¿Que pasaría si...? #LUIMELIA

[Universo 2] Not a date

*Luisita POV*

Debo admitir que la semana había pasado demasiado lenta. En estos días volví a hablar con mi madre después de dos semanas y me hizo bien. El vacío y la culpa que sentía parecían esfumarse cuando hablaba con mi familia, pero no me sentía con fuerzas suficientes para volver a España.

No me imagino llegar y que todo me recuerde a ella. No me imagino volver y encontrarme en las calles del barrio con sus padres, que seguramente me odian.

No puedo regresar a mi piso, donde ahora vive mi hermana, porque los recuerdos me inundarían y me hundiría mas en la soledad y la miseria.

Caminar al pub siempre era una buena opción, sobre todo después de estar hablando con personas que no entendían nada de español. Llevaba conmigo una mochila grande y esperaba que las cosas dentro no terminaran empapadas. No tenía el dinero suficiente para comprar otra laptop.

-Maldito clima de Manchester -dije en voz alta.

El alcohol me ayudaba a no pensar. Ya no iba tan seguido... Bueno, de los siete días de la semana solo aparecía por allí cuatro o cinco, pero era un avance, mi hígado me lo agradecería.

Miré mi reloj y era cerca del mediodía, hora apropiada para mi primera ingesta de alcohol. Me senté en una de las butacas de la barra, justo en la esquina. Esperaba a que me atendieran, mientras mi mente recordaba a Amelia tocando hace dos semanas, supuestamente volvería hoy.

No tenia las expectativas altas, y aunque había intercambiado algún que otro mensaje y le había respondido varias historias en su Instagram, no quería engañarme. Amelia era un espíritu libre y su alma estaba llena de luz, por el contrario yo me sentía encerrada en una jaula sumergida en lo más profundo de la oscuridad de mis recuerdos.

-Luisa -habló Ignacio, caminando detrás de la barra y mirándome con atención- ¿Como estás? -me preguntó y pude escuchar un poco de preocupación en su voz.

¿Puede ser que esté sentada con la misma ropa de ayer? Sí. ¿Puede ser que no me haya peinado esta mañana? También ¿Puede ser que tenga ojos hinchados y ojeras por el suelo? Definitivamente.

Si yo no me conociera, también me preocuparía por mi.

-Bien. -respondí fingiendo una sonrisa débil y saqué de mi cazadora verde unos billetes.

-¿Que quieres tomar? -me preguntó, iniciando el ritual de casi todos los días. Una libreta casi sin paginas y un lápiz gastado tamborileando contra la barra seguían a la pregunta.

-Un whiskey con coca cola y algo para comer, quizás unas patatas o un sandwich -respondí sintiéndome un poco mas animada.

Ignacio asintió y desapareció tras la puerta que conducía la cocina. Mis ojos recorrieron el pub como siempre. Evitaba el contacto visual con la gente, por las mañanas éramos los mismos, aunque a estas horas también llegaban universitarios a comer algo. Los viernes, como hoy, solía estar repleto de grupos.

Es interesante como funciona esto del duelo. El mundo sigue, como si nada.

Ellos están en sus grupos, planeando cosas a futuro, disfrutando la vida. Yo sigo con el reloj roto y no puedo avanzar. Mi tiempo está paralizado.

Admito que a veces la busco entre la gente, recuerdo su sonrisa tímida, recuerdo cuando salía con sus amigas de clase. Los jueves siempre teniamos la tradición de salir de la universidad a comer algo en un restautante familiar pequeño. Laia ,el centro de atención de las conversaciones, siempre tenía algo interesante que decir. Siempre bromeaba, sobre todo conmigo y sus amigos se reían de mi, aun más cuando perdía al participar en alguno de sus juegos tontos.