|Capitulo 3|Pequeña travesura|

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Andrew pensaba que su híbrido era un ser inocente, algo orgulloso y desconfiado quizás.

Nunca se había equivocado tanto en su vida 

─ ¡Hiro! ¡Necesito mi tarjeta de crédito! ¡Ya deja de jugar!

Grito caminando frustrado por los pasillos de la gran mansión,  buscando al moreno junto con la servidumbre pero este siempre era mas ágil y lograba escabullirse.

─ ¡señor! ¡lo encontramos!

Grito uno de los jardineros, agarrando a un pequeño zorrito del pescuezo para que no pudiese arañarlo, el cachorro traía una black carde entre los dientes.

─ Démelo, yo me encargare de él.

Murmuro para agarrar al cachorro y llevárselo hasta su oficina, una vez la puerta estuvo cerrada aquel animal se convirtió en un lindo chico el cual sonreía altanero.

─ Casi lo logro esta vez, eres muy lento amo-tonto.

Hablo apoyándose contra la pared, Andrew solo suspiro.

Hiro había demostrado ser alguien muy infantil. Hacia berrinches si no le dabas lo que quería, exigía cariño constante y era muy engreído y caprichoso, pero también era muy travieso.

Demasiado travieso

 E inteligente, por que sabia que su "Amo-tonto" era incapaz de castigarlo o reñirlo, también había aprendido a como utilizar su cuerpo a su favor por que con esos diminutos shorts no podía dejar de pensar en cosas obscenas y eso lo hacia ponerse nervioso.

Por ende, no tenia el coraje para castigarlo.

─ Solo... no vuelvas a hacerlo, el día de hoy tengo una Reunión de trabajo y creo que es conveniente que vengas conmigo.

Balbuceo guardando la tarjeta y mirando sus papeles con las mejillas algo rojas, el hibrido se alzo de hombros para irse despreocupado de allí.

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─ ¿De que trabajas? Esto se ve aburrido

Murmuro lamiendo su paleta de cereza mientras caminaba por los pasillos con su Amo, solo llevaba una camisa holgada y unos pantalones pegados negros. Andrew solo rio algo nervioso para después contestar.

─ Inversiones, usualmente invertimos dinero en compañías y promocionamos nuevas empresas.

Explico hasta llegar a una pequeña sala de estar llena de híbridos, Hiro automáticamente gruño y se escondió detrás suyo.

─ No temas zorrito, solo serán un par de horas... ¡Y podrás hacer amigos!

Animo el castaño, recibiendo una mirada enojada de su pequeño a lo cual rio para despeinar su cabello y decirle que podía ir a la cafetería si tenia hambre y pedir lo que quisiese a su nombre.

Después de besar repetidas veces su rostro a pesar de sus quejas se fue a su junta.

El resto de híbridos lo miraban incrédulos.

─ ¿A ti tu Daddy/Mommy te ama? 

Preguntaron como 3 voces al mismo tiempo acercándose a él curiosos, el moreno solo rodo los ojos para sentarse en un sofá mirándolos con desprecio.

─ Eso creo, aunque no lo quiero a él, para mi solo es el tonto de mi amo y ya.

Respondió con tranquilidad recibiendo un jadeo de sorpresa de parte de todos, ¿habia dicho algo malo?

─ ¿Y no te castiga por decirle.. tonto?

Pregunto una chica con un vestido rosita y orejas de conejo, mirándolo asombrada, aunque mas asombrada se quedo al recibir la respuesta de que no le castigaban 

─ ¿Y no tienes que hacerle caso siempre?

Volvió a negar, el que había preguntado era un híbrido de perro el cual miro asombrado a su amigo, un híbrido de gato y entre los tres se miraron para preguntar nuevamente.

─  ¿Y tu él te ama?

El zorro ya aburrido soltó un gruñido.

─  ¿Acaso el suyo no les ama? 

Ahora el sorprendido era el puesto a que las tres cabecitas negaron.

─ Daddy dice que solo estamos por placer.

─ Mommy dice que no hable de eso

─ Daddy es muy frio, muy serio pero yo lo quiero y él no a mi.

Ahora los tres estaban deprimidos, tanto que le hacían sentir un sentimiento muy feo así que resoplo para preguntar:

─ ¿Hay algo en que pueda ayudarles?

Los tres se pararon rápidamente con una sonrisa en sus labios 

─ ¿Podrías enseñarnos como saber si nuestros dueños nos aman?

Preguntaron ahora muy emocionado, Hiro solo pensó:

¿En que problema me metí? 


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─ Celos, los celos son fundamentales mis niños. Si quieres que sus tontos amos los amen deben de provocar celos.

Hablo sonando muy convencido de lo que decía, la verdad solo seguía lo que había visto en las telenovelas pero si funcionaba en la tele seguro también en la vida real.

Miro a un señor que entraba en la cafetería, tenia cabello rubio corto y ojos celestes. 

Él seria su sujeto de prueba, le dijo a los otros híbridos que esperasen en una de las mesas de la cafetería mirando y apuntando todo lo que él hacia.

─ ¿Está ocupado?

Pregunto parándose a un lado de la mesa, el rubio solo lo miro unos instantes para sonreír de forma amable y negar.

Hiro al obtener una respuesta positiva se sentó en las piernas del rubio dejándolo algo sorprendido.

─ ¿Sucede algo pequeño? No es común ver a un híbrido salvaje, y menos a uno solo.

Pregunto acariciando un poco la cola la cual se movía inquieta. El moreno hizo su mejor expresión de inocencia, tan real que el rubio se había compadecido de esa linda criatura.

─ Mi amo no me quiere, y y-yo... ¡Yo lo amo mucho!

lloriqueo en brazos del ojiazul, el cual lo acomodo en su regazo para abrazarlo y besar su mejilla con tal de cesar el llanto del zorrito.

─  Ouh pequeño, lo lamento tanto, quizás puedas venirte conmigo. Yo podría amarte y brindarte todo lo que mereces. Soy Ji Hyo.

Se presento besando su frente al ver que el pequeño ya no lloraba. 

─ Uh, yo s-soy

─ ¡HIRO KAGAMINE, VEN ACÁ AHORA!

La potente voz de Andrew le dio un escalofrió, a todos en general.

El mayor estaba notoriamente furioso de ver a su pequeño en el regazo de su primo, y mas sabiendo que este estaba allí por voluntad propia.

Hiro trago saliva, probablemente ahora tendría su primer castigo. 

 

Zorrito travieso | Yaoi /Daddy kingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora