Cartagena, Colombia.Alessandra Vitali.
Mire mis manos manchadas de sangre, ese color carmín tan brillante y el olor del metal quemando mis fosas nasales hace que tenga que aguantar el olor y las nauseas.
— Increíble corte pequeña, infierno— murmuró mi padre a un costado, su tono era de orgullo.
Lo mire de reojo y intente no sonreír, pero fue inevitable.
— ¿Algún día me dejarás ir? — le preguntó con curiosidad y nervio a la vez.
— No ahora. — siseo
Asentí y me calle en seguida — Claro padre.
— La sesión terminó, infierno. Limpia eso.
Asentí llevándome el cuchillo y algunos materiales con los que abrí el venado, limpie puesto que era necesario para no dejar evidencia de nada ya que despues me regañarian, mi padre era todo para mi, al igual que mi madre, gracias a ellos estoy aprendiendo esto.
Fríos en carácter y forma y yo quería ser como ellos. Líderes de toda Italia y parte de Colombia
Limpie mis manos quitando la sangre de venado y también limpiando mis cuchillas.
Papá siempre me hacía cazar, decía que sobrevivir era la única forma de mirar más haya y el tenia razon, mire a lo lejos a mi padre, sosteniendo el puro con su mano derecha y con la otra su celular.
— ¡Alessandra! — el grito de mi madre me hace respingar y apresuró el paso para ir con ella.
Ese cabello azabache como el mío y los ojos azules al igual cómo los de papá me hacían muchas veces sonreír porque me recordaban que no estaba sola, que yo tenía una familia.
— Te traje la carne madre — ella me miro con ese brillo y sonrío.
— Sigues superándote, estoy orgullosa de ti Bella Inferno.
Sonreí — Gracias madre — me acomodo a su lado y empezamos a cortar los vegetales.
— Siempre te amare pequeña — sus lágrimas bajaron y cuando menos lo pensé, había un hoyo en su frente, una bala habia entrado a su cabeza.
— ¡Madre! — grite horrorizada.
La sangre era demasiada y estaba en mis manos, en mi cuerpo y en mi alma.
— ¡Alessandra mírame! — sentí las manos de alguien en mi cara, el corazón lo tenía frenético, el sudor se desbordaba de mi frente y mis manos temblaban como si tuviera frío.
Mire el rostro enfrente de mi
Arman.
>> Está todo bien — susurró y quitó el sudor de mi cara, me pego a su pecho desnudó y me quede ahí sin decir nada yratando de procesar la pesadilla que tuve o más bien el sueño vivido que siempre se repite de alguna estúpida manera.
Me aleje de él como si me quemara, parándome en seco para ir al baño, ni siquiera lo mire, Arman Belov tenía sus buenas y malas, pero siempre me apoyaba y yo sabía que esto no era nuevo, mis pesadillas han permanecido durante años.
7 años para ser exactos.
Miro el reloj y son las 3 de la mañana, tallo mis ojos y hago mis necesidades, limpio mis manos, rostro y salgo del baño sin ánimo alguno.
La atenta mirada de Arman no se va de mi.
— Estoy bien — musite acomodándome en la cama alado de el.
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FUEGO INFERNAL © [LIBRO 1]
Teen FictionEl camino jamás ha sido fácil para Alessandra Vitali, líder innata desde que nació, luchando por su familia y sobre todo sobreviviendo por los demás. Lo que no sabe es que el amor puede ser un arma de dos filos cuando ella es un ángel que destruye...