ᴇᴘɪꜱᴏᴅᴇ 05: ᴅʀᴜɴᴋ.

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Los días nuevamente habían transcurrido lentamente. Todos buscaban suministros para Negan y para nuestro consumo, pero a su vez, buscaban la manera de crear un plan perfecto para acabar con Negan y de paso convencerme para hacerlo. En cambio, yo solamente me hundía en la depresión y en el alcohol, viviendo en los recuerdos. Y en ocasiones, volvía a mis compromisos cotidianos tratando de dar lo mejor de mí como líder, pero él tener el doloroso recuerdo de Lucille molesta conmigo por no querer esperar a su esposo, el recordar cómo una vez estuve a punto de abandonarla y después volví, hasta que, un día, la dejé sola... Prometí volver, juro que lo hice, pero la vida tomó otro giro y ya no tuve oportunidad de volver por ella. Por eso ahora me embriago y me hundo en el alcohol como nunca lo había hecho, siendo consciente que era vulnerable de esta manera y que tenía muchos compromisos en este momento como para detenerme en actuar como un idiota como lo estaba haciendo en el momento.

Entonces, contemplé a Judith que jugaba con unos pequeños bloques en la estancia de la sala. Y nuevamente volvió a mi mente los recuerdos en donde su madre, Lori, admitía haber estado con Shane, y yo le confesaba que sí sabía, pero no admití lo mío...

¿Qué hubiera pasado, sí Lucille hubiera dejado de dudar y querer esperar a su esposo, y me hubiera acompañado hasta el momento? ¿Ella seguiría viva? ¿Hubiera pasado algo más o algo diferente a lo de ahora? ¿Estaría embriagándome por Lucille como lo estoy haciendo ahora?

Tantas preguntas sin respuestas, tanto dolor en mi alma, que ya no me importaba nada. Ni el ver a mi hijo entrar a la casa con su amiga Enid, que ambos me mirarán extrañados y confundidos, que, por la pena, Carl haya tenido que pedirle a la castaña que se retirara para después darme un sermón.

Hijo dándole un sermón a su padre. Extraño...

─¿Papá? ¿Estás borracho? ─cuestionó lo evidente, aún sorprendido de encontrarme de esta manera.

─Lo siento, Carl... ─susurré casi inaudible, provocando una cara de frustración de mi pequeño.

Él ya no era un niño. Y yo no ayudaba mucho a que él tuviera una vida normal.

─Esto es... ─soltó él viéndome aún perplejo, sin saber que pasaba─. ¿Pasa algo?

Y odiaba que me haya preguntado aquello en mi pésima condición.

─Hijo... ─lo llamé entre gemidos, viendo cada vez más borrosa la silueta de mi pequeño─. Si yo estuviera con alguien más, ¿te enojarías?

Mi hijo entre abrió la boca sorprendido, y como era de esperarse, él habló, intuyendo a lo que me refería.

─¿Hablas de Michonne?

Pero no hablaba de ella... Reconocía que, esa noche que había estado con ella, todos se dieron cuenta gracias a Jesús. Así que era de esperarse que la comunidad creyera que Michonne era mi pareja, pero ahora con la aparición de Negan, Michonne y yo tomamos distancia. Primero por mi extraña actitud, segundo, porque le confesé a la morena que había una mujer que no salía de mi mente, y tercero, porque le conté sobre Lucille.

Ella ya no era una opción amorosa.

─Ella es mi amiga...

─Entonces... no lo sé... ─dijo al instante, aún sorprendido─. ¿Por qué me preguntas eso?

─¿Qué pensarías sí te digo que tuve un viejo amor? ─interrogué entonces, dejando a Carl más confundido de costumbre.

─¿De qué hablas?

─Iré a dormir ─dije mejor, pues eso era la mejor opción.

Me levanté y me dirigí al baño, sintiendo la latente mirada de mi hijo, dejándole la responsabilidad de Judith en sus hombros.

Era un pésimo padre.

Ya en el baño, encerrado en él, me miré en el espejo y una vez más mi mente me dio una mala jugada, dejando que Lucille apareciera detrás de mí como una terrible ilusión que me estaba cansando.

─¿Por qué haces esto? ─inquirí con lágrimas a punto de salir de mis ojos. Estaba frustrado y exhausto, y ella volvía a mí en un mal momento...

─¿Hacer qué? ─cuestionó entonces de lo más normal, enloqueciéndome más.

─Atormentarme ahora.

─No soy real ─susurró, helando mi piel.

─Lo eres...

─Rick... yo ya estoy muerta ─dijo con seriedad─. Como tus amigos.

Y una vez más, cada rostro que conocí después del apocalipsis paso por mi mente. Lo peor aún era cuando salían representando la manera en que habían muerto de una manera rápida y feroz, y cuando apareció Abraham y Glenn, no me resistí más y estampé mi puño en el espejo, rompiendo de este y provocando que sus vidrios se adhieran a mi piel, cortando de esta. Pero no me dolía. Me dolía más los recuerdos dolorosos que reflejaba mi mente que los cortes en mi piel.

─¿Papá? ─cuestionó mi hijo a un lado de la puerta, intentando abrir de esta.

Y para que no se preocupara más, quité el seguro y salí del baño, viendo a Carl que sostenía en sus brazos a Judith. Seguía con su rostro escéptico, hasta que me recorrió con la mirada.

─Papá, tu brazo... ─mencionó sorprendido─. ¿¡Qué pasa contigo!?

Pero no me importaba, ahora lo único que quería era descansar. Estaba demasiado ebrio y perdido, dominado por todo lo que me rodeaba en este instante.

Entre caminantes, Mad-ClepGirl (Dianessa)🐧

ᴛʜᴇ ᴡᴀʟᴋɪɴɢ ᴅᴇᴀᴅ: ᴛʜᴇ ᴜɴᴛᴏʟᴅ ꜱᴛᴏʀʏ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora