Loumi Hikage, o Hilomi como todos lo llaman, es un joven que acaba de comenzar la universidad hace 6 meses.Con problemas en casa, violencia intrafamiliar, una vida infeliz y metas por cumplir, como último hilo de esperanza, decide cambiar de rumbo a...
(ANTES QUE NADA:He de aclarar que existen insultos y/o palabras altisonantes que puedan dañar la sensibilidad del lector¿) . . . . . . .
El chico de cabello con puntas verdes atravesó al pasillo a gran velocidad a primera hora de la mañana. Su esponjosa cabellera rebotaba con cada paso apresurado que daba, mientras recorría salón por salón hasta llegar a la sala de profesores. Como las clases aún no iniciaban, sabía que podría encontar a All might ahí.
-Joven Midoriya! ¿A qué se debe tu prisa? Es una linda mañana ¿no crees? Las cosas con calma- dijo con su típica voz llena de energía mientras se preparaba un café en una de las mesas que allí habían. -E-es que tengo una duda, es un poco importante -comenzó a rascar su mejilla con nerviosismo. All might interesado se inclinó hacia el chico para poder escuchar con atención el cuestionamiento que tanta urgencia parecía tener el chiquillo aquél.
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Por otro lado, nuestro protagonista tenía una mañana como todas, tratando de no despertar a la mujer en la habitación continua, un desayuno rápido y silencioso, luego de un intento fallido de escape ya que su madre se había levantado un par de minutos antes de que el pudiera dejar el recinto. Un par de insultos por como lucía su cabello, y el chico viendo el lado divertido para evitar sentirse mal sólo pudo pensar en que de vez en cuando se le deberían de acabar los motivos para atacarle. Un "Pareces una condenada puta recién revolcada con esas greñas" y el punto de Lou estuvo confirmado. Logró esquivar una cuchara de metal lanzada directo hacia su frente mientras fingía terminar de amarrarse las agujetas de los tennis deportivos y salió de la casa como alma que lleva el diablo.
De nuevo, su rutina diaria, tomó el bus, entró huyendo por la escuela hasta lograr llegar a su salón, y todo siguió igual, excepto por una cosa. Una pequeña llama se había comenzado a despertar en él desde su conversación con Deku hace un par de días. Una posibilidad. Una emoción extraña y creciente en su pecho le aceleraba un poco la respiración, no recordaba la última vez que lo había sentido, sabía lo doloroso que era perderla, así que hizo lo posible por acallarle y se distrajo tanto como pudo en las clases para evitar que la ansiedad que sentía por la información que Izuku le compartiría más tarde le afectara.
Resulta que el día anterior, el chico peliverde le había explicado una parte de el proceso para entrar; pero casi todo trataba de un papeleo algo complicado, sumándole que su madre estaría totalmente en desacuerdo, resultaba en un proceso difícil de hacer sin que se diese cuenta. La otra parte, era los exámenes aptitudinal y físico, al fin y al cabo ese último era el "importante" que todos estaban emocionados por hacer para poder entrar a una universidad tan sonada como la UA.
Los nervios le carcomían para cuando la última hora de la clase llegó.
El día anterior, había acordado encontrarse con Izuku en la heladería para poder charlar más a gusto que por mensaje, y así poder aclarar sus dudas de una vez. Sólo tenía que preguntarle a All might cuál sería su situación específica y listo. No era taaan complicado realmente. Lo que le alteraba era tener las opciones y no saber tomar una decisión. Toda esta situación de tener una oportunidad de escoger por primera vez en su vida algo tan importante y propio, a sabiendas que iba en contra de lo que su madre quería, le aterraba. Le aterraba porque era desconocido, y no se concebía con el valor requerido para hacerlo. Se sentía inseguro, nunca había imaginado que tendría el chance que tanto había ansiado.