mis amigos. Echaba de menos el clima seco y el sol, sobre todo el sol. La echaba de menos.

Llevé mi vista al reloj de la mesita de noche "10:20". Normalmente no desayunaba porque no me apetecía. A veces solo tomaba un vaso de agua o una taza de cafe y resistía hasta escuchar a mi estómago pedir por algo sólido. Es verdad, al principio me preocupaba mi pérdida de peso, pero con el paso del tiempo dejo de importarme.

¿Cómo se supone que iba a seguir con mi vida sabiendo que dejé a una de las personas que más quería en el mundo? Me dolía y me sentía culpable. Cerré los ojos recordando una de nuestras últimas conversaciones.

*flashback

-Tengo cáncer. -me dijo con la cabeza baja y un hilo de voz. Una parte de mi no le creía.

-¿Cómo? -pregunté en el mismo tono.

-Que tengo cáncer, Luisi. Me encontraron un tumor en el cerebro -intentaba hablar pero sus ojos se llenaban de lágrimas.

-Mi amor, seguramente hay tratamientos. -le dije acercándome y abrazándola para consolarla.

-No, no, no -respondió conectando con mis ojos- No se puede operar, me dieron cinco meses de vida.

-No lo hay -respondió mirándome con tristeza- No existe.

Me quedé en silencio unos minutos, ella acariciaba mi mano, más triste por mi que por ella misma. Controlaba mis lágrimas, alguna rebelde, lograba escaparse de mis ojos.

-No estés triste -me dijo.

-Me pides algo imposible -respondí, una parte mía todavía pensaba que todo era un sueño-¿Que vamos a hacer?

-Disfrutar el poco tiempo que nos queda -concluyó abrazándose con fuerza a mi.

Solté mi agarre y limpie las lágrimas de sus ojos. Me acerqué más y le deje un beso corto en los labios.
**

Cogi sin ganas mis cosas y fui caminando a uno de mis sitios favoritos. No era nada especial, pero ver a otra gente miserable como yo me transmitía algo de paz y me hacía sentir que no estaba sola. Todos estábamos en la mierda.

El pub quedaba a quince minutos de mi piso, y si, beber todas las mañanas hace mal y si mi madre lo supiera me regañaría pero ya era adulta y responsable de mi cuerpo.

Cada persona sabe como solucionar sus dramas. Algunos hacen yoga, otros compran libros de auto ayuda, yo nunca. Prefería distraer a mis pensamientos internos, a la soledad y a la culpa con un poco de whisky.

¿Que pasaría si...? #LUIMELIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora